Los l¨ªderes dem¨®cratas acusan a Bush de fracasar en la guerra de Irak
El primer debate entre los candidatos de la oposici¨®n se zanja sin un vencedor
Ocho de los nueve aspirantes a convertirse en el candidato dem¨®crata de las elecciones estadounidenses de noviembre de 2004 mantuvieron en la madrugada de ayer (hora espa?ola) un debate de guante blanco en el que pr¨¢cticamente todas las cr¨ªticas se las llev¨® el futuro adversario y presidente, George W. Bush. Buena parte de esas cr¨ªticas se refirieron a la econom¨ªa y a Irak: "Este presidente es un fracaso pat¨¦tico", asegur¨® el congresista Dick Gephardt, mientras que el senador John Kerry habl¨® del "fracaso de liderazgo internacional". No hubo vencedores en el debate.
La larga carrera electoral es a¨²n m¨¢s larga para estos candidatos, porque dos de cada tres estadounidenses son incapaces de mencionar ni siquiera uno de los nombres en liza.
Los candidatos esbozaron sus diferencias en asuntos nacionales, pero el debate no despej¨® las dudas sobre qui¨¦n va a ser el rival de Bush el pr¨®ximo a?o. No hubo sangre -demasiado pronto para ello, y faltaba adem¨¢s, por problemas con el avi¨®n que deber¨ªa haberle llevado a Nuevo M¨¦xico, sede del debate, el m¨¢s bronquista de los nueve, el reverendo negro Al Sharpton- porque ninguno de los participantes quiso poner la proa al candidato m¨¢s atractivo: Howard Dean, la estrella -por el momento- de las bases dem¨®cratas m¨¢s activas y de los medios. Bush sirvi¨®, por lo tanto, como elemento unificador de un Partido Dem¨®crata dividido y desorientado, pero con el est¨ªmulo que proporcionan los puntos d¨¦biles de la Casa Blanca: una econom¨ªa incierta y una situaci¨®n de desorden total en Irak. Por primera vez acaba de aparecer en los sondeos una mayor¨ªa de estadounidenses favorable a que haya un cambio de inquilino en la Casa Blanca.
En la oleada general de cr¨ªticas a la ausencia de planeamiento en Irak, todos condenaron el manejo internacional de la crisis por parte de la Casa Blanca. Para Kerry, "Bush fracas¨® en la diplomacia, se apresur¨® en ir a la guerra en contra de nuestros consejos, y quien siembra vientos...". En opini¨®n del senador John Edwards, Bush no dijo la verdad "ni sobre los costes ni sobre los riesgos" de la misi¨®n en Irak. Para Dean, el presidente "tiene ahora que volver a la gente que humill¨®, a nuestros aliados... Ahora necesitamos ayuda, qu¨¦ sorpresa". El antiguo gobernador de Vermont record¨® oportunamente que ¨¦l se opuso a la guerra desde el principio y que es partidario del env¨ªo de fuerzas internacionales y de que "nuestras tropas vuelvan a casa" .
En contra estuvo el senador y ex candidato a la vicepresidencia, Joe Lieberman, que defendi¨® su apoyo a Bush en la preguerra y la guerra, pero critic¨® la improvisaci¨®n "que est¨¢ exponiendo a nuestras fuerzas a cada vez mayores peligros" y pidi¨® el env¨ªo de m¨¢s tropas "para la seguridad de los soldados que est¨¢n all¨ª ahora". Kerry, el hombre que se ha visto comer el terreno por Dean, defendi¨® tambi¨¦n la justeza de la causa b¨¦lica, pero se mostr¨® contrario al env¨ªo de tropas: "Ser¨ªa lo peor, no podemos dar una impresi¨®n mayor a¨²n de ocupaci¨®n".
La econom¨ªa ocup¨® buena parte del resto del debate, con el elemento com¨²n, de nuevo, de las cr¨ªticas a Bush -"poderoso fracaso del presidente", en palabras de Lieberman-, pero con m¨¢s diferencias de las que hubo sobre Irak. Gephardt y Dean proponen que se anulen los recortes fiscales de Bush y que se aborde con seriedad el problema de la cobertura sanitaria nacional. Pero Kerry y Lieberman defendieron los recortes que est¨¢n beneficiando a las clases medias. A cargo de Lieberman estuvo tambi¨¦n el ¨²nico alfilerazo de la noche contra Dean: si se aplicaran las ideas que ¨¦l defiende en la producci¨®n y el comercio internacional -exigir en todas partes las garant¨ªas sociales y laborales de EE UU- se perder¨ªan millones de empleos y "la depresi¨®n de Bush se ver¨ªa sucedida por la depresi¨®n de Dean". Dean matiz¨® su postura y Lieberman se congratul¨® por ello.
El estancamiento en la creaci¨®n de empleo fue otro de los grandes temas del debate y ocasi¨®n para un par de chistes. El circunspecto Kerry dijo que los ¨²nicos puestos de trabajo creados por Bush eran "los de las nueve personas que aspiramos a ser presidentes". Edwards dijo que la ¨²nica frase que Bush sabe en espa?ol "es la que utiliza para referirse a los empleos: Hasta la vista". La ¨²nica candidata dem¨®crata, la ex senadora negra Carol Moseley Braun, pidi¨® igualdad salarial entre hombres y mujeres.
En defensa de Bush, y como valoraci¨®n del debate, el presidente del Partido Republicano, Ed Gillespie, dijo que "lo ¨²nico que les une es su negativismo y sus ataques contra el presidente".
Zinni: ?otro Vietnam?
Anthony Zinni, general en la reserva, ex responsable militar estadounidense para Oriente Pr¨®ximo y asesor del Departamento de Estado, ha unido su voz a la de los que critican la improvisaci¨®n en Irak. En un discurso en presencia de cientos de oficiales en Arlington, al lado de Washington, Zinni asegur¨® que "corremos el riesgo de fracasar". "No hay ni la estrategia ni los mecanismos para poner las piezas juntas", seg¨²n Zinni, que no se cort¨® al recordar el fantasma de Vietnam, la guerra en la que ¨¦l particip¨® y en la que fue gravemente herido: "Nuestros sentimientos, nuestras sensibilidades, se forjaron en los campos de batalla de Vietnam, en donde escuchamos la basura y las mentiras y contemplamos el sacrificio. Os pregunto: ?est¨¢ ocurriendo de nuevo?".
Los comentarios de Zinni resultaron especialmente chocantes al provenir de alguien que respald¨® la candidatura presidencial de Bush en las pasadas elecciones, poco despu¨¦s de retirarse -aunque a¨²n presta servicios como asistente del Departamento de Estado en las pol¨ªticas antiterroristas en Indonesia y Filipinas-, pero ya manifest¨® p¨²blicamente sus reservas antes del conflicto en Irak. Critic¨® especialmente la decisi¨®n de dar al Pent¨¢gono el papel protagonista en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs: "?Por qu¨¦ demonios tiene el Departamento de Defensa que ocuparse de la reconstrucci¨®n de Irak?", se pregunt¨® en enero. "No tiene sentido".
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