"Ahora todo esto parece la luna"
Los vecinos desalojados por el fuego volv¨ªan a sus casas en un paisaje desconocido
?scar volver¨¢ a leer Las grandes tendencias de la m¨ªstica jud¨ªa, de Sch?len, pero no lo har¨¢ m¨¢s en el porche de su casa. El z¨®calo es lo ¨²nico que queda del olivo centenario del jard¨ªn de Helena. Enge todav¨ªa no sabe c¨®mo le dir¨¢ a su t¨ªa, enferma, que cuando regrese de B¨¦lgica se encontrar¨¢ con que su rinc¨®n de la Costa Brava ya no es lo que era.
El fuego no ha causado ninguna mella en sus f¨ªsicos, pero las llamas se han cebado sobre sus estados de ¨¢nimo, su historia y sus recuerdos. Estos son s¨®lo algunos ejemplos vividos ayer de lo que puede acarrear un incendio. Sus vidas siguen, pero nada volver¨¢ a ser igual que antes de que las llamas prendieran sus casas.
Helena Sierra y Yuri, su marido, viv¨ªan en Mosc¨², pero ella a?oraba la tierra de sus ra¨ªces. "Al final nos vinimos y compramos una casa en Mas Pall¨ª; hace dos meses compramos ¨¦sta en Mas Nou para trasladarnos aqu¨ª", explica Helena mientras su marido y un amigo eval¨²an los da?os de la parcela 101-102 de Mas Nou. El m¨¢rmol blanco del comedor es ahora marr¨®n, lo mismo que las paredes del sal¨®n y las de la habitaci¨®n del piso de arriba. Los marcos de las puertas est¨¢n quemados y todo huele a chamuscado. Muy cerca hay dos coches calcinados que dejaron abandonados sus anteriores propietarios. Helena mira las estancias que no podr¨¢ estrenar con resignaci¨®n, pero lo que m¨¢s le duele es la p¨¦rdida de su jard¨ªn. "Me gusta cuidarlo, sobre todo el olivo de ah¨ª [se?ala un z¨®calo donde antes se levantaba un ¨¢rbol con 300 a?os de historia]. Ahora esto parece la luna. Mira el paisaje, ?hace tan s¨®lo un d¨ªa era verde!", se lamenta.
"?Hace un d¨ªa todo esto era verde", exclamaba una vecina de Mas Nou
Las urbanizaciones perjudicadas por el fuego se llenaron ayer de curiosos, como Juan, un vecino de Platja d'Aro que suele recorrer estos parajes en moto y que ahora se queja: "Lo han destrozado todo, ya no volver¨¢ a ser como antes".
Josep Maria Moreira no oye las palabras de Juan, pero no estar¨ªa de acuerdo con ¨¦l. Es el guarda y a la vez propietario de una de las dos casas de la finca La Joya del Mas Nou y ya vivi¨® un incendio incluso mayor hace 20 a?os. "Poco podemos hacer, a¨²n hemos tenido suerte de que no ha habido que lamentar da?os personales", se resigna. Y a?ade: "A esperar otros 20 a?os para que esto se regenere".
En el punto m¨¢s alto del complejo residencial, Francesc, Dani y Maurici hacen un alto en el camino para descansar y arreglar una sierra el¨¦ctrica. Forman parte de la dotaci¨®n de un cami¨®n de bomberos procedente de Lloret de Mar que ha entrado de guardia a las siete de la ma?ana. "No sabemos cu¨¢ndo terminaremos el turno", dice Dani, mientras cuenta en qu¨¦ consiste su tarea: "Vamos apagando todo lo que vemos que todav¨ªa puede arder. Lo mojamos, lo cortamos, le damos con la pala... como podemos. El fuego pas¨® tan r¨¢pidamente que hay zonas no quemadas que pueden prender muy f¨¢cilmente".
Esta unidad de bomberos estuvo tambi¨¦n hace dos semanas en el incendio de Ma?anet de la Selva. Sus miembros coinciden en que todos los fuegos son peligrosos, pero aseguran que lo pasaron peor hace 15 d¨ªas, "porque la gente sufri¨® muy de cerca por su seguridad; en Ma?anet se vivieron momentos dram¨¢ticos; aqu¨ª todo se hizo de forma m¨¢s calculada", explican. En lo que todos coinciden es en que el viento "es el peor enemigo". Lo fue en Ma?anet y lo ha sido tambi¨¦n en Platja d'Aro.
?scar Mu?oz y Antonio Zalla llegaron a la Costa Brava enamorados de la juder¨ªa de Girona. Su casa es un aut¨¦ntico polvor¨ªn. M¨¢s de 5.000 vol¨²menes y lienzos, algunos pintados por el mismo ?scar, llenan los estantes y las paredes. ?scar se levant¨® ayer llorando al ver el paisaje quemado, pero al mediod¨ªa ya no puede parar de hablar de los jud¨ªos, la c¨¢bala, el arte... Parece que ni se acuerde del incendio. No es as¨ª, lo lleva dentro, pero como dice "la vida sigue y hemos tenido suerte".
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