Isabelle Huppert: "No interpreto personajes, cuento estados mentales"
La actriz francesa recibe de manos de Claude Chabrol el Premio Donostia a su carrera
Isabelle Huppert (Par¨ªs, 1955) recibi¨® ayer, de manos de su viejo amigo el director Claude Chabrol, el Premio Donostia. Menuda y seria, Huppert aseguraba poco antes de recibir el galard¨®n que detr¨¢s de sus interpretaciones (casi siempre de mujeres duras, extremas y torturadas) est¨¢ la b¨²squeda de "una verdad". "La realidad", dijo, "no es siempre agradable pero finalmente siempre sienta bien. Me interesa interpretar a mujeres que tienen dificultades para amar y vivir". Huppert a?adi¨® que su mejor pel¨ªcula no exite. "Mi pel¨ªcula favorita es la que nunca har¨¦, ¨¦sa que siempre ser¨¢ un secreto para mi".
"El cine quiz¨¢ no es la realidad. Pero sigue siendo la mejor forma de expresar las cosas"
"Como atriz he sido mi propio director, he buscado mi camino y mi forma de interpretar"
Durante la gala nocturna, la actriz, que dedic¨® su premio a Claude Chabrol, record¨® que si el cine sirve para algo es para "abolir fronteras". Horas antes, con unas gafas semioscuras, una chaqueta azul marino y una camisa masculina que endurec¨ªa los rasgos de su cara pecosa, Isabelle Huppert respond¨ªa a las preguntas de los periodistas mir¨¢ndose continuamente las manos, cruzando y descruzando los brazos. Arrancaba cada frase con titubeos, para rematarla con la rotundidad de un car¨¢cter fuerte.
Conocida por su facilidad para meterse en la piel de mujeres complejas y perversas, la actriz afirm¨®: "No interpreto personajes, yo cuento estados mentales". "Quiz¨¢", a?adi¨®, "el espectador sufre con mis personajes, yo, generalmente me divierto mucho. Procuro mantenerme alejada de lo que hago, busco las respuestas en m¨ª misma pero siempre con mucho cuidado para no herir mis emociones y mi afectividad".
"Soy una actriz a la que no le gusta idealizar las cosas", a?adi¨® Huppert. "Si algo me une a Claude Chabrol, si por algo hemos hecho seis pel¨ªculas juntos, es porque ambos buscamos acercarnos lo m¨¢s posible a la verdad con un enfoque poco rom¨¢ntico de la vida. El cine no es la realidad, pero s¨ª es una manera de mirar a las cosas tal y como son". La actriz asegur¨® que el coste emocional de dar vida a mujeres como la dolorosa, retorcida y autodestructiva profesora de m¨²sica de La pianista (la pel¨ªcula de Michael Haneke que le vali¨® a la actriz en 2001 el Premio a la mejor interpretaci¨®n en Cannes) es "peque?o".
"Quiz¨¢ ustedes no lo entienden pero a mi no pone nada triste interpretar a mujeres muy tristes", dijo. Sobre la mujer que recorre las calles de Viena en busca de un sexo que le aterra practicar a?adi¨®: "No s¨¦ si es una de las mejores interpretaciones del cine europeo, pero s¨ª se que esa pel¨ªcula es un ejemplo de lo que debe ser el cine europeo".
"El premio de Cannes fue muy importante para mi", continu¨® la actriz, "precisamente porque era un papel muy poco recomendable. Cuando un personaje as¨ª alcanza el coraz¨®n de la gente te das cuenta de que lo que haces todav¨ªa sirve para algo".
Desde El juez y el asesino, de Bertrand Tavernier, a Madame Bovary, La ceremonia o Gracias por el chocolate, de Chabrol, Huppert es una de las estrellas indiscutibles del cine franc¨¦s. Al contrario que muchas de sus colegas del star system franc¨¦s, apenas ha trabajado en Hollywood, y cuando lo ha hecho ha sido en pel¨ªculas at¨ªpicas. Amateur, de Hal Hartley y, sobre todo, La puerta del cielo, de Michael Cimino han marcado su carrera americana. "Ahora he terminado de rodar con David Rusell una comedia de la que prefiero no hablar hasta que no la vea. Existe un cine que se hace hoy en Los ?ngeles que me interesa mucho. El cine que hace gente como Paul Thomas Anderson, un cine muy personal pero dentro del sistema de los grandes estudios".
"Los actores de hoy contamos con muchas ventajas", a?adi¨® la actriz, "el cine te permite jugar con muchas sutilezas y matices, hay mucha libertad para expresar los comportamientos m¨¢s oscuros. Para m¨ª el cine sigue siendo la mejor forma de expresar las cosas".
Huppert asegura que la mayor¨ªa de la veces acepta un papel s¨®lo motivada por el director. "Reconozco mi culto al cine de autor. No s¨¦, me dejo llevar por mi instinto. Los actores somos un material muy maleable, una actriz puede proyectarse de mil formas. Es muy dif¨ªcil parecerse a alguien que uno no es pero el cine es un campo de exploraci¨®n enorme".
Al preguntarle con qu¨¦ pel¨ªculas se quedar¨ªa de toda su trayectoria, la actriz afirm¨®: "Me quedo con todas y con ninguna. Aunque la pel¨ªcula que prefiero es esa que nunca ha hecho, esa pel¨ªcula que me mueve a seguir buscando. Existe una pel¨ªcula secreta con la que so?amos, esa pel¨ªcula por la que sigo haciendo cine". "Creo que todav¨ªa no he hecho todo lo que he querido. Hay muchos personajes que me gustar¨ªa interpretar y que no he interpretado. S¨¦ que algo se me escapa. De alguna manera, como actriz he sido mi propio director, me he buscado mi propio camino al elegir mis papeles y mi manera de interpretarlos".
Cuando un periodista le pregunt¨® por el teatro record¨¢ndole su Medea de hace tres a?os en el Festival de Avi?¨®n, la actriz se mir¨® una vez m¨¢s las manos. "?El teatro? Bueno, no lo encuentro muy diferente al cine. Aunque quiz¨¢ s¨ª, s¨ª hay algo en el teatro que no encuentro en cine. en el teatro hay una aventura muy particular, una emoci¨®n mayor, m¨¢s fuerre. Quiz¨¢ el cine es como un paseo, un paseo bastante tranquilo mientras el teatro es una caminata de alta monta?a: el coraz¨®n late m¨¢s fuerte, a m¨¢s velocidad. Tengo recuerdos extraordinarios relacionados con el peligro del teatro".
Babelia
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