'Memories of murder', una muy agradable sorpresa del surcoreano Bong Joon Ho
Alex van Warmerdam presenta 'Grimm', una lamentable revisi¨®n de 'Hansel y Gretel'
La cuarta jornada del certamen donostiarra ha conseguido superar varios obst¨¢culos de cierta entidad: la perspectiva de un festival sin sorpresas notables se rompi¨® con la agradable cinta surcoreana; el, al parecer, excelente momento de la econom¨ªa holandesa no se ha visto perturbado por el despilfarro de su producci¨®n cinematogr¨¢fica Grimm, y el estreno mundial del pol¨¦mico y ya famoso documental de Julio Medem La pelota vasca, la piel contra la piedra, se desarroll¨® con absoluta normalidad y distintas opiniones personales. En resumen: una jornada particular m¨¢s.
Probablemente uno de los argumentos m¨¢s eficaces para comprender que, en lo que ata?e a los sentimientos b¨¢sicos, el g¨¦nero humano es uno, al margen de razas o colores, es el de comprobar la constancia y reiteraci¨®n de los mismos en todas las latitudes y culturas. Ciertamente hay diferencias en los h¨¢bitos, tradiciones y costumbres, pero la pasi¨®n, el amor, la amistad, la maldad, la crueldad, el humor o la ternura, entre otros muchos, surgen de una forma muy similar en todas partes. Memories of murder, segundo largometraje del surcoreano Bong Joon Ho, y cuyo t¨ªtulo original para cin¨¦filos exigentes es el de Sa-lin-eui chu-eok, es una demostraci¨®n de lo dicho: una buena parte del filme, sobre todo en lo que corresponde a los sentimientos y reacciones de dos polic¨ªas locales, podr¨ªa pasar por una ex¨®tica continuaci¨®n del personaje de Santiago Segura: Torrente en Gyunggi.
Una serie de brutales violaciones y asesinatos en la provincia de Gyunggi explica la llegada de un detective de Se¨²l que, con la ayuda de la polic¨ªa local, tratar¨¢ de capturar al asesino. El filme de Bong Joon Ho, basado en una historia real ocurrida en 1986, tiene la virtud de narrar con gran habilidad cinematogr¨¢fica y un excelente ritmo una trama cl¨¢sica del cine policiaco, o de asesinos en serie, y, al mismo tiempo, incluir una segunda l¨ªnea argumental en base a la torpeza de dos agentes locales impagables que estimulan las carcajadas del espectador, el cual, inmediatamente despu¨¦s, se ver¨¢ sumido de nuevo en la angustia y la tensi¨®n de los preparativos del siguiente crimen. Se podr¨ªa decir de los 127 minutos de Memories of murder que son, tambi¨¦n, un estupendo viaje en la monta?a rusa de los sentimientos.
Pistas falsas, culpables que no lo son, violencia policial, relaciones amorosas disparatadas y todo ello situado en un ambiente provinciano surcoreano en el que, por ejemplo, los frecuentes simulacros de ataques del innombrado enemigo permiten deducir que hasta la esquizofrenia colectiva puede ser asumida con absoluta normalidad, conforman una de las sorpresas m¨¢s agradables de este festival tan escaso, al menos de momento, de las mismas.
El segundo filme proyectado ayer, Grimm, del holand¨¦s Alex van Warmerdam, incluido inexplicablemente en la secci¨®n oficial a concurso, es una de las tonter¨ªas f¨ªlmicas m¨¢s notables de las exhibidas hasta la fecha. "Con Grimm, Van Warmerdam viaja desde los fr¨ªos y brumosos bosques septentrionales de su pa¨ªs natal a los m¨¢s soleados, si bien tambi¨¦n oscuros, paisajes espa?oles para contarnos la versi¨®n posmoderna y sin final feliz de Hansel y Gretel", se?ala el press-book de la pel¨ªcula, claro, que tambi¨¦n se dice que el realizador estudi¨® en la Rietveld Academy de Amsterdam, dato que a la vista de los resultados deja en mal lugar la calidad docente de la instituci¨®n, pues su visi¨®n del cuento de los hermanos Grimm, no es posmoderna y, adem¨¢s, tiene un final felic¨ªsimo: con su llegada se acaba la pel¨ªcula.
Dos hermanos potencialmente incestuosos son abandonados en un bosque septentrional fr¨ªo y brumoso. Por sugerencia materna deciden venir a Espa?a en vespino en busca de un t¨ªo suyo que, naturalmente, ha muerto un a?o antes. Bajo el t¨®rrido sol almeriense, y mientras el hermano va a comprar un bocadillo, la hermana se enamora de un rico cirujano que la trata como a una reina. Afortunadamente para la continuaci¨®n de la pel¨ªcula, el hermano la encuentra en la lujosa mansi¨®n del rico cirujano y, a rega?adientes, se integra en la nueva vida familiar. La hermana del cirujano no para de rezar y tiene muy graves problemas renales, dato importante en el desarrollo de la historia. El servicio dom¨¦stico del rico cirujano -una espectacular negra y un clon mudo de Chiquito de la Calzada- sirve la mesa y abre las puertas con correcci¨®n. Cuando la tensi¨®n del ambiente plurifamiliar alcanza su cenit, el amor incestuoso triunfa por doquier: Hansel y Gretel consiguen huir de la maldad del rico cirujano y su hermana. Llegan a un abandonado pueblo de los spaghetti-western, en donde ni la presencia de dos amables guardias civiles con tricornio ni el resurgido y rico cirujano consiguen impedir la -suponemos- nueva aventura del tr¨ªo (Hansel y Gretel encontraron un burro en el camino del que ya no se desprender¨¢n). El p¨²blico presente manifest¨® divisi¨®n de opiniones posmodernas.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.