Althea Gibson, la primera tenista negra que gan¨® un Grand Slam
La historia la recordar¨¢ como una luchadora capaz de romper todas las barreras que, en los a?os cincuenta, imped¨ªan a los negros jugar los grandes torneos de tenis en Estados Unidos y logr¨® ganar cinco t¨ªtulos del Grand Slam (Roland Garros en 1956, Wimbledon y el Open de EE UU de forma consecutiva en 1957 y 1958). Pero ¨¦sa es una tesis excesivamente simple para explicar la puerta que abri¨® Althea Gibson (1927, Silver, Carolina del Sur), y que facilit¨® la irrupci¨®n posterior de tenistas como Arthur Ashe, Yannik Noah o, m¨¢s recientemente, de las hermanas Venus y Serena Williams en un deporte b¨¢sicamente blanco. Gibson falleci¨® el pasado domingo a los 76 a?os en el hospital de East Orange en New Jersey, pobre y olvidada, tras una larga enfermedad.
"Conscientemente", explic¨® ella misma en un art¨ªculo autobiogr¨¢fico aparecido en 1985, "nunca pretend¨ª realizar ninguna cruzada. S¨®lo intent¨¦ dar lo mejor de m¨ª. Porque siempre he cre¨ªdo que la mejor forma de avanzar y de ser aceptados es haci¨¦ndolo de forma individual. Pero eso no supone que me oponga a los movimientos para la integraci¨®n en las escuelas y otras reivindicaciones".
Estas premisas pueden parecer ahora fuera de lugar, pero no lo eran en la ¨¦poca en que la familia Gibson, con tres hermanas y un hermano, se vio obligada a convertirse en n¨®mada, tras tres a?os de sequ¨ªa que arruinaron la plantaci¨®n de algod¨®n (cinco acres) que pose¨ªan el padre y un t¨ªo de Althea en Carolina del Sur. Peregrinaron por todo el pa¨ªs hasta recalar en la calle 143? de Harlem, en Nueva York.
Pero aquella circunstancia que hundi¨® la econom¨ªa familiar se convirti¨® a la larga en la salvaci¨®n para Althea Gibson. "Fue en aquellas calles donde cog¨ª mi primera raqueta", cont¨® en su biograf¨ªa. "Jug¨¢bamos a baloncesto, b¨¦isbol, a cualquier cosa. Pero lo que m¨¢s me gustaba era el paddle, en pistas que marc¨¢bamos en medio de la calle". Althea tuvo suerte, porque Buddy Walker, el director de la Harlem Orchestra, la vio jugar y apreci¨® sus cualidades atl¨¦ticas. Le compr¨® dos raquetas de tenis de cinco d¨®lares cada una y le permiti¨® pisar por primera vez una pista en el Harlem River Tennis.
Fue un paso crucial. Pero hasta los 14 a?os se vio relegada a jugar s¨®lo en las ligas para tenistas negros. S¨®lo pudo entrar en un torneo cuando su club de Harlem organiz¨® el campeonato de Nueva York y la inscribieron. Gan¨® el torneo, superando a una tenista blanca, Nina Irwin, en la final. Durante muchos a?os fue la ¨²nica negra que jug¨® en los torneos americanos. Y a los 23 se hab¨ªa ganado el derecho a ser seleccionada para jugar en Wimbledon, pero su federaci¨®n la excluy¨®. Aquello hubiera pasado inadvertido a no ser porque en julio de aquel 1950 Alice Marble, una de las mejores jugadoras americanas del momento, public¨® un art¨ªculo reivindicando la calidad de Gibson.
"La pol¨¦mica atraves¨® el continente de punta a punta", explic¨® Gibson. Y en agosto fue invitada a jugar el Open de Estados Unidos. Era la primera jugadora negra que disputaba un Grand Slam. Y aquel hecho fue la portada de su leyenda: gan¨® cinco t¨ªtulos grandes y alcanz¨® el liderato del tenis femenino mundial; su carrera se cerr¨® con 11 t¨ªtulos del Grand Slam entre individuales y dobles.
Retirada ya del tenis, grab¨® un disco con sus canciones, Althea Gibson Sings, particip¨® en el Show de Ed Sullivan y coprotagoniz¨® una pel¨ªcula con John Wayne y William Holden, Misi¨®n de audaces. Su autobiograf¨ªa la titul¨® I Always Wanted to Be Somebody (Siempre he querido ser alguien). A los 33 a?os, Gibson rompi¨® otra barrera racista, al convertirse en la primera mujer negra que jug¨® el circuito LPGA de golf. Entre 1963 y 1977 disput¨® 171 torneos. Los ¨²ltimos a?os los pas¨® en New Jersey, con evidentes dificultades econ¨®micas y de salud. Venus Williams tuvo un recuerdo para ella cuando en 2000 gan¨® su primer torneo de Wimbledon.-
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