La 'Hillary' de Francia

En un par de a?os, la esposa del presidente franc¨¦s, Bernadette Chirac, ha sabido construirse un papel pol¨ªtico de facto tras casi cuatro decenios dedicados a acompa?ar discretamente el recorrido de su marido por toda la escala de la vida p¨²blica: diputado, ministro, primer ministro, alcalde de Par¨ªs y presidente de la Rep¨²blica. Un poco al estilo de Hillary Clinton, dejar de ser "la se?ora de" y adquirir vida propia crea un nuevo procedimiento de acceso, chocante para muchos, de las mujeres a la pol¨ªtica.

La primera Chirac que adquiri¨® relevancia p¨²blica fue Claude, la hija del presidente y principal asesora de comunicaci¨®n del padre, a quien ¨¦ste debe los consejos que "centraron" su imagen y le despegaron del autoritarismo propio de la derechona de toda la vida, seg¨²n los mejor informados. Fueron los tiempos del primer mandato presidencial, durante los cuales la madre, Bernadette Chirac, permaneci¨® en el papel representativo cl¨¢sico durante los viajes y las recepciones oficiales.

Se le atribuye que influy¨® en su marido para que nombrara primer ministro a Raffarin y no a Sarkozy

La esposa de Chirac, no obstante, lleva 24 a?os de trabajo pol¨ªtico real, si bien limitado al consejo local del departamento de Corr¨¨ze, donde los Chirac tienen su residencia privada y en el que Bernadette ha sido elegida y reelegida varias veces. El salto cualitativo se produjo en 2001. Para pasmo de buen n¨²mero de franceses, apegados a las tradiciones o amantes de otros criterios de selecci¨®n, la se?ora de Chirac ha construido desde entonces una imagen caracterizada por un activismo muy aut¨®nomo.

Yvonne de Gaulle, Claude Pompidou o Dani¨¨le Mitterrand no se permitieron el tren de vida en p¨²blico que lleva la actual primera dama de Francia, ni menos a¨²n efectuar un viaje oficial sin su marido, como el que Bernadette hizo en mayo a Afganist¨¢n, con visita incluida a las tropas francesas y audiencia con Hamid Karzai, el presidente afgano. Por eso, Jacques Chirac no ha podido extra?arse de que George W. Bush haya enviado a su esposa Laura a oficiar la ceremonia de regreso de Estados Unidos al redil de la Unesco.

Bernadette Chirac se "destap¨®" en las elecciones municipales de 2001, acudiendo a m¨ªtines y apoyando a candidatos de la derecha, con notable ¨¦xito de p¨²blico. Particip¨® en la campa?a presidencial de 2002, public¨® una larga entrevista en forma de libro y en los ¨²ltimos meses multiplica sus apariciones televisivas, adem¨¢s de conceder unas declaraciones al semanario Le Nouvel Observateur.

Se atribuye a Bernadette Chirac haber influido en su marido para que nombrara primer ministro a Jean-Pierre Raffarin, en detrimento de Nicolas Sarkozy, la persona que parec¨ªa llamada a ejercer ese puesto tras la victoria electoral de 2002 y que al final se vio encargado del Ministerio del Interior. Los Chirac se consideraron traicionados por Sarkozy en 1995, porque apost¨® a otro caballo -a la saz¨®n Edouard Balladur- como candidato presidencial de la derecha. Pero Sarkozy es ahora el ministro m¨¢s popular de Francia y la se?ora de Chirac, en nombre propio o quiz¨¢ tambi¨¦n en el de su marido, parece haberle perdonado: "En pol¨ªtica hay que volver la p¨¢gina. Si no, no vamos a ninguna parte. Yo aprecio las grandes cualidades de ese ministro del Interior", dice.

La primera dama de Francia, a quien el diario Le Monde considera la "vicepresidenta" de hecho, defiende el papel de la mujer en la pol¨ªtica. Pero no reivindica las cuotas femeninas en los ¨®rganos pol¨ªticos -el Gobierno de Lionel Jospin persigui¨® la paridad entre hombres y mujeres en el Parlamento y en los ayuntamientos-; para Bernadette Chirac, lo decisivo ser¨ªa que Hillary Clinton fuera elegida presidenta de Estados Unidos. Si eso ocurriera, "ella [Hillary] se convertir¨¢ en una bandera para las dem¨¢s mujeres del mundo", afirma.

Hillary Clinton habla en t¨¦rminos elogiosos de Bernadette en su reciente libro de memorias. Para aqu¨¦lla, la esposa del presidente franc¨¦s es "una mujer elegante y cultivada", la ¨²nica mujer de presidente "que ejerce personalmente un mandato electivo" (Ana Botella a¨²n no hab¨ªa sido elegida concejal) y recorre su circunscripci¨®n "casa por casa, al encuentro de los electores". Bernadette Chirac aparece ahora casi en paridad con su marido, por cauces desde luego distintos a los intentados por la izquierda en los a?os pasados.