Alonso: "Menos mal que fue gol"
El gol que le dio la victoria a la Real Sociedad entr¨® y sali¨® de la caja de la porter¨ªa en menos de un segundo. Fue un cabezazo de Xabi Alonso. "Menos mal que entr¨®", dijo ayer el jugador, despu¨¦s del partido; "no lo vi bien al principio, no estaba seguro, pero el l¨ªnea lo ha visto mejor".
Fue la noche de Alonso. Pero sobre todo, fue la de Nihat, que en la primera parte desequilibr¨® el partido ante sus compatriotas, que no correligionarios futboleros.
Rondaban las 19.30, una hora y cuarto antes de que comenzara el encuentro, y los jugadores de la Real salieron en ch¨¢ndal al campo del estadio Atat¨¹rk. Entonces, la pe?a Mujika, encendi¨® la mecha: "Nihat, Nihat", gritaron los seguidores realistas desplazados a Estambul. A su alrededor hab¨ªa miles de aficionados del Galatasaray, un hist¨®rico enemigo de sus vecinos del Besiktas. Precisamente, Nihat es un producto del Besiktas; all¨ª creci¨® y triunf¨®. Pero la siempre agresiva grada turca no se lo reproch¨®. Al contrario. Sigui¨® la cantinela de la pe?a Mujika y core¨® su nombre.
El delantero de la Real no tuvo otro remedio que, al m¨¢s puro estilo torero, dar la vuelta al campo, detenerse en las cuatro esquinas y saludar a los m¨¢s ruidosos fieles del Galatasaray.
Nihat no daba cr¨¦dito a lo que ve¨ªa. No estaba en el estadio Inonu, el feudo del Besiktas, donde ten¨ªa rendido a su p¨²blico. Tampoco era Anoeta, a pesar de que las formas del grader¨ªo del estadio Atat¨¹rk, con su visera y su pista de atletismo, se dan un aire al campo de San Sebasti¨¢n.
Antes de cumplirse el primer minuto, Frank de Boer regal¨® un bal¨®n de gol a Nihat. Lo fall¨® el turco. Pero no la segunda oportunidad, un minuto despu¨¦s. Puso lo mejor de s¨ª: velocidad -para llegar al bal¨®n-, habilidad -para largar un ca?o a un p¨¦simo Tamas- y precisi¨®n en el pase a Kovacevic. En suma, Nihat en estado puro. En su salsa.
El gol doli¨® al p¨²blico turco, que cambi¨® de actitud hacia ¨¦l. Nihat sali¨® del c¨¦sped, dolido en un gemelo, poco despu¨¦s del gol del empate. Entonces, todo era bullicio; un ruido con sonido a odio.
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