Abstracci¨®n y modernidad

Cuatro coreograf¨ªas de muy distinta duraci¨®n, intensidad e intenci¨®n forman este espect¨¢culo de la compa?¨ªa joven de danza contempor¨¢nea del Institut del Teatre de la Diputaci¨®n de Barcelona, nacida para suministrar a los graduados en danza la ocasi¨®n de adentrarse en los secretos del oficio a modo de plataforma de oportunidades, coproducido con el Festival Grec en el a?o 2000.

Hands, de Wim Vandekeybus y Eduardo Torroja, bajo el concepto musical de Thierry de Mey, se estren¨® en su versi¨®n original en l987. Es la m¨¢s abstracta de las cuatro que componen el programa. Sobre un dise?o de luces, escenario y vestuario de Ultima Vez se centra, durante apenas diez minutos, en el juego conceptual de dos cuerpos sobre el suelo mientras realizan estilizados juegos de manos sobre la tabla de una mesa, en un repertorio de movimientos in crescendo al hilo de una sugerente percusi¨®n.

En Ti.To, de Gustav Ram¨ªrez, con iluminaci¨®n de Paco Azor¨ªn, se trata de bailar la nada a partir de la pregunta ret¨®rica sobre qu¨¦ hacer cuando sabes que ya no puedes hacer nada m¨¢s que esperar. Les bras de mer, coreograf¨ªa y m¨²sica de Petr Zuska, que tambi¨¦n firma el vestuario en su versi¨®n original con Roman Solc y la iluminaci¨®n con Martin Saintonge, se estren¨® en Praga en 2002, siendo retomada por la compa?¨ªa del Institut del Teatre en junio de este a?o en el marco del festival Sitges Teatre Internacional.

Se trata de una especie de variaci¨®n sobre la coreograf¨ªa anterior, en la que una pareja que suma la esperanza al repertorio de sus recuerdos acabar¨¢ pregunt¨¢ndose por la ¨ªndole de su relaci¨®n, antes de interrogarse sobre la identidad del otro y sobre la incertidumbre acerca de uno mismo, todo ello con una fina sensibilidad y firmeza de movimientos.

Cosa distinta es Wolfgang, Bitte,..., del portugu¨¦s Rui Horta, que tambi¨¦n firma la iluminaci¨®n, la escenograf¨ªa y el vestuario, estrenada en Frankfurt en 1991. Se trata de una especie de abstracto homenaje a Mozart, cuya m¨²sica conduce la coreograf¨ªa, en el que destacan algunas inquietantes composiciones locales. En resumen, cuerpo de baile joven, con t¨¦cnica ya muy apreciable, que comienza sus pasos por los escenarios. A¨²n as¨ª, no parece de importancia suficiente como para abrir temporada en la primera sala p¨²blica de Valencia.