Circuit abre su edici¨®n m¨¢s ambiciosa con desfiles ecologistas y referencias pict¨®ricas
Gaud¨ª reflexiona sobre la importancia de potenciar la cantera de los j¨®venes dise?adores
La octava edici¨®n del Circuit abri¨® ayer con los desfiles de Mir¨® Jeans en los Jardines de la Universidad Central y de Parnasse en la sala Apolo, con un list¨®n de calidad que se anuncia alto y lleno de sorpresas, referencias culturales precisas y verdadera moda de vanguardia. Por otra parte, Gaud¨ª entra en su recta final con los desfiles de J+G, ?ngel Vilda y Joaquim Verd¨², entre otros. Hoy el inter¨¦s se centra en la ma?ana del Pabell¨®n Italiano con el Colectivo de J¨®venes Dise?adores, donde, en principio, debe explorarse la cantera de futuros dise?adores y creadores de moda.
El otro dise?ador belga invitado por primera vez a Barcelona es Haider Ackermann. Su colecci¨®n fue fr¨ªa y muy calculada, hasta el hieratismo. Sus mujeres parec¨ªan evocar el kolj¨®s y las estepas; iban serias y con los ojos falsamente humedecidos. La ropa iba del negro y el gris al plata, se hac¨ªa densa o transparente, pero siempre recorrida por un viento helado y desolador, acaso con un mensaje de los tiempos duros por venir.
Muy diferente lo que se vio a continuaci¨®n: la est¨¦tica de los a?os ochenta y los colores impactantes deslumbran en Gaud¨ª de la mano de la dise?adora Mireya Ruiz, que expuso una colecci¨®n de impacto visual por lo osado de sus dise?os y por la elecci¨®n de los colores. Despu¨¦s, ?ngel Vilda da un paso en falso apeg¨¢ndose a hallazgos ajenos y con soluciones confusas, mientras Joaquim Verd¨² vuelve a demostrar su habilidad con el punto. Antes, J+G, con dise?os muy elaborados, no entraron en el cuadro de tendencias y se retroalimentaron con su propia infancia, all¨¢ por los cincuenta, rescatando vestidos ajustados en cintura y faldas vaporosas.
Volviendo a Mireya Ruiz, su acierto est¨¢ en proponer un estilo de mujer muy atrevido e inspirado en la est¨¦tica del glam rock de los a?os ochenta, vali¨¦ndose de los tejidos que arrasaron en aquella d¨¦cada (cuadro pr¨ªncipe de gales, rayas, estampados adamascados sobre lino y algod¨®n), de las fibras sint¨¦ticas, punto de acetato o l¨¢tex, consigue trasladar a sus seguidores incondicionales al punki y al underground, con estampaciones de la cara de David Bowie en sus camisetas y dando siluetas definidas y juegos volum¨¦tricos, que consigue deformando la estructura de la prenda, formulando drapeados y asimetr¨ªas. Usa Ruiz colores, juego de blancos y negros, rojo, azul el¨¦ctrico y grises combinados con rosa y amarillo ¨¢cido, guiada por ese instinto sensual y exhibicionista, llega a ser elegante dentro de su estilo.
Estilo tribal
El desfile de Mir¨® Jeans abri¨® el programa Circuit 8 en los jardines de la Universidad Central. Su propuesta, que se ajusta a la imposici¨®n colorista de las nuevas tendencias, compone un canto a la est¨¦tica tribal africana; adem¨¢s del color, destacan los estampados inspirados en la luz y la vegetaci¨®n aut¨®ctona, complementos de inspiraci¨®n masai y serigraf¨ªas de rostros nubios, que enlazaban con un estilismo glorioso hasta lo po¨¦tico dentro de una gama asociada a la naturaleza y la tierra.
La ropa de Mir¨® Jeans es altamente sofisticada, una imbricaci¨®n que imagina y reivindica las desigualdades del mundo actual trav¨¦s de pantalones b¨®er, cors¨¦s grabados y tintados, t¨²nicas vol¨¢tiles y un deseo de que lo ¨¦tnico sea raz¨®n y no pretexto.
En la sala Apolo debut¨® a continuaci¨®n Parnasse, un t¨¢ndem formado por los barceloneses Susana Escolano y Dante Ant¨®n. Otra sorpresa. La colecci¨®n, de conmovedora simplicidad y modestia, se inspira en las musas del Par¨ªs de entreguerras y s¨®lo se vio mermada por detalles de un novato estilismo que le quit¨® seriedad a algunas salidas. Parnasse acude a Kiki, la musa y amante de Man Ray, y a otras mujeres legendarias de aquellos a?os, y hace que las modelos se transformen en ellas o su evocaci¨®n desde la ¨®ptica actual. Con factura de acabados cuidadosos, asociaci¨®n de tonos rosados (del veneciano al salm¨®n), el lino y los algodones muy planchados y serigraf¨ªas florales, la colecci¨®n cumple en unidad y en inventiva hasta que empezaron a verse ciertos excesos atribuibles a su poca experiencia: un exceso de lacer¨ªa en raso rojo tomate, adornos florales, esclavinas dobles de tul y escarapelas rojas de solapa que no lograban integrase en las prendas ni ten¨ªan justificaci¨®n.
Ya en la tarde, Divinas Palabras dio muestra de madurez estil¨ªstica, de poder manejar su concepto, fuerte y neog¨®tico a la vez, atrevido y no exento de un discurso interior en que convive sensualidad y una atrayente invitaci¨®n a la transgresi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.