Tras el fuego, el cemento
La plataforma de La Reneg¨¤ en Oropesa trata de detener la urbanizaci¨®n del paraje quemado hace tres a?os
"Es la muerte lenta de Oropesa", advierte Berta Rib¨¦s, presidenta de la Plataforma en Defensa de la Sierra de La Reneg¨¤ y su entorno. La fiebre urbanizadora desatada en esa localidad tur¨ªstica puede acabar con una excelente pinada litoral y con un paisaje excepcional, "¨²nico entre el Parque Natural de Irta, en Pe?¨ªscola, y la provincia de Alicante que consta de acantilados marinos y plataformas rocosas", como figura en el texto constitutivo de este movimiento ciudadano surgido el pasado mes de abril.
La degradaci¨®n medioambiental que puede provocar esa "especulaci¨®n urban¨ªstica" en el tramo norte del litoral de Oropesa hace que hoy lunes este colectivo presente una demanda por la v¨ªa contencioso-administrativa ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Los argumentos de esa acci¨®n judicial es la falta de adaptaci¨®n del planeamiento urbano de esa localidad castellonense a la nueva normativa legal promulgada durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Se trata de conseguir, por medio de los tribunales, medidas cautelares que detengan temporalmente ese, a juicio de Berta Rib¨¦s, "descontrol urban¨ªstico".
El colectivo presenta una demanda ante el TSJ para evitar la desaparici¨®n del paisaje
Las excavadoras ya est¨¢n transformando ese pedazo virgen de costa. Los nuevos viales abiertos dibujan un nuevo paisaje en una zona quemada por un incendio forestal que asol¨® el lugar hace s¨®lo tres a?os. El fuego elimin¨® obst¨¢culos al cemento. Sobre esas cenizas, en la zona conocida como Torre Colomera, est¨¢ previsto levantar apartamentos de 3 y 4 alturas, un hotel de cinco estrellas y un centro comercial. Aquel siniestro arras¨® ese bosque pr¨®ximo al mar, ahora a los pocos a?os resurge el negocio inmobiliario bajo el nombre de Porto Cala. Paco Gonz¨¢lez, otro activo miembro y portavoz de esa plataforma, se?ala que "desde Torre Bellver hasta el puerto deportivo no habr¨¢ ninguna zona natural que se resista a los cinco Planes de Actuaci¨®n Integrada previstos".
Con Oropesa no hay tregua. Gonz¨¢lez ilustra el agravio con otras poblaciones como Pe?¨ªscola, "donde han conseguido que su albufera figure en el cat¨¢logo de zonas h¨²medas y que la sierra de Irta pase a formar parte de la red de parques naturales". Ni el medio millar de firmas recabadas en esa localidad de unos 5.000 habitantes censados, ni los informes de biol¨®gos y bot¨¢nicos, ni la documentaci¨®n remitida al ayuntamiento han logrado nada. La Plataforma en Defensa de la Sierra de La Reneg¨¤, formada por 24 asociaciones y colectivos diversos, se dirig¨ªa al Ayuntamiento el pasado mes de mayo para exigir la revisi¨®n del PGOU que data de 1982 y que consideran "obsoleto". Ello permitir¨ªa la plena efectividad de leyes como la de Ordenaci¨®n del territorio, la del Suelo no urbanizable, la de Espacios naturales protegidos y la de R¨¦gimen del suelo. Esa modificaci¨®n del modelo urban¨ªstico permitir¨ªa aplicar criterios m¨¢s actuales para hacer frente a la presi¨®n urban¨ªstica. Se trata de conseguir declarar esa zona del litoral como suelo no urbanizable protegido para preservar sus valores medioambientales y lograr que sea declarada paraje municipal protegido. Ahora esa codiciada franja de siete kil¨®metros de litoral figura como urbanizable.
Tras un nuevo escrito de cortes¨ªa el pasado 22 de agosto, tambi¨¦n sin respuesta oficial, que ofrec¨ªa un prudente plazo a la nueva corporaci¨®n surgida de las elecciones, con su reci¨¦n estrenado alcalde del PP, la plataforma ha decidido autorizar a sus abogados a emprender las acciones legales. La sucesi¨®n de proyectos inmobiliarios es muy grande: a la nueva urbanizaci¨®n, ya ejecutada, de Torre Bellver, le siguen Torre Colomera, en la zona m¨¢s meridional de ese litoral y que fue arrasada por el incendio de 2000, emprendida por Oropeak, SL; le siguen La Reneg¨¤, que desarrolla la empresa Foconsa y que incluye chalets en parcelas de menos de 500 metros cuadrados de superficie; Tossal Natural, viene a continuaci¨®n, con parcelas m¨¢s peque?as todav¨ªa para realizar una promoci¨®n de unas 300 viviendas adosadas. Finalmente, hay otro proyecto anexo a la urbanizaci¨®n El Balc¨®, situado ya m¨¢s pr¨®ximo al casco urbano de Oropesa. Todo ese crecimiento demogr¨¢fico se lleva a cabo, seg¨²n Berta Rib¨¦s, "sin depuradoras extras para aguas fecales, sin grandes obras de infraestructuras nuevas y con un emisario submarino que se adentra en el mar s¨®lo dos kil¨®metros".
Esta Plataforma ha recogido tambi¨¦n el testigo de otras causas ecologistas de la zona como es la pol¨¦mica construcci¨®n de un nuevo vial que discurre por medio de la albufera, la avenida Barcelona, y que conduce al complejo tur¨ªstico de Marina d'Or, as¨ª como los aterramientos ilegales en dicha zona h¨²meda.
"Somos v¨ªctimas de una fuerte manipulaci¨®n pol¨ªtica para intentar desacreditarnos", aduce Rib¨¦s, y a?ade: "No queremos derribar ninguna casa, s¨®lo pretendemos salvaguardar espacios naturales singulares antes de que ello sea irreversible".
Una excepcional pinada costera
Para dejarse o¨ªr, este colectivo ecologista ha alzado su voz hasta Bruselas. Un escrito suyo ha entrado ya en la Comisi¨®n Europea. Las 24 asociaciones diversas que forman esta plataforma conocen que los endemismos bot¨¢nicos de La Reneg¨¤ y las zonas rocosas junto al mar son una excepci¨®n en las provincias de Castell¨®n y Valencia. El enclave posee la mejor pinada costera natural del litoral norte de la Comunidad Valenciana. Un incendio afect¨® a la parte meridional de esta sierra y ahora las urbanizaciones amenazan con ocuparla completamente y cambiar por completo su fisonom¨ªa.
Una de las ¨²nicas zonas cuyo suelo es de titularidad municipal, es El Bovalar, un bosque anexo al puerto deportivo. Esa zona tampoco parece estar a salvo. Corporaciones anteriores barajaban recalificar y vender unos terrenos de 50.000 metros cuadrados para construir un hotel de lujo frente al mar.
Los grupos ecologistas y el movimiento vecinal alegan incluso la existencia de unas cavidades, de 100 metros de profundidad, que alojan a unos murci¨¦lagos, cuyas bocas de entrada sufr¨ªan peligro con los movimientos de tierra de las m¨¢quinas.
A los proyectos de reparcelaci¨®n le quedan unos pocos meses, la cuenta atr¨¢s para la protecci¨®n de esa zona costera se ha iniciado. Se trata, dice Berta Rib¨¦s, "de construir sin previsiones de aparcamientos, de recogida de basura y de servicios. Es el reino de la especulaci¨®n atroz".
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