Comienza el juicio contra la 'mano derecha' de Chirac

La inmunidad presidencial ha dejado a Jacques Chirac fuera del juicio que comienza hoy por la financiaci¨®n ilegal del antiguo partido neogaullista RPR, integrado en la mayor¨ªa con que Chirac gan¨® las elecciones de 2002. Los focos recaen en el ex primer ministro Alain Jupp¨¦, mano derecha del presidente a lo largo de su carrera pol¨ªtica y posible aspirante a sucederle en 2007. El fiscal sostiene que empresas privadas y el Ayuntamiento de Par¨ªs pagaban los sueldos de los liberados del partido en la ¨¦poca en que Chirac era alcalde.

Jupp¨¦ pas¨® una larga traves¨ªa del desierto tras su derrota a manos de Lionel Jospin, en 1997, pero sali¨® del ostracismo el a?o pasado, cuando Chirac fue reelegido. El presidente califica a Jupp¨¦ como "el mejor de todos nosotros", y pocos dudan de que conf¨ªa en ¨¦l m¨¢s que en Nicolas Sarkozy, el otro probable aspirante a sucederle. Si resultara condenado en el juicio que empieza hoy, la carta de Alain Jupp¨¦ se habr¨ªa quemado.

Responsable

Jupp¨¦ se siente "responsable, pero seguramente no culpable", de los hechos que se juzgan. Sus abogados destacan que nadie le acusa de quedarse con dinero. Todo se reduce a determinar si ¨¦l, como encargado de finanzas y del presupuesto del Ayuntamiento de Par¨ªs, conoc¨ªa la existencia del empleo fraudulento de siete personas que trabajaban para el partido neogaullista. La fiscal¨ªa sostiene que Jupp¨¦ no pod¨ªa ignorar el pago, con fondos municipales, de sueldos en un partido del que Jupp¨¦ era el secretario general.

En el juicio se decidir¨¢ tambi¨¦n qui¨¦n carga con el fardo de otros 28 empleos falsos, pagados por empresas privadas para ayudar a las finanzas del partido neogaullista. La principal acusada de ello es la "tesorera" de aqu¨¦l, Louise-Yvonne Casetta, poco dispuesta a comerse ella el marr¨®n: en declaraciones a Le Monde, ha invitado a los cargos p¨²blicos a que "acepten sus responsabilidades", particularmente Alain Jupp¨¦. La vista oral durar¨¢ tres semanas. Como se trata de asuntos ya lejanos, las defensas juegan con la posibilidad de obtener la prescripci¨®n o la nulidad de lo actuado.

En el curso de esta investigaci¨®n, que ha durado ocho a?os, apareci¨® un documento comprometedor para Chirac, del que podr¨ªa deducirse que conoc¨ªa la existencia de los empleos falsos. Sin embargo, la inmunidad le protege hasta que deje de ser presidente.