"La monoton¨ªa de una dictadura est¨¢ llena de experiencias"
Ad¨¢m Bodor, rumano perteneciente a la minor¨ªa h¨²ngara de Transilvania, es autor de siete libros de relatos y tres novelas que enfocan la vida en la dictadura comunista, cuyos s¨®tanos de tortura conoci¨® a los 16 a?os, cuando fue detenido por repartir folletos contra el r¨¦gimen de Ceaucescu. Pas¨® su adolescencia en la prisi¨®n. Estudi¨® teolog¨ªa, la ¨²nica carrera que garantizaba unos estudios sin indoctrinaci¨®n pol¨ªtica. Subsisti¨® como escritor viviendo largas temporadas en un refugio de monta?a. Reside hoy en Budapest. Habla pausadamente y con extremo laconismo.
PREGUNTA. Usted empieza a escribir a los treinta a?os. ?Qu¨¦ le impuls¨®?
RESPUESTA. Para decir la verdad, no lo s¨¦. Tal vez, el mundo que me rodeaba era demasiado excitante y me lo dict¨®. A trav¨¦s de la escritura se descubre inconscientemente el mundo. Por cierto, vivir en una dictadura puede tener su encanto. Estuve en prisi¨®n en mi juventud, por eso me permito esta observaci¨®n. La monoton¨ªa de la tiran¨ªa est¨¢ en cierto sentido llena de experiencias. (Larga pausa). Y terrible. En una palabra: es m¨¢s rica que una democracia.
P. ?Sobre qu¨¦ temas versan los relatos que public¨® en los a?os setenta y ochenta?
R. De las consecuencias de la dictadura. De personas que no pueden determinar su destino, tan desvalidas que buscan un comportamiento posible. Un comportamiento que probablemente es su resignaci¨®n.
P.
El distrito de Sinistra fue publicado en 1992, despu¨¦s del final de la dictadura de Ceaucescu. ?Cu¨¢ndo fue escrito?
R. Empec¨¦ el libro en 1987, cuando, tras un accidente de coche, estuve meses en cama en un hospital. La historia ya estaba terminada a la hora del cambio de r¨¦gimen, que no influy¨® para nada. En aquel entonces ya viv¨ªa en Hungr¨ªa.
P. ?Qu¨¦ experiencias propias hay en esa novela
?
R. Experiencias propias, acontecimientos concretos nunca confluyeron en el libro. De hecho, s¨®lo s¨¦ representar situaciones que me invento. Esto me divierte. Naturalmente, desemboc¨®, filtrado por un fino tamiz, todo lo que fue importante para m¨ª. El hecho de haber estado dos a?os en la trena ha quedado como sensaci¨®n, pero sin vivencias concretas que m¨¢s tarde diesen pie a una trama.
P. ?No teme que el componente l¨ªrico de su obra tenga un efecto embellecedor?
R. Esto corresponde a mi pensamiento est¨¦tico. As¨ª miro al mundo. Las d¨¦cadas de la tiran¨ªa fueron para m¨ª tambi¨¦n a?os llenos de belleza, lirismo y f¨¢bula. S¨®lo hab¨ªa que descubrirlo. Pertenecen a mi vida y a mi obra.
P. Las descripciones de la naturaleza tienen mucha importancia en su obra. ?Qu¨¦ significa para usted la naturaleza?
R. Siempre fue mi pasi¨®n y por tanto mi salvaci¨®n, mi amparo. He vivido durante meses en las monta?as. All¨ª siempre encontr¨¦ paz interior. Por eso significa m¨¢s que una mera decoraci¨®n.
P. ?C¨®mo viv¨ªa la minor¨ªa h¨²ngara en Rumania?
R. Sin ninguna autonom¨ªa econ¨®mica, socio-pol¨ªtica o cultural. La situaci¨®n de una minor¨ªa es espinosa, tambi¨¦n en una democracia. Aunque tengo que decir que en Rumania la dictadura, en primer lugar, perjudic¨® de manera especial al propio pueblo, al acostumbrarlo a una vida primitiva y sin sentido. De ah¨ª se puede imaginar qu¨¦ pod¨ªa esperar una minor¨ªa, que tuvo que soportar adem¨¢s la presi¨®n de un nacionalismo est¨²pido.
P. ?C¨®mo se encuentra en la Hungr¨ªa de hoy?
R. Como ciudadano no estoy siempre a gusto. La historia de Hungr¨ªa, llena de contradicciones, conlleva una herencia dif¨ªcil, cuyo peso seguimos arrastrando, tambi¨¦n en nuestro camino hacia la democracia europea. En cuanto a mi posici¨®n como escritor, he recibido todas las condecoraciones oficiales, no me falta ninguna.
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