Nombre de bolero

Cuando la vislumbramos por primera vez no sab¨ªamos que ten¨ªa nombre de bolero. La zona es un paisaje ¨²nico, pero hay que estar atento para verlo. Del lado de la costa, la ventanilla del tren hacia Barcelona es una pel¨ªcula por la que desfila una sucesi¨®n de edificios que recorre toda la franja litoral. Tras pasar Benicassim, un t¨²nel oscurece por un instante la pantalla que vuelve a iluminarse apenas un momento para ofrecernos el ins¨®lito espect¨¢culo de unos pinos recort¨¢ndose sobre el mar. Despu¨¦s la pared de un terrapl¨¦n, de nuevo un fundido en negro, para salir a la luz y ver una vieja torre de vig¨ªa y otra vez la pinada durante apenas unos segundos m¨¢s. Luego m¨¢s edificios envolviendo Oropesa del Mar como una nueva muralla que sepulta la silueta de su castillo. Pero lo extra?o del paisaje entrevisto, la sorpresa de descubrir que a¨²n queda un atisbo de naturaleza junto al mar nos hace volver un d¨ªa de Pascua a ese lugar como curiosos exploradores. Por carreterillas y caminos que pasan bajo la v¨ªa f¨¦rrea descubrimos un hermoso paraje apenas interrumpido por un merendero cerrado y algunas viviendas de construcci¨®n amateur escondidas entre la masa de pinos y matorrales que se acercan a unos acantilados rojizos de escasa altura que nos recuerdan a Las Rotas de D¨¦nia.

Pero, no. Esto es Oropesa y el hermoso lugar con nombre de bolero, se llama La Reneg¨¤. Al menos de momento, porque ayer nuestro compa?ero Xavier Latorre nos informaba desde Castell¨®n de los planes urban¨ªsticos para construir en este singular paraje que se extiende al sur de su puerto. De momento, las excavadoras han empezado a abrir los viales por los que se acceder¨¢ a unos hoteles y apartamentos a cuya construcci¨®n se oponen un grupo de vecinos que han constituido la Plataforma en Defensa de la Sierra de la Reneg¨¤.

Los antecedentes especulativos en esta zona y, en general en todo el litoral valenciano, hace que las posibilidades de que consigan frenar a los se?ores del cemento sean m¨¢s bien escasas. La ampliaci¨®n de la gigantesca urbanizaci¨®n Marina d'Or entre el pueblo de Oropesa y el Parque Natural de Cabanes-Torreblanca es ya un hecho. Adem¨¢s est¨¢ en ciernes otro macro proyecto urban¨ªstico que acabar¨ªa por colmatar esa parte del litoral, cercando el parque natural por el norte hasta Alcossebre. El aeropuerto que promueve Carlos Fabra con fondos de la Generalitat Valenciana es la guinda de esta gran operaci¨®n que permitir¨¢ vender m¨¢s miniparcelas de Mediterr¨¢neo a pie de pista.

Europa y todas sus contradicciones se reflejan en las pantanosas aguas de esa porci¨®n de nuestro territorio. Las ¨²ltimas licencias para la ampliaci¨®n del complejo de Marina d'Or se produjeron en plena campa?a electoral y contaron con los votos favorables de los concejales del PSPV-PSOE de Cabanes. En este caso una vez m¨¢s los intereses locales dejan en evidencia a los programas y a la direcci¨®n socialista. A peque?a escala el asunto pone una vez m¨¢s sobre la mesa la gran contradicci¨®n que atenaza el desarrollo de la izquierda europea y que planteaba Jorge Sempr¨²n estos d¨ªas en sus Cartas francesas, la brecha abierta entre la izquierda tradicional y el movimiento antisistema. Y en este caso los socialistas consiguen la extra?a coincidencia de hacer desesperar a la vez a reformistas y radicales.