Vigor relativo del PIB

Los datos del crecimiento del PIB en el segundo trimestre -2,3%- confirman que 2003 ser¨¢ el tercer a?o consecutivo en que la econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ por debajo de las previsiones del Gobierno, pero tambi¨¦n reflejan el vigor relativo de la actividad en nuestro pa¨ªs frente a las econom¨ªas m¨¢s representativas de nuestro entorno europeo. Francia, Alemania e Italia, por ejemplo, se bandean al borde de la recesi¨®n y se ven abocadas a incrementar sus d¨¦ficit p¨²blicos.

La construcci¨®n y el consumo de los hogares siguen siendo los pilares que abonan este crecimiento. El consumo privado, que creci¨® el 3,2%, est¨¢ alimentado por los nuevos puestos de trabajo y las rebajas de impuestos. La construcci¨®n, impulsada por una demanda creciente, propiciada por los bajos tipos de inter¨¦s, contin¨²a desafiando el riesgo de la burbuja inmobiliaria para afianzarse como el sector m¨¢s din¨¢mico (subida del 4,1%) frente a la aton¨ªa de la industria o los servicios y el estancamiento de la agricultura. A los buenos datos del segundo trimestre contibuyeron tambi¨¦n la subida de la inversi¨®n en tres d¨¦cimas y el aumento de las exportaciones (del 5% al 7,7%), con lo que la demanda externa mejor¨® la posici¨®n general.

Seg¨²n el vicepresidente Rodrigo Rato, estos resultados son "muy positivos", porque sit¨²an el diferencial de crecimiento de Espa?a 1,5 puntos por encima de la media europea. Pero las cifras no ocultan los graves desequilibrios de una econom¨ªa demasiado dependiente de un sector, la construcci¨®n, y de una demanda privada que sigue en aumento a costa del endeudamiento creciente que soportan las familias y sobre el que suenan las alarmas del Banco de Espa?a. Y aunque resulta alentador mejorar en un entorno internacional desfavorable, ni las tasas de crecimiento y empleo se acercan a los objetivos fijados por el Gobierno ni ¨¦ste debe bajar la guardia cuando tiene pendientes numerosas reformas estructurales para aumentar la productividad.