Homofobia liberal

El diario EL PA?S public¨® el 22 de septiembre un editorial muy duro respecto al linchamiento social y medi¨¢tico que propici¨®, o alent¨®, la condena de Dolores V¨¢zquez. En toda su extensi¨®n no se menciona una sola vez la palabra homofobia, ni lesbiana, la palabra maldita. El editorial oculta deliberadamente que Dolores V¨¢zquez y Alicia Hornos eran pareja, y habla de una relaci¨®n de amistad. En este caso, su diario se hace c¨®mplice de la homofobia que, entre otros factores, desencaden¨® el

linchamiento que quiere condenar. En estos d¨ªas he asistido at¨®nita al espect¨¢culo de todos los programas del coraz¨®n hablando de lesbianismo, pero consiguiendo no pronunciar ni una sola vez la palabra "lesbiana"; y he asistido tambi¨¦n al mismo encubrimeinto por parte de los medios llamados "serios" de la relaci¨®n que un¨ªa a las dos mujeres del caso Wanninkhof. Tan hom¨®foba es una actitud como la otra. No tengo especial inter¨¦s en contar con alguien tan reaccionario como Encarna S¨¢nchez en las filas de las lesbianas conocidas; no me parece un modelo de nada y espero que nadie la tome como referente; me da igual que Isabel Pantoja tuviera o no relaciones con Encarna S¨¢nchez, pero, en todo caso, me gustar¨ªa aclarar que es de eso de lo que se est¨¢ hablando. De lesbianas, de relaciones sexuales y/o afectivas entre mujeres.

El secreto contribuye a acrecentar el estigma y a criminalizar a las lesbianas. El ocultamiento, muy consciente, de que la relaci¨®n que un¨ªa a V¨¢zquez con Hornos era la de pareja, es un ejemplo paradigm¨¢tico de lo que el profesor Borrillo llama homofobia liberal. Una cosa es no sacar a nadie del armario a la fuerza y otra muy distinta, y muy hom¨®foba, es devolvernos a todos al armario, que es lo que hace EL PA?S y los dem¨¢s diarios. La homofobia contribuy¨® a condenar a Dolores V¨¢zquez, pero mal puede combatirse esa homofobia si no mencionamos la homosexualidad que, por otra parte, Dolores V¨¢zquez no ha negado en ning¨²n momento. El jurado no es el ¨²nico que tiene la culpa. Todos los medios, los serios y los otros, tienen su parte.

Pero que nadie se preocupe, que antes de escribir esta carta me he cerciorado de que la palabra "lesbiana" es completamente inocua y no contagia nada por la simple lectura.