Chalet libre adosado
Se equivocan quienes han venido a concluir que, un a?o despu¨¦s de que Ibarretxe diera el pistoletazo de salida a su plan, el pleno de pol¨ªtica general del pasado viernes no ha aportado novedad ninguna. Aun cuando fuera cierto (que no lo es) que el texto presentado sea un calco del que hizo p¨²blico el 27 de septiembre de 2002, decir lo mismo despu¨¦s del a?o transcurrido -periodo en el que el lehendakari no ha logrado ni un solo apoyo m¨¢s de los que ten¨ªa al iniciar el proceso, en el que las cr¨ªticas a su plan han sido tan diversas, en el que el PP se mantiene fuerte, en el que el PSOE ha despejado definitivamente su posici¨®n frente al citado plan-, es decir mucho. Fundamentalmente, es decir que las cosas no tienen vuelta atr¨¢s. El nacionalismo vasco ha puesto negro sobre blanco su programa pol¨ªtico m¨ªnimo. Sin margen de negociaci¨®n, al menos en sus aspectos sustantivos. Se podr¨¢ ir m¨¢s lejos, pero no menos. Se podr¨¢ avanzar m¨¢s lento, pero siempre por el camino marcado. Se podr¨¢ jugar con los tiempos, se podr¨¢ incluso aplazar el tiempo de las decisiones, pero ese tiempo llegar¨¢.
Cuestiones de legalidad, de legitimidad, de moralidad, de oportunidad incluso, seguir¨¢n siendo objeto de debate y, hay que esperarlo as¨ª, de progresiva clasificaci¨®n. Servir¨¢n, en todo caso, para fortalecer una alternativa inteligente y progresista que vaya m¨¢s all¨¢ del Pie en Pared (curiosa coincidencia de siglas) de un PP que cree estar combatiendo al nacionalismo cuando lo que hace es exacerbarlo debilitando, de paso, la posici¨®n del otro gran partido estatal. Pero no olvidemos una cosa: al final, el llamado Pacto Pol¨ªtico para la Convivencia se va a reducir, si no lo remediamos, a un desnudo problema de poder, al enfrentamiento artificial e irresponsable de dos demos, el espa?ol y el vasco, complejos y plurales ambos, distorsionados hasta la caricatura por exigencias del combate. En una pr¨®xima columna me propongo compartir con ustedes mis preocupaciones ante esta posibilidad. Pero hoy me permitir¨¢n abordar otro asunto.
?Qu¨¦ es esa Comunidad Libre Asociada que el plan presenta como objetivo? Sigo sin poder visualizarla. Es cierto que el documento, al referirse a las pol¨ªticas de protecci¨®n social, afirma "la solidaridad con el resto del Estado" como un principio a garantizar, incluso tras la constituci¨®n de un sistema propio de Seguridad Social. Como es innegable la definici¨®n de ciudadan¨ªa vasca no excluyente, c¨ªvica y no ¨¦tnica, que el texto hace. Todo esto es muy importante, pero aclara tan poco la figura del futuro ente pol¨ªtico como la f¨®rmula de la "relaci¨®n amable de Euskadi con el estado espa?ol". No ser¨¢ Estado, ni unidad federada, ni comunidad aut¨®noma. Se asemeja al, para m¨ª, extra?o modelo de partenariado al que se refiere Ferr¨¢n Requejo en el libro del IVAP sobre la propuesta de Ibarretxe. Sabemos lo que no es: no es m¨¢s Estatuto. Por otro lado, las pol¨ªticas y materias que se reservan con car¨¢cter exclusivo al Estado espa?ol est¨¢n, en su mayor parte, destinadas a ser europeizadas, dejando de ser caracter¨ªsticas definitorias de los Estados.
El texto aclara bien poco: "Es una Propuesta compatible con el desarrollo futuro de un Estado compuesto, plurinacional y asim¨¦trico, y no nos corresponde prejuzgar el desarrollo del modelo de Estado ni la tendencia que leg¨ªtimamente le quieran imprimir otros Pueblos". Puede que, formalmente, sea compatible con la construcci¨®n de una Espa?a plurinacional, pero no apunta ni empuja en esa direcci¨®n. Si las cosas van por ah¨ª, bien, y si no, tambi¨¦n. El chalet adosado que quiere ser la Euskadi libre asociada har¨¢ su vida, en lo fundamental, al margen de lo que ocurra en el resto de la urbanizaci¨®n, que se organizar¨¢ como quiera o pueda. Aqu¨ª se encuentra la irreductible diferencia entre el planteamiento de Ibarretxe, convertido ya en plan de todo el Gobierno por mor del apoyo de una Izquierda Unida que inexplicablemente ha reducido tal diferencia a la estatura anecd¨®tica de un chiquito pleito, y el planteamiento federal, que exige un proyecto com¨²n que implique a todos los que desean participar del mismo.
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