Verd¨² relata en 'El estilo del mundo' c¨®mo se evaporan las creencias en el capitalismo de ficci¨®n
Primero fue el capitalismo de producci¨®n (que bien podr¨ªa ser negro por el color de sus productos); lueg¨® se instaur¨® el capitalismo de consumo (con las gamas brillantes del optimismo), y ahora impera el capitalismo de ficci¨®n (de azul transparente, de la nada encantadora), en el que las creencias m¨¢s enra¨ªzadas "se evaporan en burbujas de ficci¨®n". Esta es la premisa sobre la que se sustenta el ¨²ltimo ensayo del periodista y escritor Vicente Verd¨², El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficci¨®n (Anagrama), que ayer present¨® en La Casa del Llibre de Valencia ante un numeroso p¨²blico.
Hoy en d¨ªa la vida se confunde con la ficci¨®n en la conformaci¨®n de una "segunda realidad que lo ocupa todo" y que es vivida como verdadera, sostuvo. Las Vegas, emblema del fen¨®meno contempor¨¢neo de la duplicidad, contiene una porci¨®n de Par¨ªs, de Venecia; los complejos de Heron City reproducen incluso "el entorno de las callejuelas"; las copias son indistinguibles del original, como ha sucedido con la reproducci¨®n de la Dama de Elche.
En este contexto, continu¨® Verd¨² a modo de ejemplo del contenido de su libro, las marcas asumen las consignas pol¨ªticas, la "ideolog¨ªa". Volvo no vende coches, sino seguridad. La ideolog¨ªa llega a las pasarelas de moda; el f¨²tbol no es un deporte, es un espect¨¢culo.
"Se ha perdido el sentido tr¨¢gico de la vida y el mundo se convierte en una distracci¨®n", concluy¨® el autor de libros como El planeta americano o El f¨²tbol, mitos, ritos y s¨ªmbolos y periodista de EL PA?S. El estilo del mundo naci¨® con la idea de ofrecer una panor¨¢mica de "actualidad de la situaci¨®n del mundo" tras la ca¨ªda del muro del Berl¨ªn, que supuso la constataci¨®n de que "no hay otra cosa", lo que condujo a la instalaci¨®n del capitalismo de ficci¨®n.
El tambi¨¦n escritor y periodista Adolf Beltran present¨® el libro de Verd¨² como una obra que encaja en las preocupaciones del autor por "estar pendiente de las palpitaciones del mundo", y resalt¨® el "debate cr¨ªtico sobre lo contempor¨¢neo" que plantea, donde "la democracia se dice generalizada pero es de baja calidad". Todo ello servido con sentido del humor, mucha informaci¨®n y un estilo ¨¢gil.
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