Garc¨ªa Rodero muestra en Vitoria su trabajo etnogr¨¢fico sobre Hait¨ª
La fotografa se acerca con 80 im¨¢genes a la espiritualidad de un rito religioso marginado
El Centro Cultural Montehermoso de Vitoria inicia su temporada de oto?o pisando fuerte. Ayer inaugur¨® la exposici¨®n 'Rituales en Hait¨ª', de Cristina Garc¨ªa Rodero, recorrido por el sincretismo religioso del pa¨ªs centroamericano en el que el vud¨² pierde cualquier efectismo hollywoodense. La exposici¨®n presenta 80 fotograf¨ªas obtenidas en un trabajo de investigaci¨®n etnogr¨¢fico y art¨ªstico que la fot¨®grafa comenz¨® en 1997 y ha dado un giro a su carrera.
Cristina Garc¨ªa Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) recibi¨® en 1996 el Premio Nacional de Fotograf¨ªa. Y con el galard¨®n adquiri¨® el compromiso de preparar una exposici¨®n para el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte. La fot¨®grafa manchega gozaba ya de una popularidad inusitada en su disciplina gracias a su serie Espa?a oculta, con la que se dio a conocer en 1989, y en la que mostraba su aguda sensibilidad para recoger todos los aspectos de la condici¨®n humana, especialmente las fiestas religiosas y paganas.
En aquellos a?os noventa ya estaba preparando una nueva gran serie de fotograf¨ªas, "a partir de la dualidad del cuerpo y el esp¨ªritu, la tierra y el cielo, lo pagano y lo divino", como ayer explic¨® en Vitoria. En esta nueva reflexi¨®n creadora, Hait¨ª era un cap¨ªtulo importante e inevitable por la conocida presencia de lo espiritual en la vida cotidiana de sus habitantes.
Pero la primera visita, en 1997, le oblig¨® a dar la vuelta al proyecto inicial. Hait¨ª era por s¨ª solo motivo de un trabajo ¨²nico, el que ahora se presenta en Vitoria hasta el 12 de octubre. Cristina Garc¨ªa Rodero recuerda esa decisi¨®n con una claridad m¨¢s que l¨²cida: "Hab¨ªa ido con una amiga a ver una ceremonia en Saut d'Eau, una gran cascada oculta en plena selva tropical a la que se peregrina el 16 de julio, d¨ªa de la Virgen del Carmen, para venerar, en realidad, a Eezili Fr¨¦da, una diosa vud¨²". "Mi amiga se ba?¨® y se march¨®", relata, "pero yo no hab¨ªa viajado hasta all¨ª para estar unas horas. As¨ª que me qued¨¦ sola y estuve bailando y compartiendo el d¨ªa y el viaje posterior con los haitianos". Despu¨¦s de la experiencia, ten¨ªa claro que aquello s¨®lo era el principio de un proyecto m¨¢s ambicioso.
Las 80 fotograf¨ªas que se presentan en el Centro Cultural Montehermoso muestran la habilidad de una mujer blanca y su c¨¢mara fotogr¨¢fica para adentrarse en la vida de una poblaci¨®n negra, procedente de distintos pa¨ªses y etnias africanas, descendiente de esclavos, que malvive en unas condiciones m¨¢s que precarias.
Im¨¢genes inquietantes
El resultado invita -a pesar de la mala fama del vud¨²- a descubrir Hait¨ª, porque hasta en las im¨¢genes m¨¢s inquietantes para la mirada occidental se descubre la pasi¨®n por la vida. Ah¨ª est¨¢n las escenas del carnaval de Jacmel, o las del d¨ªa de los difuntos en Puerto Pr¨ªncipe, sin olvidar los festejos que se celebran en la laguna de barro de la Planicie de Santiago, santo que para los haitianos es Ogou, el dios de la guerra. En ese lodazal se sumergen los peregrinos cuando entran en trance, lo mismo para sacrificar a una cabra que para disfrutar de un ba?o dionisiaco.
Estas fotograf¨ªas, las m¨¢s cruentas de la exposici¨®n, parecen ser, sin embargo, irreales, como si fueran m¨¢s composiciones art¨ªsticas que parte de un reportaje. La explicaci¨®n a esto ¨²ltimo hay que buscarla en la apuesta de Cristina Garc¨ªa Rodero por el blanco y negro. "Hait¨ª es todo color. Es la naturaleza del Caribe en su mejor expresi¨®n", explica.
"Sin embargo, mis fotograf¨ªas son en blanco y negro, por coherencia con mi trabajo previo y, sobre todo, para quitar realismo al reportaje, para que el aspecto espiritual tenga una mayor presencia", concluye la autora de Rituales en Hait¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.