El Deportivo hace cumplir la ley

Todo el sopor y la insustancialidad de las primeras eliminatorias de la Copa se cernieron anoche sobre San L¨¢zaro, donde 4.000 heroicos aficionados sufrieron el suplicio de un partido infame. El Compostela, hundido en Segunda B, cumpli¨® al menos su papel con la ilusi¨®n que siempre se espera de un equipo peque?o. Pero el Depor, sencillamente penoso, salv¨® la eliminatoria convirtiendo su ¨²nica ocasi¨®n clara.

Pocos equipos en Espa?a pueden presumir de un fondo de armario como el Deportivo, que se permite el lujo de presentarse en un partido de Copa alineando un segundo equipo en el que figuraba gente como Fran, Djalminha, Trist¨¢n, Duscher, C¨¦sar o Capdevila. Un once inicial perfectamente veros¨ªmil en cualquier choque de Liga para enfrentarse a un adversario que no hace tanto que se le sub¨ªa a las barbas en Primera y que ahora pena en Segunda B, al borde la bancarrota y con un animoso grupo de chicos de la cantera.

Si el choque se midiese por el rasero de la actitud, poco habr¨ªa que reprochar al Depor, que entr¨® al partido con el inter¨¦s que se exig¨ªa a un grupo de jugadores ansiosos por reivindicarse. Pero todo el ¨¢nimo que exhibi¨® el Depor en un choque que entra?aba el riesgo de la desmotivaci¨®n se qued¨® en nada por la falta de ideas.

El cuadro de Irureta sufri¨® ese t¨ªpico extrav¨ªo que padecen en la Copa los conjuntos grandes y se atasc¨® ante un adversario sin un atisbo de f¨²tbol, pero que combati¨® su desventaja mezclando orden y entusiasmo. El inter¨¦s y el criterio de Fran y Djalminha sirvieron de poco ante una f¨®rmula tan sencilla, capaz de obturar todas las v¨ªas hacia el ¨¢rea contraria de un Depor que se fue al descanso sin rematar a puerta. Tan embotado anduvo el Depor que, pese a disfrutar del bal¨®n en dosis ilimitadas, las mejores oportunidades contabilizaron en el casillero del Compostela, que en la primera hora de partido amenaz¨® al contragolpe con disparos de Fidalgo y Chico. El Compostela incluso acarici¨® el milagro en el tramo final del choque, cuando Fran Cainzos desaprovech¨® un remate muy claro. Hasta que Trist¨¢n, cuando m¨¢s penoso parec¨ªa su equipo, aprovech¨® un rechace de un defensa para hacer cumplir la vieja ley del f¨²tbol.

Al margen del f¨²tbol, en el tramo final del encuentro hubo incluso una carga policial de los antidisturbios que termin¨® con dos seguidores del Deportivo esposados y m¨¢s de uno con rasgu?os y el susto en el cuerpo.