Abu Mazen deja el Gobierno palestino
El primer ministro dimite ante la negativa del presidente Yasir Arafat a cederle el poder
El primer ministro palestino, Abu Mazen, cumpli¨® ayer sus recientes amenazas y present¨® su dimisi¨®n ante el presidente, Yasir Arafat, quien por ley dispone de varias semanas para tomar una decisi¨®n firme al respecto. A pesar de su renuncia, todav¨ªa cabe la posibilidad de que Abu Mazen vuelva a encabezar un nuevo Ejecutivo si Arafat acepta sus condiciones. En caso contrario, se abrir¨ªa un proceso de nombramiento de un nuevo primer ministro que ralentizar¨ªa a¨²n m¨¢s la llamada Hoja de Ruta. El moribundo plan de paz podr¨ªa haber quedado visto para sentencia si el Ej¨¦rcito israel¨ª hubiera consumado ayer su intento de asesinar al l¨ªder espiritual de Ham¨¢s, el jeque Ahmed Yas¨ªn.
Dos d¨ªas despu¨¦s de dejar aparcada una moci¨®n de confianza que pretend¨ªa presentar ante el pleno del Parlamento palestino en una aparente maniobra contemporizadora, Mahmud Mazen, cuyo nombre verdadero es Abu Abbas, desbarat¨® ayer todo el proceso de distribuci¨®n de parcelas de poder dentro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Cuatro horas antes de que tuviera lugar otra sesi¨®n parlamentaria, el primer ministro entreg¨® una carta formal de renuncia a Arafat, dirigi¨¦ndose luego a los diputados para explicar las razones que le hab¨ªan llevado a la dimisi¨®n.
Abu Mazen busca el control total de los servicios de seguridad y de la diplomacia
"Todas las opciones permanecen abiertas", afirma el ministro Saeb Erekat
Una vez terminada la sesi¨®n plenaria, la mayor¨ªa de los legisladores se mostraron esperanzados por la posibilidad de que los dos dirigentes encuentren una soluci¨®n de compromiso durante los pr¨®ximos d¨ªas. "Todas las opciones permanecen abiertas", asegur¨® el nuevo encargado de la cartera de negociaciones con Israel, Saeb Erekat, quien puntualiz¨® que Abu Mazen y Arafat seguir¨¢n negociando para hallar un compromiso. "Sea quien sea el primer ministro, lo importante es que continuamos teniendo un Gobierno interino funcionando, que nuestros interlocutores est¨¢n ah¨ª y que la Hoja de Ruta sigue sobre la mesa", a?adi¨® Erekat en referencia a la aplicaci¨®n del estancado plan de paz promovido por el Cuarteto (EE UU, la UE, Rusia y la ONU).
Por su parte, el ministro de Cultura, Ziad Abu Amr, se mostr¨® condescendiente con la decisi¨®n tomada por Abu Mazen, pero le anim¨® a que la revoque. "Entiendo que se sienta frustrado tras esta experiencia, pero espero que la reconsidere y que esta crisis sirva para crear unas nuevas reglas que marquen la relaci¨®n entre el primer ministro y el presidente", indic¨® Abu Amr, quien lidera los contactos con las organizaciones extremistas para establecer una nueva tregua. Seg¨²n fuentes de su entorno, Abu Mazen s¨®lo estar¨ªa dispuesto a hacerlo en el caso de que Arafat diera por fin su brazo a torcer, transfiri¨¦ndole el control sobre todos los servicios de seguridad y otorg¨¢ndole plenos poderes en las negociaciones diplom¨¢ticas.
Mientras Arafat consulta con los diferentes ¨®rganos de Al Fatah, la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), y la ANP para tomar una decisi¨®n firme sobre qui¨¦n dirigir¨¢ el Ejecutivo, Abu Mazen seguir¨¢ al cargo de un Gobierno interino durante las pr¨®ximas cinco semanas, tal como estipula el art¨ªculo 79 de la actual Ley Fundamental palestina. Seg¨²n otro diputado, Mohamed Hurani, el art¨ªculo 66 confiere al presidente la capacidad de determinar si ser¨¢ el propio Abu Mazen u otro candidato.
"Creo que hemos perdido a un primer ministro honesto que s¨®lo quer¨ªa servir a su pueblo", indic¨® Hurani, quien opin¨® que el reci¨¦n dimitido era el mejor de los posibles, "dado que es el que disfruta de m¨¢s apoyo institucional y exterior". No obstante, tambi¨¦n adelant¨® que Yasir Arafat podr¨ªa estar tanteando a otros candidatos.
Entre ellos se comienzan a barajar tres posibilidades. La primera ser¨ªa el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Salam Fayyad, quiz¨¢s el mejor visto por EE UU. La segunda estar¨ªa representada por el titular de Exteriores, Nabil Shaath, quien tendr¨ªa m¨¢s apoyos por parte de la UE. Y la tercera, por el portavoz del Consejo Legislativo (Parlamento), Ahmed Qureia, tambi¨¦n conocido como Abu Al¨¢, quien a su vez disfrutar¨ªa del mayor apoyo org¨¢nico dentro de las tres instituciones. De cualquier forma, los tres se enfrentar¨ªan a los mismos problemas que ha tenido que afrontar Abu Mazen durante sus m¨¢s de cuatro meses de gobierno: la falta de legitimidad democr¨¢tica y la falta de apoyo popular.
El estancamiento en la aplicaci¨®n de la Hoja de Ruta y tambi¨¦n en el proceso de reestructuraci¨®n del liderazgo de la ANP hacen que cada vez sean m¨¢s las voces que comienzan a solicitar la celebraci¨®n de elecciones generales. Hablando en nombre de la plataforma Iniciativa Nacional Palestina, uno de sus fundadores, el doctor Mustaf Barguti, reiteraba ayer su llamada a la celebraci¨®n de elecciones libres y democr¨¢ticas. "Hay una mayor¨ªa silenciosa que reclama unos nuevos comicios, pues no quieren elegir entre Arafat y Abu Mazen, o entre Ham¨¢s y la Autoridad, sino que quieren que sus vidas comiencen por fin a mejorar", argument¨® Barguti junto a la entrada de la sede del Parlamento.
La celebraci¨®n de elecciones legislativas y presidenciales es uno de los principales puntos de la primera fase del plan de paz promovido por el Cuarteto, que contin¨²a pendiente de su puesta en marcha, a pesar de que la Uni¨®n Europea desplaz¨® un peque?o equipo de observadores a principios de este a?o. La casi constante presencia del Ej¨¦rcito israel¨ª en las ¨¢reas aut¨®nomas palestinas y las operaciones militares que lleva a cabo lo han impedido hasta ahora.
Barguti y otros portavoces de la sociedad civil palestina volvieron ayer a solicitar a la comunidad internacional que intervenga para frenarlas, tal como ha hecho en otras zonas de conflicto, pero hasta el momento se ha encontrado con la oposici¨®n taxativa a este tipo de injerencia por parte del Gobierno israel¨ª.
Solo ante el peligro
A pesar de ser, a sus 68 a?os, un experimentado dirigente del movimiento nacional palestino, Mahmud Abbas, m¨¢s conocido como Abu Mazen, no pod¨ªa anticipar lo que se le ven¨ªa encima cuando acept¨® el regalo envenenado que le ofreci¨® Yasir Arafat. Con un perfil m¨¢s burocr¨¢tico que pol¨ªtico, pues se hab¨ªa curtido en las estructuras de la OLP, fue nombrado primer ministro debido m¨¢s a las presiones occidentales e israel¨ªes, que a la iniciativa de Arafat.Por este motivo, su liderazgo naci¨® viciado desde un primer momento, en que Arafat estuvo permanentemente bregando con ¨¦l por el control de los servicios de seguridad, de las finanzas p¨²blicas y de las negociaciones diplom¨¢ticas.
Pero tal como expuso ¨¦l mismo en su discurso de ayer ante el pleno del Consejo Legislativo, Arafat no fue la ¨²nica causa de su fracaso. Tambi¨¦n contribuy¨® el Gobierno israel¨ª. Los asesinatos selectivos, las operaciones militares, la precariedad de las excarcelaciones de presos pol¨ªticos y de seguridad, la reticencia a congelar la construcci¨®n de los asentamientos y a retirar al Ej¨¦rcito a las l¨ªneas previas al estallido de la Intifada dejaron a Abu Mazen sin ning¨²n tipo de apoyo popular. Asimismo, el diletantismo mostrado por los miembros del Cuarteto, especialmente por EE UU, a la hora de conseguir que se aplique la Hoja de Ruta, le restaron legitimidad.
Su mayor logro fue que los grupos extremistas isl¨¢micos firmaran una tregua, que dur¨® 51 d¨ªas durante sus cuatro meses de gobierno. Pero el atentado perpetrado por Ham¨¢s el 19 de agosto, causando 22 muertos y m¨¢s de cien heridos, acab¨® con el alto el fuego. Cuando el Gobierno israel¨ª opt¨® por reaccionar asesinando a los jefes de Ham¨¢s, en vez de esperar a que Abu Mazen ordenara actuar a sus fuerzas de seguridad, le coloc¨® en una situaci¨®n insostenible, cuya ¨²nica salida era presentar su dimisi¨®n.
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