Fot¨®grafos, observadores, poetas y geometr¨ªas
"HE ELEGIDO aquellas im¨¢genes que me estimulan, me alegran o me conmueven. Fot¨®grafos comprometidos, poetas, ge¨®metras o simples observadores con talento..., la lista es larga y se necesitar¨ªan varias exposiciones para presentarlos a todos", dice Cartier-Bresson en el pre¨¢mbulo de la muestra Al gusto de Cartier-Bresson (HCB), en la que se decanta por una intrahistoria personal del medio, y lo hace s¨®lo por sus afinidades electivas. Teniendo en cuenta su timidez y discreci¨®n, el valor de esta colecci¨®n, en la que se inclina por lo concreto de la obra del autor singular, nos imaginamos, los que lo conocemos, que para ¨¦l supone un acto de cierta violencia, como romper un cristal ¨ªntimo al expresar una opini¨®n, en primera persona y con nombres propios. Cartier-Bresson es eminentemente reservado, entra y sale as¨ª del territorio de lo privado y lo hace tanto con su imagen como con la opini¨®n y distancia cr¨ªtica respecto a los dem¨¢s, especialmente con sus colegas y las percepciones que le producen las corrientes de ¨²ltima instancia. Quiz¨¢ sea ¨¦sta la mayor virtud con la que la flamante fundaci¨®n que lleva su nombre ha arrancado con apuestas arriesgadas como ¨¦sta, que desvela historias b¨¢sicas para el conocimiento de la foto del siglo XX, estando en vida el propio fundador. No olvidemos que estamos siguiendo la hoja de ruta de las afinidades, y por qu¨¦ no, lo vigente de las influencias del gran maestro de la fotograf¨ªa de nuestro tiempo, el que marc¨® un antes y un despu¨¦s de toda una generaci¨®n de los grandes fot¨®grafos del reportaje y el periodismo, haci¨¦ndolo en unos momentos en que la fotograf¨ªa, a¨²n, no estaba segura consigo misma.
En este men¨² que se presentar¨¢ en las salas de CaixaForum figuran instant¨¢neas que no son sino "fotograf¨ªas singulares que pueden ser miradas m¨¢s all¨¢ de unos pocos segundos". Todas participan del denominador com¨²n de un riguroso respeto por lo geom¨¦trico, por un orden que rige matem¨¢ticamente una s¨®lida organizaci¨®n de las formas. Es la obsesi¨®n de Bresson: la geometr¨ªa trasladada desde un objetivo; siempre lo geom¨¦trico aliado con la espontaneidad de lo vital. De aqu¨ª su selecci¨®n de estos 93 registros de autores de todas las ¨¦pocas: Alfred Stieglitz (1864-1946), cuya foto favorita es The Steeraje (1907), el c¨¦lebre icono captado en la cubierta de un barco; las del h¨²ngaro Martin Munkacsi (1896-1963), que trabaj¨® la especialidad de moda en el Harper's Bazaar y Life. Tambi¨¦n, HCB gusta del estilo de creadores tan dispares como Walker Evans, Robert Doisneau o Man Ray. Es decir, el fot¨®grafo h¨²ngaro de ra¨ªces literarias que registr¨®, como ninguno de sus colegas, el teatro de la gran depresi¨®n norteamericana con una ¨®ptica en la que mezclaba la pol¨ªtica con el documentalismo social. Doiesnau (1912-1994), por el contrario, mezcl¨® la foto industrial con la cotidianidad de un Par¨ªs de la resistencia -Picasso de por medio-, sus noches, la espontaneidad del d¨ªa a d¨ªa y el interior de los prost¨ªbulos (tratados con cierta ternura): Man Ray (1890-1976), cuya afinidad con Cartier-Bresson no es de extra?ar por la gran afici¨®n del fot¨®grafo a esa geometr¨ªa a la que nos refer¨ªamos; una de sus fotos favoritas es Kiki, el viol¨ªn de Ingres. Cabe mencionar tambi¨¦n su especial cari?o por contempor¨¢neos como Sebasti?o Salgado, Ren¨¦ Burri, sus inseparables de la agencia Magnum, igual que Robert Capa, Gilles Peress, Abbas, Ferdinando Scianna... u otros que la memoria guarda en el pasado como Lewis Hine, Rodchenko..., que son los personajes que, en palabras de Bresson, enfatizan "el placer de mirar, la sensibilidad, la sensualidad, la imaginaci¨®n, y en general, todo lo que se fragua en el visor de una c¨¢mara y llega al coraz¨®n".
Al gusto de Cartier-Bresson. CaixaForum. Avenida del Marqu¨¦s de Comillas, 6-8. Barcelona. Hasta el 4 de enero de 2004.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.