Masa cerebral
Dec¨ªamos ayer, en la l¨ªnea de salida de un veraneo que enga?osamente se promet¨ªa largo, que ganduler¨ªa y lucha contra el sobrepeso corporal presentaban una incompatibilidad manifiesta, de manera que conven¨ªa aceptar cierto plus de tocino como efecto adverso de la deseada vacaci¨®n. Sensu contrario, tambi¨¦n queda demostrado que la cal¨® hace adelgazar la psique socarrando tantos circuitos cerebrales que el inevitable doctor Montoro ha relacionado la narcolepsis de origen climatol¨®gico con este exagerado derramamiento de sangre en las carreteras. Causa o consecuencia, se me ocurren unos cuantos fen¨®menos extra?os (aparte de los que destrozan el aparador de esa pobre familia de Elda) que podr¨ªan estar relacionados con la p¨¦rdida de masa en aquella parte del enc¨¦falo, otrora descrita como entidad viva y flexible. Repasando por encima la actualidad estival oteada desde la holganza recordamos incendios, venta de suelo p¨²blico en el Montg¨®, una probable destroza de Les Marines y Vall de la Gallinera, y que los obreros se han seguido cayendo del andamio. Hemos visto contratar para los abortos a m¨¦dicos privados (?catalanes, de la abortada eurorregi¨®n!) y confirmar a Villaescusa en RTVV "por transparente y eficaz". O soltar al acusado de un triple crimen por atasco judicial, mientras el ministro Acebes explicaba la sobredosis de asesinatos con que "el Estado de derecho provoca consecuencias indeseables" (sic). Pero "lo nuestro", lo de los valencianos versi¨®n PP, es rendir pleites¨ªa a una sacralizada Constituci¨®n ?el 9 d'Octubre! En el ¨¢mbito de la pol¨ªtica partidista tampoco ha quedado mal la convenci¨®n sucesoria de aznar¨®patas. O la renovada epidemia de zaplalatr¨ªa, redoblado el fervor despu¨¦s de que, aut¨¦ntica novedad, el maniqu¨ª de Cartagena portavocee (?cruzando los dedos dentro del bolsillo?) que el gobierno no va a mentirnos m¨¢s, palabrita del ni?o Jes¨²s.
Jes¨²s, qu¨¦ torrido va viniendo el oto?o, metidos en una guerra de la que no se habla (ser¨¢ para no enga?ar) y con un Guerra (que s¨ª habla) descojonando a Zapatero con la ocurrencia del maripos¨®n. Que ustedes lo metabolicen bien.
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