La obra dram¨¢tica y rabiosa de Millares llega a Nueva York

El Chelsea Art Museum inaugur¨® ayer Luto de Oriente y Occidente, una amplia retrospectiva de Manolo Millares. La obra del pintor vuelve a Manhattan casi treinta a?os despu¨¦s de que la galer¨ªa Pierre Matisse le organizara un homenaje en 1974, a los dos a?os de su muerte. "Millares estaba obsesionado con la guerra. Le hubiera gustado que sus cuadros vinieran a esta ciudad, donde ocurrieron los atentados", dijo ayer Eva Millares, hija del pintor.

"Creo que es especialmente interesante mover su obra fuera, en un mundo que est¨¢ como est¨¢", coment¨® ayer su hija que viaj¨® a Nueva York para presentar la muestra, de la que es adem¨¢s comisaria. "Su obra es una dram¨¢tica denuncia de los disparates de la humanidad".

"Lo m¨¢s halagador es ver que la gente joven se interesa por ella", coment¨® su viuda, Elvireta Escobio. "Es como si no hubiera pasado el tiempo". Record¨® tambi¨¦n la ¨²ltima visita de Millares a Nueva York, en 1965, a casa de su amigo y marchante, Pierre Matisse. "Le alucinaba esta ciudad, pero no puedo decir que influyera en ¨¦l".

Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid, 1972) se inspir¨® en la idiosincrasia canaria y luego en los paisajes del S¨¢hara para crear superficies pict¨®ricas, de vol¨²menes casi escult¨®ricos, de gran intensidad emocional. La muestra cuenta con 40 obras, 17 arpilleras y 19 obras sobre papel realizadas por el pintor desde los a?os cincuenta hasta el a?o de su muerte en 1972. La primera etapa empieza con una serie de muros prehist¨®ricos, las pictograf¨ªas, que marcan la definitiva evoluci¨®n de Millares desde un surrealismo figurativo a un surrealismo puramente abstracto. Piezas como Mosaico (1953) anuncian el periodo de los muros y perforaciones.

Con la fundaci¨®n del grupo El Paso, a finales de los cincuenta, el pintor, con sus arpilleras, fue expresando cada vez m¨¢s violencia y rabia y cambiando los colores hacia una cromatismo reducido, b¨¢sicamente blanco y negro y ocasionalmente rojo. Los setenta culminan con el Gran tr¨ªptico, donde el elemento gr¨¢fico invade cada vez m¨¢s la superficie.

"La exposici¨®n no es exactamente una antolog¨ªa porque quer¨ªa centrarme en las obras m¨¢s maduras, las m¨¢s interesantes, que realiz¨® a partir de la segunda mitad de los a?os cincuenta y muy especialmente en sus obras blancas", coment¨® la comisaria. "Muchas teor¨ªas aseguran que es una victoria de la luz y del optimismo. Yo tengo una lectura completamente diferente. El blanco es el luto, la bomba at¨®mica, la calcinaci¨®n, el blanco es a¨²n m¨¢s tremendo que el negro de la Espa?a negra. Es una etapa que tambi¨¦n coincide con su enfermedad". Miralles muri¨® de un tumor cerebral a los 46 a?os, en pleno apogeo creativo.

"Cuando busqu¨¦ en los papeles de mi padre encontr¨¦ muchos escritos muy interesantes pero especialmente una frase, en un viejo papel arrancado de un cuaderno, que me dio la idea del t¨ªtulo para la exposici¨®n: 'Como la rabia de Goya, lo negro y el espacio blanco, el luto de Oriente y Occidente", explic¨® Eva Miralles. "Goya tuvo una influencia muy grande sobre su obra, le impact¨® mucho desde peque?o".

Las obras en blanco fueron las m¨¢s dif¨ªciles de conseguir al estar dispersadas entre varios coleccionistas y museos, aunque la mayor parte de lo expuesto procede de la colecci¨®n privada de la familia del pintor, que normalmente est¨¢ en la colecci¨®n permanente de la Fundaci¨®n Antonio P¨¦rez, en Cuenca.

"Las obras ofrecen en su conjunto un resumen de la iconograf¨ªa monstruosa fabricada por el pintor para representar al hombre: hom¨²nculos, personajes ca¨ªdos, neanderthalios, antropofanautas... seres recosidos y aderezados en su propia miseria", resalta Eva Millares en el cat¨¢logo de la exposici¨®n que tambi¨¦n cuenta con un DVD que recoge una filmaci¨®n, realizada a principios de los setenta, en la que se ve al pintor elaborando una de sus obras.

La muestra, que estuvo en Tokio y se trasladar¨¢ a Se¨²l en noviembre, se enmarca en el programa lanzado en febrero de 2002 por el Ministerio de Asuntos Exteriores para promocionar el arte espa?ol en el extranjero. "Con este programa que empez¨® en Estrasburgo, con un recorrido por la obra de Antonio Saura, ya hemos organizado un total de 22 exposiciones en 19 pa¨ªses", indic¨® ayer el director general de Relaciones Culturales y Cient¨ªficas, Jes¨²s Silva.