Pesimismo ante el futuro de la epidemia

Dinero que no llega, gobiernos que no se comprometen, enfermos discriminados, medicamentos inaccesibles... El futuro de ?frica, Asia y el Caribe, zonas m¨¢s amenazadas por el sida, "es muy pesimista", afirm¨® ayer en Nairobi Michel Carael, coautor del informe de Onusida (agencia de la ONU para la enfermedad) sobre la respuesta mundial al sida. El trabajo se basa en las respuestas de 103 pa¨ªses (29 del ?frica subsahariana, 17 asi¨¢ticos, 21 de Suram¨¦rica y el Caribe, 14 de Europa Oriental y Asia Central, 8 de ?frica del Norte y Oriente Pr¨®ximo, y 14 Estados ricos) a una encuesta de la ONU.

La principal inquietud es la falta de presupuesto. Pese a bajar el precio de los f¨¢rmacos (algunos pa¨ªses pueden lograrlos por donaciones o usando gen¨¦ricos a menos de 50 d¨®lares la dosis mensual), su coste es a¨²n excesivo (el ingreso medio mensual en algunos no llega a 23 d¨®lares). Tambi¨¦n faltan fondos para investigar propuestas "menos rentables", como las vacunas y geles vaginales contra la transmisi¨®n del virus, que los grandes laboratorios casi no emprenden y que quedan en manos privadas, como la Iniciativa Internacional para una Vacuna contra el Sida (IAVI) o la Campa?a Global por los Microbicidas.

La falta de presupuesto impide el suministro de antivirales que en el mundo rico han prolongado la vida de los enfermos. Kenia, que acoge esta semana la XIII Conferencia Africana sobre Sida y Enfermedades de Transmisi¨®n Sexual, se propone dar tratamiento a 6.000 de los 200.000 infectados, declar¨® el domingo la ministra de Sanidad, Charity Ngilu. En los pa¨ªses pobres, los f¨¢rmacos s¨®lo llegan a un 1% de los afectados.

Pero no todo es dinero: el cuidado de los afectados tambi¨¦n pasa por evitar su discriminaci¨®n. El informe revela que un 38% de los pa¨ªses (entre ellos, la mayor¨ªa de los africanos) no ha promulgado a¨²n leyes para evitarla.

La feminizaci¨®n de la enfermedad (un 58% de quienes viven con VIH en ?frica son mujeres) tambi¨¦n preocupa a la ONU. M¨¢s del 30% de las mujeres de entre 15 y 24 a?os de pa¨ªses con elevadas tasas de infecci¨®n, como Hait¨ª, Malaui, Ruanda o Uganda, ignoran a¨²n que el cond¨®n protege. En Etiop¨ªa la proporci¨®n supera el 60%. En las zonas rurales de esos pa¨ªses, s¨®lo un 30% de mujeres dice usarlo (en Etiop¨ªa, apenas el 5%). Los resultados entre los hombres son algo mejores: el uso del cond¨®n en las zonas urbanas, donde hay m¨¢s informaci¨®n, oscila entre el 80% de Zimbabue al 45% de Guinea.

Pero quienes peor lo tienen son los hu¨¦rfanos del sida. En el 39% de los pa¨ªses en los que la enfermedad supone una epidemia (es decir, que afecta a mas del 1% de la poblaci¨®n) no hay ning¨²n plan para atenderlos. En naciones como Zimbabue, la mitad de los ni?os escolarizados ha perdido al menos a uno de sus padres por la enfermedad. La ONU calcula que el n¨²mero de esos hu¨¦rfanos se duplicar¨¢ entre 2003 y 2010, y llegar¨¢ a los 25 millones.

Sobre la otra v¨ªa de transmisi¨®n, las jeringuillas compartidas entre usuarios de drogas, s¨®lo el 5% de los pa¨ªses tiene planes para facilitarles material seguro.

Falla la principal arma contra las pr¨¢cticas de riesgo, la educaci¨®n: 73 pa¨ªses ni responden cuando Onusida les pregunta al respecto. S¨®lo en Barbados y Vietnam todas las escuelas cuentan con planes contra la enfermedad. En Malaui, Kenia, Zambia, Laos o Guatemala menos del 5% de los centros incluye programas contra el sida.