4.000 a?os de poemas contra la guerra
Edicions 62 / Emp¨²ries publican una antolog¨ªa po¨¦tica que va desde la ca¨ªda de Babilonia hasta la guerra de Irak
La idea surgi¨® a ra¨ªz de las protestas populares del pasado invierno contra la guerra de Irak. Pero el libro no ha perdido ni un ¨¢pice de actualidad. Se trata de una antolog¨ªa de poemas de t¨ªtulo bien expl¨ªcito, Male?des les guerres, publicado por Edicions 62 / Emp¨²ries. Describiendo un significativo c¨ªrculo, el libro se abre con un llanto por la destrucci¨®n de Ur y se cierra con un poema in¨¦dito de Narc¨ªs Comadira sobre la guerra que 4.000 a?os despu¨¦s ha asolado el mismo territorio.
La edici¨®n del libro ha ido a cargo de Jordi Cornudella, y el t¨ªtulo se ha tomado de la canci¨®n tradicional del conde de Estela: "Male?des les guerres i aquells que les van fer". A pesar del largu¨ªsimo lapso temporal que se hace presente en el volumen, la gran mayor¨ªa de este centenar de poemas es del siglo XX, un siglo que no se ha quedado corto en guerras: las dos mundiales, la Guerra Civil espa?ola, la de Corea, la de Vietnam, en los Balcanes... Los autores escogidos proceden de todas las latitudes: Grecia (Safo, Cavafis), China (Li Bo, Du Fu), Francia (Hugo, Rimbaud, Apollinaire, Char), Inglaterra (Owen, Auden), Gales (Dylan Thomas), Irlanda (Yeats), Estados Unidos (Whitman), India (Kipling), Rusia (Blok), Armenia (Varujan), Alemania (Brecht), Austria (Trakl), Polonia (Milosz, Szymborska), Italia (Ungaretti, Levi, Pavese), Israel (Yehuda Amikhai), L¨ªbano (Adonis)... Y hay una importante presencia de escritores catalanes, desde Josep Carner y Carles Riba a Enric Casassas y Narc¨ªs Comadira, que cierra el volumen con un poema sobre la "nit verda" en que se convierte la guerra retransmitida por televisi¨®n.
A veces el dolor se hace patente por la vinculaci¨®n biogr¨¢fica del autor con su obra
El horror, la injusticia, los da?os a la poblaci¨®n civil. Los temas de los poemas, a lo largo de los siglos, son los mismos. Algunos autores han vivido aquello de lo que hablan. Otros han sido testigos m¨¢s o menos indirectos, siempre concernidos.
En alg¨²n momento de la lectura, la percepci¨®n del dolor se hace patente de forma especial por las vinculaciones biogr¨¢ficas de los escritores en los textos que escriben. El gal¨¦s Alun Lewis, fallecido en Birmania en 1944 a los 28 a?os durante la II Guerra Mundial, canta al tambi¨¦n gal¨¦s Edward Thomas, que muri¨® en la batalla de Arras, en Francia, en 1917: "A trav¨¦s dels poblets i pujant la tartera boscosa / fins arribar a la carena on Edward Thomas solia meditar / sobre la mort i la bellesa -fins que una bala l'atur¨¤".
Primo Levi (1919-1987), que fue deportado a Auschwitz, escribi¨® Shem¨¤ muy poco despu¨¦s de salir del campo de exterminio, una invocaci¨®n a no perder el recuerdo del horror: "Considereu si aix¨° ¨¦s un home / el que treballa en el fang / que no coneix la pau / que lluita per mig pa / que mor per un s¨ª o per un no". Y con su m¨®rbida sequedad, Brecht (1898-1956) inici¨® un poema con los siguientes versos: "A la paret, escrit amb guix, diu: / Ells volen la guerra. / El qui ho ha escrit / Ja ha caigut".
No son s¨®lo los estragos del conflicto b¨¦lico mientras se desarrolla. Tambi¨¦n aparecen en el libro p¨¢ginas dedicadas al exilio. El de la Guerra Civil espa?ola ha sido tratado en numerosos poemas. Cornudella ha escogido algunos de los m¨¢s conocidos de las letras catalanas, como la 'Elegia IX', de las Elegies de Bierville, de Carles Riba, y las Corrandes d'exili, de Pere Quart.
En muchos poemas aparece una cuesti¨®n recurrente, la utilidad o inutilidad de las palabras frente al horror de la guerra. Milosz se hac¨ªa la pregunta en 1945, en Cracovia: "Qu¨¨ ¨¦s la poesia que no sap salvar / Nacions ni persones?". Y respond¨ªa: "Que jo desitg¨¦s una poesia bona i no en sab¨¦s prou / Que en cops¨¦s massa tard la finalitat redemptora / Aix¨° ¨¦s la salvaci¨®, i no n'hi ha cap altra. / Vessaven mill o cascall damunt dels sepulcres / Alimentant els morts que hi acudien volant -els ocells. / Oh, antic, deixo aqu¨ª per a tu aquest llibre / Perqu¨¨ no te'ns apareguis mai m¨¦s". Una invocaci¨®n que se puede aplicar, tambi¨¦n, a la publicaci¨®n de esta antolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
