Sean Penn y Benicio del Toro construyen en '21 gramos' un violento poema tr¨¢gico

A¨²n sigue recorriendo el mundo la magn¨ªfica Amores perros, y anoche, el segundo filme del mexicano Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, 21 gramos, inici¨® el suyo. No tiene este puzle de visiones arrancadas -en desorden que genera claridad- de la agon¨ªa de Sean Penn la fuerza de arrastre ¨¦pico de la primera. Pero la energ¨ªa de este genial actor iguala la balanza, escoltado por un reparto eminente, del que tiran Benicio del Toro y Naomi Watts. El resultado es cine grande, tenso, violento, sobrecogedor, del que corta el aliento y lo mantiene en vilo.

I?¨¢rritu se consagra como cineasta de lo extremo, del suceso de vivir en acuerdo con morir

La pel¨ªcula provoca r¨¢pidamente el reconocimiento de uno mismo en los sombr¨ªos personajes y sucesos

Y m¨¢s atr¨¢s quedan el s¨®lido plomo polaco Pornograf¨ªa, dirigido por Jan Kakub Kolski, que de nuevo nos lleva a rincones siniestros de la ocupaci¨®n nazi en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. No aporta nada nuevo al respecto. Y lleg¨®, tambi¨¦n, el filme croata Loving glances, de Srdijan Karanovich, que es una comedia ligera dedicada a la figura del cineasta cl¨¢sico franc¨¦s Ren¨¦ Clair y obviamente inspirada en su cine. Y anoche lleg¨® tambi¨¦n el ¨²ltimo filme en concurso de gran entidad, la magn¨ªfica Alila, dur¨ªsima y formalmente exacta incursi¨®n -menos herm¨¦tica, m¨¢s accesible que otras precedentes, pero no menos grave y llena de violencia cr¨ªtica, y del habitual vitriolo con que este cineasta suele fustigar a sus compatriotas- del gran director israel¨ª Amos Gitai en las miserias morales y sexuales de la vida burguesa de su pa¨ªs.