Paisanos de polic¨ªa
Vecinos de Montequinto, en Sevilla, planean organizar patrullas urbanas para luchar contra la inseguridad
Muchas madres de la calle S¨¦neca del barrio de Montequinto, en la localidad sevillana de Dos Hermanas, bajan por la tarde temprano a la plaza para ocupar los bancos antes que "la juventud". La mayor¨ªa de los d¨ªas, asegura Asunci¨®n Gonz¨¢lez, de la Plataforma por la Mejora de Montequinto, acaban subi¨¦ndose con los ni?os a casa antes de tiempo, asustadas por las peleas que se organizan entre los chavales o por las motos que rugen entre ni?os y ancianos por en medio de la plaza.
"Es peligroso", insiste Gonz¨¢lez, quien sostiene que en el barrio son tambi¨¦n "muy, muy habituales" las agresiones con arma blanca, los robos en viviendas y coches, y los actos vand¨¢licos nocturnos. Los vecinos de la zona amenazan estos d¨ªas con formar patrullas ciudadanas para velar por su seguridad, una medida que para algunos, como la presidenta de la federaci¨®n provincial de asociaciones de vecinos o el Ayuntamiento de Dos Hermanas, es una desaconsejable manera de tomarse la justicia por su mano, mientras que para otros, como Asunci¨®n Gonz¨¢lez, es una reacci¨®n comprensible al "desamparo" que sienten los residentes de Montequinto.
Este barrio de 30.000 habitantes es la zona de trabajo de 14 polic¨ªas locales, que se reparten en turnos de siete horas a raz¨®n de dos patrullas por la ma?ana, una por la tarde y otra por la noche. El concejal del ramo, Francisco Morales Zurita (PSOE), insiste en que sus agentes est¨¢n para regular el tr¨¢fico y hacer cumplir las ordenanzas municipales, pero que la seguridad ciudadana es competencia exclusiva del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
"Cuando ocurre algo, nosotros llamamos a la polic¨ªa nacional y colaboramos siempre con ellos", subraya Morales. En la mayor¨ªa de las ocasiones, los efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa se desplazan a Montequinto desde Dos Hermanas, a ocho kil¨®metros por carretera. "Mientras", insiste el concejal, "los locales est¨¢n haciendo un trabajo que no les corresponde". Hace 25 a?os, recuerda Morales, Dos Hermanas ten¨ªa 100 polic¨ªas nacionales para sus 50.000 habitantes. Hoy, s¨®lo 50 agentes para una poblaci¨®n que supera las 100.000 personas.
No obstante, el concejal no comparte la iniciativa vecinal de formar patrullas ciudadanas. "Ser¨ªa mejor que pidieran una reuni¨®n con el subdelegado del Gobierno para exigir m¨¢s polic¨ªas. Nosotros les acompa?ar¨ªamos", afirma Morales, quien recuerda que el Ayuntamiento cedi¨® al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa un local en Montequinto para que instalaran una oficina justo al lado de la de la Polic¨ªa Local, "pero est¨¢ pr¨¢cticamente en desuso por falta de efectivos".
Desde la Delegaci¨®n del Gobierno en Sevilla ratifican la existencia de ese local, pero puntualizan que no es que est¨¦ casi en desuso, sino que est¨¢ completamente cerrado desde hace cuatro a?os. "La Polic¨ªa Local la cedi¨® en 1999 por si hac¨ªa falta. Se us¨® unos meses, pero se cerr¨® ese mismo a?o", explican fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno. Estas mismas fuentes afirman que no hay ning¨²n agente del cuerpo nacional destinado en exclusiva a Montequinto, pero que las patrullas policiales recorren a diario este barrio.
El concejal de Polic¨ªa Local, sin embargo, sostiene que s¨®lo "de vez en cuando" se ve por la zona alg¨²n polic¨ªa a caballo, y que, por la noche, "hay una patrulla local, pero ninguna nacional". Asunci¨®n Gonz¨¢lez, la presidenta de la Plataforma por la Mejora de Montequinto, asegura que s¨®lo durante los d¨ªas que dur¨® el encierro de inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide, entre mayo y agosto de 2002, se apreci¨® presencia policial en el barrio, situado en frente de la Universidad. "Despu¨¦s no se ha vuelto a ver ninguno", asegura Gonz¨¢lez.
Caer en la ilegalidad
La representante vecinal entiende que las patrullas ciudadanas no son la mejor soluci¨®n para acabar con la inseguridad, pero asegura que "si las administraciones no responden" su plataforma apoyar¨¢ la iniciativa. "No queremos caer en ninguna ilegalidad, pero tampoco vamos a abandonar a los vecinos a su suerte", advierte Gonz¨¢lez. No es la primera vez que se escucha hablar de patrullas ciudadanas en Sevilla. El a?o pasado, los vecinos de Sevilla Este obligaron a cambiarse de sitio a las prostitutas que ejerc¨ªan en el barrio, y algunos residentes de la zona de Viapol se organizaron para patrullar las noches de los fines de semana e intentar acabar con los botellones.
Asunci¨®n Gonz¨¢lez asegura, no obstante, que "la polic¨ªa no es el ¨²nico problema" de Montequinto. El fracaso escolar, el desempleo y las drogas son, seg¨²n Gonz¨¢lez, lacras que van en aumento en el barrio, y, ante las que el Ayuntamiento, asegura, "no hace nada". "El Ayuntamiento es muy rico, pero se dedica a hacer obras fara¨®nicas en vez de invertir dinero en educaci¨®n, formaci¨®n profesional y trabajo para los j¨®venes", sentencia Gonz¨¢lez.
El barrio de en medio
El barrio de Montequinto naci¨® a principio de los a?os setenta con una primera fase de 300 viviendas. Hoy es ya una ciudad dentro de la ciudad. Un barrio en el que viven m¨¢s de 30.000 personas, casi el doble que hace 5 a?os.
Sus vecinos est¨¢n a cuatro kil¨®metros por carretera de Sevilla, pero a ocho de Dos Hermanas, a cuyo t¨¦rmino municipal pertenecen. Algunos, dicen, se sienten en tierra de nadie.
Para el reparto de farmacias nocturnas de guardia, por ejemplo, Montequinto se considera dentro de la zona de alcance de Sevilla capital. De forma que sus 35.000 vecinos apenas cuentan con este servicio un par de veces al mes. El pasado 16 de julio, les remitieron sus quejas a la Consejer¨ªa de Salud y al Colegio de Farmac¨¦uticos, que se han comprometido a modificar a partir de enero la situaci¨®n actual de forma que aumente el n¨²mero de farmacias de la zona y, con ellas, se mejore el servicio de guardia.
Asimismo, una de las quejas m¨¢s repetidas en el barrio es la deficiente conexi¨®n mediante transporte p¨²blico con Sevilla, y, sobre todo, con Dos Hermanas, con la que est¨¢n incomunicados durante las tardes de los fines de semana o de las vacaciones escolares.
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