Pactos de inmigraci¨®n

No es el pacto sobre la inmigraci¨®n que quer¨ªa el PSOE, similar al que gobiernos de otros pa¨ªses europeos con fuerte presi¨®n migratoria han propiciado con las fuerzas pol¨ªticas y los agentes sociales, pero el acuerdo alcanzado por el PP y el PSOE sobre la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa -la tercera en apenas tres a?os de vigencia- tiene el m¨¦rito de romper la incomunicaci¨®n entre ambos partidos y de aproximar su posici¨®n en aspectos parciales de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n.

El inter¨¦s del PSOE en mejorar una ley del Gobierno, a pesar de su desacuerdo de fondo con ella y de que algunos de sus art¨ªculos m¨¢s caracter¨ªsticos est¨¦n recurridos ante el Constitucional, es un ejercicio de responsabilidad pol¨ªtica. Que el Gobierno haya rechazado un pacto institucional desde la presuntuosa creencia de que s¨®lo ¨¦l tiene las recetas v¨¢lidas no exime a la oposici¨®n de intentar corregir derivas peligrosas. Al fin, el Ejecutivo ha decidido hacer un ejercicio de realismo pol¨ªtico al buscar la complicidad del principal partido de la oposici¨®n en un asunto que se complica por momentos y que, adem¨¢s de una ley m¨ªnimamente consensuada, exigir¨¢ acuerdos entre todas las administraciones p¨²blicas.

La aceptaci¨®n por el PP de 20 enmiendas del PSOE a la tercera reforma de esta ley parece significar un cambio de actitud del Ejecutivo. Sobre todo si se tiene en cuenta que su prop¨®sito inicial era trasladar sin m¨¢s a la Ley de Extranjer¨ªa los art¨ªculos de su reglamento abolidos por el Supremo por extralimitarse en la restricci¨®n de derechos fundamentales. Las enmiendas del PSOE no cambian la naturaleza ni la orientaci¨®n fuertemente restrictiva de derechos de la Ley de Extranjer¨ªa, pero abren algunos portillos a la inmigracion legal, como la concesi¨®n de un visado de tres meses de duraci¨®n para b¨²squeda de empleo, la autorizaci¨®n de residencia temporal en casos de arraigo o de colaboraci¨®n con la justicia y la ampliaci¨®n del reagrupamiento familiar a hijos menores o discapacitados del inmigrante regularizado.

La lucha contra la inmigraci¨®n irregular y las mafias que trafican con ella -una bandera com¨²n de la que en modo alguno puede apropiarse el Gobierno- no pasa s¨®lo por medidas represivas directas, como sancionar a las compa?¨ªas a¨¦reas que no informen sobre sus clientes que viajan a Espa?a y no hacen uso del billete de vuelta. Pasa tambi¨¦n por abrir otras v¨ªas efectivas a la inmigraci¨®n legal, reducidas en la actualidad al deficientemente gestionado cupo anual de mano de obra extranjera. La pol¨ªtica del Gobierno deber¨¢ mejorar mucho en este aspecto si los Quince acuerdan en su reuni¨®n de hoy en Roma establecer una cuota de inmigraci¨®n legal para toda la UE a partir de la cuota nacional que determine cada pa¨ªs miembro.