Susan Chilcott, soprano brit¨¢nica
Susan Chilcott muri¨® el pasado d¨ªa 4, a los 40 a?os de edad, tras sucumbir a un rebrote de c¨¢ncer de mama. Con ella desaparece una distintiva voz soprano, la m¨¢s sobresaliente de su generaci¨®n, que conquist¨® al p¨²blico y la cr¨ªtica en su relativamente corta carrera profesional. De joven promesa inglesa se convirti¨® en menos de una d¨¦cada en primera dama del circuito l¨ªrico mundial, desde Bruselas a Londres y Nueva York. Comparti¨® estrado con Pl¨¢cido Domingo en el Covent Garden, donde ten¨ªa previsto regresar el a?o pr¨®ximo. El actual director musical de la Royal Opera House, Antonio Pappano, quien dirigi¨® a la joven inglesa en repetidas ocasiones, llor¨® la "terrible p¨¦rdida de una de las estrellas m¨¢s brillantes de la escena internacional". "Le encantaba cantar, algo que las audiencias siempre pudieron notar", dijo Pappano. Hu¨¦rfana de cuna, Chilcott creci¨® en la granja de sus padres adoptivos, en Timsbury, al oeste de Inglaterra, disfrutando, dijo en alguna ocasi¨®n, de una "infancia id¨ªlica". De ni?a, gan¨® concursos de canto y nutri¨® su talento bajo la tutor¨ªa de Mollie Petrie antes de ingresar en la Escuela Guildhall de M¨²sica y Drama. "Ten¨ªa un talento nato y era una perfeccionista", se?al¨® su profesora y confidente hasta el final. Chilcott dio el gran salto en 1994 en el T¨¦¨¤tre Royal de la Monnaie, de Bruselas. Su interpretaci¨®n de Ellen Orford, la hero¨ªna en Peter Grimes, la ¨®pera de Britten, que posteriomente retomar¨ªa en Par¨ªs y proyectaba repetir en Londres el pr¨®ximo verano, destac¨® tanto por su voz como por su intuici¨®n dram¨¢tica. Era su deb¨² internacional, bajo la batuta de Pappano, quien expres¨® su veredicto con simpleza y extraordinaria fuerza: "Es genuina". En los siguientes cinco a?os, los estrados europeos ser¨ªan su segunda morada, cantando en papeles como Desd¨¦mona, en el Otello de Verdi, Fiodiligi, en Cos¨¬ fan tutte, la Gobernadora en Turn of the screw, o Hermione, en Wintermarchen, la adaptaci¨®n de un texto de Shakespeare de Philippe Boesman. En su pa¨ªs natal despunt¨® en las principales compa?¨ªas de ¨®pera nacionales y privadas. Su prometedora trayectoria se vio interrumpida en 2001. Chilcott cancel¨® actuaciones debido, como ella misma confirm¨®, a "un c¨¢ncer de mama, una operaci¨®n y la quimioterapia". Sin haber concluido el tratamiento cant¨® con la Orquesta Sinf¨®nica de la BBC en el auditorio del Centro Barbican, de Londres, en un concierto que describi¨® como "probablemente, el m¨¢s importante de mi carrera". Poco despu¨¦s retomar¨ªa el liderazgo con su deb¨² en el Metropolitan Opera de Nueva York, interpretando a Helena en El sue?o de una noche de verano, bajo la direcci¨®n de David Atherton. Tres meses m¨¢s tarde, en julio del a?o pasado, triunfar¨ªa en el Covent Garden eclipsando, seg¨²n algunos cr¨ªticos, a su pareja protagonista, el veterano Domingo, en un montaje de La Reina de Espadas. Un rebrote del c¨¢ncer la forzar¨ªa a retirarse de la escena con dos ¨²ltimas intervenciones. Con la Opera Nacional de Gales, el pasado marzo, fue protagonista en Jenufa, de Janacek, en una interpretaci¨®n aclamada como "sensacional". El pasado mes de julio particip¨® en Bruselas en una velada musical dedicada a Shakespeare junto a la actriz Fiona Shaw y el pianista Iain Burnside. ?ste, habitual colaborador de Chilcott, grab¨® junto a la soprano algunas sesiones, entre ellas The Gift to be Free, una colecci¨®n de canciones de Aaron Copland. Son las ¨²nicas grabaciones que, dada su breve trayectoria, la soprano inglesa deja para la posteridad. Muri¨® en su residencia, en compa?¨ªa de su marido y representante art¨ªstico, David Sigall.-
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