Nuevo intento

Washington quiere que su nuevo borrador sobre Irak sea aprobado por el Consejo de Seguridad antes de la Conferencia de Donantes que se celebrar¨¢ en Madrid a finales de mes. Para conseguir el apoyo de los m¨¢s reticentes -Francia, Rusia y Alemania- a su petici¨®n de tropas y dinero ha introducido algunos cambios destinados a acelerar la entrega del poder a los iraqu¨ªes. El m¨¢s significativo es dejar en manos del consejo provisional el protagonismo en la elaboraci¨®n del calendario de la transici¨®n. La ONU tiene un papel mayor en la ¨²ltima propuesta, pero queda todav¨ªa suficientemente desdibujado por la Casa Blanca.

La imparable sangr¨ªa de vidas y los formidables requerimientos econ¨®micos de Irak han descalabrado en tres meses el proceso pol¨ªtico puesto en marcha en junio por el estadounidense Paul Bremer. En Washington, aun cuando nadie pide la retirada del pa¨ªs ocupado, flota la idea, y no s¨®lo entre los dem¨®cratas, de que se agilice la devoluci¨®n de la autoridad a los iraqu¨ªes ante la sucesi¨®n de reveses y los miles de millones de d¨®lares extra que ha solicitado el presidente Bush al Congreso. Hay voces que sugieren incluso su reintegro con cargo a las exportaciones petrol¨ªferas. Es la r¨¦plica atenuada del debate que se da en el Consejo de Seguridad.

En la cr¨ªtica situaci¨®n iraqu¨ª, donde, seg¨²n el propio Pent¨¢gono, los ataques contra las tropas ocupantes son cada vez m¨¢s frecuentes y m¨¢s mort¨ªferos, tan improcedente puede ser la tentaci¨®n de eternizarse como la de buscar atajos. Impulso ¨¦ste que se har¨¢ m¨¢s acusado en EE UU a

medida que se aproximen las elecciones presidenciales del a?o pr¨®ximo y se debilite el proyecto preb¨¦lico de democratizar Irak a la occidental y utilizar un renacido pa¨ªs ¨¢rabe como palanca para la reforma pol¨ªtica global de Oriente Pr¨®ximo.

El consejo provisional iraqu¨ª, que ha comenzado esta semana a debatir qui¨¦n y c¨®mo deber¨ªa escribir la Constituci¨®n, ya ha advertido de que una nueva ley fundamental no podr¨¢ estar lista en el plazo de seis meses aventurado por el secretario de Estado, Colin Powell. Para empezar, hay que decidir si se elige una asamblea constituyente y c¨®mo, designar luego un comit¨¦ constitucional en base a cuotas ¨¦tnico-religiosas o comenzar una consulta masiva de notables del tipo que alumbr¨® en Afganist¨¢n la loya jirga. Bremer tendr¨ªa, naturalmente, la ¨²ltima palabra.

La negociaci¨®n que se avecina en la ONU no debe perder de vista que cualquier gobierno provisional nacer¨¢ inevitablemente d¨¦bil y escaso de legitimidad. Adquirir la competencia t¨¦cnica necesaria y consolidarse pol¨ªticamente llevar¨¢ su tiempo en un pa¨ªs devastado. M¨¢s importante a¨²n: una precipitada transferencia del mando en Bagdad acabar¨¢ dando el poder a los islamistas -un tema que prefiere obviarse-, con diferencia, la fuerza pol¨ªtica m¨¢s organizada por el momento. Irak es un desaf¨ªo complejo que exige ser asumido con calma y en sus propios t¨¦rminos. Lo que all¨ª suceda decidir¨¢ el futuro de un pueblo y tendr¨¢ implicaciones decisivas en una regi¨®n crucial.