Variantes del donjuanismo
Desde el primer plano de esta sofisticada, provocadora y hasta un punto irritante comedia amorosa, en el que vemos a una rutilante joven, Barbara Novak (Ren¨¦e Zellweger), salir de la Central Station de Nueva York para meterse en el coraz¨®n de la urbe, estamos advertidos sobre el juego que se nos propone: con su modelo ajedrezado y su sombrerito a tono, reci¨¦n salida de una portada de Vogue versi¨®n 1961, Novak refleja tanto una ¨¦poca, esos alargados a?os cincuenta en que transcurre la acci¨®n, como un tipo de mujer. Alguien que pudo existir en la realidad, pero que est¨¢ inequ¨ªvocamente creada con los moldes de innumerables prototipos cinematogr¨¢ficos.
?se es el juego: el evocar, pero mejor a¨²n, el servirse de todos los clich¨¦s que asociamos con la gran comedia amorosa de Doris Day y Rock Hudson, las espl¨¦ndidas creaciones de Frank Tashlin, algunos de los m¨¢s inspirados t¨ªtulos de George Cukor, para abordar el viejo tema de la guerra de sexos. Pero para hacerlo no tanto desde la mentalidad de la ¨¦poca en que la acci¨®n se sit¨²a, tiempos en los que un periodista de investigaci¨®n pod¨ªa ser tambi¨¦n un noct¨¢mbulo play-boy, en que las azafatas eran el s¨²mmum de la modernidad y en que las mujeres comenzaban a ser algo m¨¢s que secretarias cualificadas. Sino para plantear supuestos que el cine de entonces dif¨ªcilmente pod¨ªa asumir: la (aparente) puesta en solfa del machismo, la llamada a una igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer, que no estaban en la agenda tem¨¢tica del cine mainstream de entonces.
ABAJO EL AMOR
Direcci¨®n: Peyton Reed. Int¨¦rpretes: Ren¨¦e Zellweger, Ewan McGregor, David Hyde Pierce, Sarah Paulson, Tony Randall. G¨¦nero: comedia, EE UU, 2003. Duraci¨®n: 110 minutos.
Esa estrategia, tan del gusto de cierta posmodernidad cinematogr¨¢fica, ese jugar con la temporalidad para mejor sorprender con el discurso, al tiempo que se rinde un homenaje, entre cari?oso e ir¨®nico, a ese propio envoltorio -personajes, escenograf¨ªas, vestuarios: hay un impresionante trabajo, en este rubro, que firma Daniel Orlandi- que tal vez secretamente se envidia, singulariza al filme, al tiempo que lo integra en el selecto grupo de las pel¨ªculas contempor¨¢neas que abordan el cine americano de esos a?os, tal vez la ¨¦poca m¨¢s fecunda, de mayor apertura tem¨¢tica desde el surgimiento del sistema de estudios. No resulta arriesgado, as¨ª, decir que Abajo el amor es a la comedia de enredos lo que Lejos del cielo, el reciente e impresionante filme de Todd Haynes, es al melodrama.
No obstante, el filme de Peyton Reed est¨¢ muy lejos de los hallazgos formales, pero sobre todo, del riesgo ¨¦tico que asume Haynes. Aqu¨ª todo es m¨¢s leve, y al tiempo, m¨¢s exagerado. Con gui?os a la comedia musical (desde que actu¨® en Chicago, Zellweger no se libra de los numeritos de baile y, sinceramente, no son lo suyo), sarcasmos a costa de un machismo que huele a rancio, pero tambi¨¦n a un feminismo de manual, Reed hace avanzar la trama entre pirotecnias varias. Algunas le salen bien -el juego entre los excelentes secundarios Pierce y Paulson, dos conocidas caras televisivas-, pero en otros se pierde en vericuetos y, sobre todo, en constantes vueltas de tuerca entre Zellweger y McGregor que, al final, terminan agotando la paciencia del respetable. Pero se deja ver por la inteligencia de su puesta en escena, por sus constantes gui?os cin¨¦filos y por cosas tan inasibles como la nost¨¢lgica recreaci¨®n de un mundo de cine en el que la gente cre¨ªa hace s¨®lo un par de generaciones.
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