Desvalijados en la piscina
Hace unas semanas les escrib¨ª denunciando muy educadamente el desvergonzado desvalijamiento de que fuimos v¨ªctimas un amigo finland¨¦s y yo a principios de julio en la piscina municipal de La Elipa, ocasi¨®n en que el responsable del guardarropas de ese establecimiento entreg¨® gratis et amore y sin comprobante alguno todas nuestras pertenencias al primer advenedizo "amigo de lo ajeno" que tuvo la feliz ocurrencia de intentar apropi¨¢rselas.
Por un capricho del azar, el mismo 11 de agosto en que apareci¨® publicada mi carta recib¨ª una notificaci¨®n firmada siete d¨ªas antes por el jefe del Servicio de Control de Calidad del Instituto Municipal de Deportes madrile?o en la que se me dec¨ªa: "De la informaci¨®n obtenida por este Servicio de Control de Calidad (...) no se han detectado indicios que demuestren lo denunciado por usted, comprob¨¢ndose que la actuaci¨®n del personal en Servicio (...) fue en todo momento conforme a la normativa". Lo cual, seg¨²n deduzco, significa una de estas dos cosas: o bien que yo miento como un bellaco o bien que la expropiaci¨®n por m¨ª denunciada se produjo de acuerdo con y ajust¨¢ndose a "la normativa" vigente en el ramo de piscinas. En todo caso, se me comunicaba abiertamente "la imposibilidad" de concederme lo solicitado en mi reclamaci¨®n, a saber: la devoluci¨®n de lo nuestro, al menos en su traducci¨®n eur¨ªstica o dineraria.
Mas hete aqu¨ª que, tras la publicaci¨®n de mi prudent¨ªsimo escrito en EL PA?S, he recibido otro comunicado, firmado el 21 de agosto por el mismo y precitado jefe del Servicio, en el que se me hace saber que en realidad, y pese a la susodicha y ya mentada "imposibilidad", el Instituto Municipal de Deportes est¨¢ intentando "tramitar la posibilidad de una indemnizaci¨®n, siendo necesario disponer de las facturas de los bienes reclamados"... Obs¨¦rvese la desigualdad en el trato: al caco, a la hora de llevarse nuestras cosas, no le pidieron justificante alguno; a m¨ª, en cambio, a la hora de "tramitar la posibilidad de etc.", se me exigen las correspondientes facturas. Me he puesto a buscarlas con mucho af¨¢n. Por desgracia, de momento s¨®lo he conseguido localizar la de los calzoncillos... Veremos en qu¨¦ acaba el negocio.
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