Jugando en el patio de una c¨¢rcel
Los secuestros generalizados de parientes de futbolistas y la violencia de las 'barras bravas' machacan la Liga en Argentina
El f¨²tbol argentino parece jugarse en el patio de una c¨¢rcel. Los campos est¨¢n protegidos cada domingo por miles de polic¨ªas. En la semana los clubes contratan guardias para proteger a las plantillas de los aprietes de las barras bravas. Las nuevas leyes hacen a¨²n m¨¢s duras las condenas por delitos vinculados con la seguridad deportiva. Pero nada alcanza. El hambre, la necesidad, la desesperaci¨®n y la violencia est¨¢n en las calles. Los aficionados m¨¢s sensatos deciden seguir el torneo a distancia, por televisi¨®n. As¨ª se adormece la pasi¨®n, pero tambi¨¦n el miedo.
La ¨²ltima oleada de secuestros -que se producen a un promedio de dos personas cada d¨ªa en la periferia de Buenos Aires- se llev¨® al padre de Cristian Traverso, ex jugador del Boca actualmente en el Puebla de M¨¦xico y a Fernando Gatti, hijo del Loco Gatti, ex portero de Argentina, River y Boca, entre otros equipos. La pasada semana el padre de los mellizos Barros Schelotto, Gustavo en el Rosario Central y Guillermo en el Boca, evit¨® el secuestro de Carolina, la hermana mayor cuando ella legaba de visita a su casa. Ya hab¨ªan pasado por esto el padre de Astrada, jugador del River, el hermano de Riquelme, ahora en el Villareal, el hermano de Zapata, ex jugador del River, el padre de los hermanos Milito, Gabriel en el Zaragoza y Diego en el Racing de Avellaneda.
El ¨²ltimo estallido grave de violencia en un campo se produjo a fines de agosto, cuando los fan¨¢ticos del Chacarita iniciaron una batalla campal en las tribunas de La Bombonera, el campo del Boca. El juez de turno, Mariano Berges, inici¨® una investigaci¨®n y orden¨® la prisi¨®n preventiva del vicepresidente del Chacarita, Armando Capriotti. La decisi¨®n del juez sorprendi¨® al propio Capriotti cuando poco d¨ªas m¨¢s tarde se iba a sentar en la platea del campo del Chacarita y la polic¨ªa se lo llev¨® de all¨ª a la c¨¢rcel. Las medidas del juez obligaron a suspender los partidos en la Capital Federal y los directivos de la AFA resolvieron parar la disputa del torneo. ?Cu¨¢nto resiste un pa¨ªs como Argentina sin f¨²tbol? La medida funciona s¨®lo como tregua. Dos semanas m¨¢s tarde se volvi¨® a jugar en el patio de la c¨¢rcel. Y todos los d¨ªas, para recuperar el dinero que paga la televisi¨®n.
El nuevo secretario de Seguridad Deportiva del Ministerio de Justicia, Javier Castrilli, es un ex ¨¢rbitro de f¨²tbol a quien llamaban El sheriff. Se retir¨® luego de denunciar las presiones de los directivos de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA) sobre los colegiados, e impuls¨® la creaci¨®n de un cuerpo especial de fiscales que asisten a los campos en los llamados partidos de "alto riesgo" y toma decisiones sobre la marcha junto con los jefes del operativo policial.
La sola presencia de esos fiscales logr¨® una transitoria victoria. Los jefes y los seguidores m¨¢s duros de las temibles barras bravas del Boca y el River, conocidas como La doce y Los borrachos del tabl¨®n, dejaron de asistir a los estadios en los ¨²ltimos partidos. El resto de los fan¨¢ticos deja el espacio vac¨ªo en las tribunas como forma de protesta. Los l¨ªderes de las bandas temen ser identificados y detenidos. Los miembros de las barras mantienen el negocio abierto. En los partidos con mayor asistencia de p¨²blico pueden recaudar hasta 10.000 euros por ingresos diversos, vender droga, robar, revender entradas o cobrar ilegalmente un euro con cincuenta a quienes aparcan el coche en las calles cercanas "para que no le rompan los focos o los rayen".
La pasada semana la polic¨ªa tendi¨® un cerco alrededor de Rafel Di Zeo, temible l¨ªder de La Doce que fue filmado en el momento en el que participaba de una brutal golpiza a hinchas del Chacarita, en un enfrentamiento anterior. Pero cuando finalmente entraron al piso, Di Zeo ya no estaba all¨ª. Se hab¨ªa descolgado desde una ventana luego de anudar varias s¨¢banas. Los agentes detuvieron a su amante, una mujer embarazada que tambi¨¦n es polic¨ªa. En el piso encontraron mucho dinero y armas.
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