La dulce victoria de Kirchner

N¨¦stor Kirchner vive las horas m¨¢s dulces desde que recibi¨® la banda presidencial, el pasado 25 de mayo. La misma semana en la que Argentina recibi¨® un bal¨®n de ox¨ªgeno financiero con la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), concluy¨® el domingo con las elecciones en los dos mayores distritos electorales del pa¨ªs (capital y provincia de Buenos Aires), en las que los candidatos avalados por el presidente obtuvieron una victoria m¨¢s holgada de lo previsto. "Se consolida la gobernabilidad", proclamaron desde las filas gubernamentales tras confirmarse el triunfo de An¨ªbal Ibarra (centroizquierda) en la capital, y de Felipe Sol¨¢ (peronista) en la provincia de Buenos Aires.

Los comicios eran de gran importancia para la estrategia del presidente de ir construyendo poder en un largo proceso electoral que concluir¨¢ en noviembre. En la ciudad de Buenos Aires, Kirchner hizo una jugada audaz al apostar por el actual alcalde, Ibarra, sin vinculaci¨®n con el peronismo. El aparato del Partido Justicialista (PJ, peronista) en la capital se opuso a su decisi¨®n y apoy¨® al empresario y presidente del club de f¨²tbol Boca Juniors, Mauricio Macri. La misma noche del domingo, cuando ya saboreaba la victoria de Ibarra, Kirchner record¨® que el PJ viv¨ªa a espaldas de los ciudadanos en la ciudad de Buenos Aires y que ten¨ªa que renovarse para crecer, pues en la capital obtiene resultados ¨ªnfimos en las urnas.

Sin estar en las listas, Kirchner ha hecho suyo un triunfo perfecto para fortalecer su posici¨®n. La debilidad del presidente procede del bajo porcentaje de votos en su haber (22% en la primera y ¨²nica vuelta de las elecciones del 27 de abril), de la falta de aparato propio dentro del PJ (a diferencia de su antecesor y caudillo del partido, Eduardo Duhalde), y de su estilo espont¨¢neo e imprevisible.

Ibarra derrot¨® a su adversario por siete puntos (53,5% frente a 46,5%), tras caer derrotado en la primera vuelta. Este fiscal de pasado progre construy¨® una coalici¨®n de centroizquierda (Fuerza Porte?a) en la que tuvieron cabida peronistas fieles a Kirchner, el ARI de Elisa Carri¨® y el sindicato disidente Central de Trabajadores Argentinos (CTA). "Mi visi¨®n pol¨ªtica es la transversalidad", reiter¨® durante la campa?a al buscar apoyos desde diferentes frentes, punto en el que coincide con el presidente.

Esta nueva forma de entender la pol¨ªtica m¨¢s all¨¢ de una visi¨®n partidista choca con el inmovilismo que predomina en muchas provincias argentinas, que todav¨ªa son feudos del caudillismo. En la provincia de Buenos Aires y en el interior del pa¨ªs, las elecciones del domingo ratificaron al oficialismo local, como ocurri¨® en los comicios realizados en semanas precedentes. Las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Santa Cruz, Tucum¨¢n, C¨®rdoba y Santa Fe seguir¨¢n gobernadas por peronistas, mientras que Chaco, R¨ªo Negro y Catamarca continuar¨¢n en manos de los radicales, pese a que la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) obtuvo un resultado testimonial en las presidenciales de abril.

Macri ha quedado a un paso de la victoria en su desembarco en la pol¨ªtica. Fue el m¨¢s votado en la primera vuelta y en el segundo turno cosech¨® poco menos de la mitad de los votos en la capital. Bien es cierto que cuando decidi¨® lanzarse al ruedo, contemplaba llegar a la m¨¢s alta magistratura del pa¨ªs, hasta que sus asesores le convencieron de que m¨¢s val¨ªa ir paso a paso. De haber ganado las elecciones del domingo, el empresario reconvertido en pol¨ªtico se habr¨ªa convertido en el referente principal de la derecha liberal en estado embrionario, que pretende agrupar en su nueva formaci¨®n Compromiso para el Cambio a sectores de los dos partidos tradicionales (peronistas y radicales) y de otras fuerzas pol¨ªticas y a independientes. Ahora tendr¨¢ que esperar cuatro a?os para volver al primer plano, una buena noticia para Kirchner.