Jos¨¦ Antonio Galicia, 'Gali', m¨²sico de jazz y de flamenco
Falleci¨® anteanoche en Ibiza, donde se encontraba desde unos d¨ªas atr¨¢s en la casa de Jos¨¦ Luis Cano, quien le hab¨ªa invitado para procurarle un tiempo de paz que, supongo, se preve¨ªa pod¨ªa ser terminal. Jos¨¦ Antonio Galicia, a quien todos llam¨¢bamos amigablemente Gali, llevaba a?os debati¨¦ndose contra la agresi¨®n del c¨¢ncer, y hubo etapas en que se pudo pensar que lo estaba superando, porque le ve¨ªamos reaparecer con aceptable aspecto y su buen hacer habitual en el toque de la bater¨ªa.
Pero ¨²ltimamente ya no era posible la esperanza. En el homenaje que se le rindi¨® en Madrid hace menos de un mes -el 2 de septiembre exactamente- confieso que me impresion¨® ver su persona terriblemente devastada por la enfermedad. Aun as¨ª se mostraba alegre, correspond¨ªa con sonrisas y besos al p¨²blico que le ovacionaba puesto en pie, con evidente y emocionada simpat¨ªa. Tambi¨¦n interpret¨® un par de temas, aunque sus fuerzas no fueran las de los a?os de apogeo en su carrera para cantar y tocar sus m¨²ltiples percusiones.
Jos¨¦ Antonio Galicia ha sido un m¨²sico importante en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Hab¨ªa nacido en Madrid -en Vallecas, para m¨¢s se?as- en 1949, y pronto se signific¨® como el excepcional percusionista que fue, primero en jazz y despu¨¦s en cualquier g¨¦nero que viniera a mano. En el flamenco fue fundamental, uno de los pioneros en la incorporaci¨®n de las percusiones a la m¨²sica jonda. Estuvo siempre, y sobre todo, en el secreto de hacer esto sin excederse en ning¨²n sentido, que es lo que los aficionados al flamenco reprochan con frecuencia a quienes hacen un empleo desmesurado de cajones y otros m¨²ltiples artilugios de los sonidos de percusi¨®n. Gali mimaba el sonido, lo acariciaba literalmente si llegaba el caso, y esto distingu¨ªa su personal calidad de int¨¦rprete en una especialidad en que se bordea peligrosamente el riesgo.
Se distingui¨® tambi¨¦n como compositor. Para el cine, para el teatro, para la danza..., su acento llevaba una marca distinguible de excelencia y personalidad. Andaba, por otra parte, a la b¨²squeda de un sonido con ecos orientales enormemente sugestivos, y que pienso pod¨ªa ser lo que m¨¢s le interesaba como creador, porque era en esos temas donde ¨¦l se manifestaba como cantante. Discreto, afectivo, cordial, quienes cont¨¢bamos con su amistad le admir¨¢bamos y le respet¨¢bamos. Su desaparici¨®n es una p¨¦rdida importante para la m¨²sica espa?ola de nuestro tiempo.-
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