Las mujeres ya representan el 35% de las listas electorales

El 16-N supondr¨¢ un paso adelante hacia la igualdad entre hombres y mujeres en las listas electorales, pero no todav¨ªa el definitivo. Los partidos parlamentarios presentan el porcentaje m¨¢s alto de candidatas de la historia -el 34,9% del total, 5 puntos m¨¢s que hace cuatro a?os y 20 m¨¢s que en las primeras elecciones auton¨®micas, en 1980-, y se acercan por primera vez a la paridad, situada en un m¨ªnimo del 40%. La menor presencia de mujeres en los partidos nacionalistas -CiU y ERC- impide alcanzar esta simb¨®lica cifra.

En 1980, las listas presentadas por los actuales partidos parlamentarios albergaban ¨²nicamente el 13,2% de mujeres y la situaci¨®n incluso empeor¨® en 1984, los primeros comicios en que CiU se impuso por mayor¨ªa absoluta, cuando el porcentaje descendi¨® hasta el 11%. A partir de entonces, no obstante, la mejora ha sido constante, aunque muy lenta: del 17,5% en 1988 se pas¨® al 20,3% en 1992, el 22,8% en 1995, el 29,9% en 1999 y el 34,9% para los comicios del mes pr¨®ximo (v¨¦ase el gr¨¢fico adjunto).

La evoluci¨®n no es s¨®lo num¨¦rica, sino tambi¨¦n cultural: hoy ning¨²n partido con un m¨ªnimo de aspiraciones se atrever¨ªa a presentar una lista electoral integrada exclusivamente por hombres, como hicieron en el pasado CiU y el PP: en 1984 los 18 candidatos que ambos partidos presentaron por Tarragona eran hombres y la coalici¨®n nacionalista repiti¨® la experiencia cuatro a?os despu¨¦s.

El Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) -y su antecesor, el PSUC-, ambos favorables a implantar cuotas, han sido los partidos que m¨¢s han empujado en este proceso a¨²n inconcluso. Desde las elecciones de 1988 se encuentran a la cabeza en n¨²mero de mujeres en las listas: en la d¨¦cada de 1990 el impulso principal correspondi¨® a Iniciativa, mientras que el PSC cogi¨® la alternativa en 1999 y en estas elecciones alcanza holgadamente la paridad: el 45,9% de sus candidatos son mujeres.

Mejora del PP

La tradicional l¨ªnea divisoria entre derecha e izquierda, no obstante, no est¨¢ tan clara en el caso catal¨¢n y la participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres: el Partido Popular, que rechaza expresamente las cuotas, ha dado un salto importante en los ¨²ltimos a?os respecto a la presencia en las listas de mujeres, que integran el 34% del total en sus candidaturas para el 16-N.

Adem¨¢s, el PP es el ¨²nico partido cuyo porcentaje de mujeres crece en los puestos de elecci¨®n segura con relaci¨®n a las listas y que presenta a una mujer -Alicia S¨¢nchez-Camacho- como cabeza de lista en una circunscripci¨®n, la de Girona. En esto ¨²ltimo s¨®lo le iguala ICV, que presenta a Dolors Comas por Tarragona, aunque en este caso la elecci¨®n no es segura. En cambio, el PSC ha ido hacia atr¨¢s en ese punto concreto: hace cuatro a?os, dos de las cuatro circunscripciones estaban encabezadas por mujeres. Ahora, todas tienen hombres como cabeza de cartel.

En los ¨²ltimos a?os, los partidos nacionalistas se han convertido en las formaciones que menos mujeres presentan en sus listas electorales: ni CiU ni Esquerra llegan al 30% en las pr¨®ximas elecciones, aunque han mejorado las cifras con respecto a 1999 y tambi¨¦n alcanzan sus m¨¢ximos hist¨®ricos.

CiU ha sido tradicionalmente la que menos mujeres ha presentado, pero en cada convocatoria mejora.El caso de Esquerra Republicana es distinto: a principios de la d¨¦cada de 1980 era de los partidos que inclu¨ªa a m¨¢s mujeres en sus listas -aunque despu¨¦s ninguna llegaba a convertirse en diputada-, pero a principios de la d¨¦cada de 1990, coincidiendo con la llegada de ?ngel Colom a la secretar¨ªa general, pas¨® a ocupar la cola de los partidos catalanes.

El actual l¨ªder de la formaci¨®n, Josep Llu¨ªs Carod, ha tratado de recuperar el terreno perdido, pero su partido sigue presentando cifras discretas. En los pr¨®ximos comicios contin¨²a sin alcanzar el 30% de mujeres en las listas y Esquerra Republicana sigue siendo el ¨²nico partido parlamentario que jam¨¢s ha presentado en las auton¨®micas a una mujer como cabeza de lista en alguna de las circunscripciones electorales: ha tenido la oportunidad de hacerlo en 28 ocasiones -hay cuatro circunscripciones y se han convocado siete elecciones-, y en todos los casos se ha inclinado por un hombre.

El caso de Esquerra demuestra que la presencia de mujeres en las listas no implica necesariamente su llegada a las instituciones. Entre 1980 y 1995, el partido republicano reserv¨® siempre un porcentaje superior al 10% para las mujeres, pero ¨¦stas no llegaron nunca al Parlament porque no las situaban en puestos de salida. De hecho, Esquerra no sent¨® a ninguna mujer en la C¨¢mara catalana hasta el a?o 1999, cuando Carme Porta conquist¨® un esca?o.

Mejora en el Parlament

A la vista de las listas presentadas, el n¨²mero de mujeres en el Parlament tambi¨¦n se incrementar¨¢ tras las pr¨®ximas elecciones. La estimaci¨®n exacta es imposible hasta conocer los resultados y comprobar la posterior evoluci¨®n pol¨ªtica -cu¨¢ntos diputados renunciar¨¢n al esca?o para incorporarse al Gobierno-, pero si se repitieran exactamente los mismos resultados que en 1999 el porcentaje pasar¨ªa del 25% al 30%. En ambos casos, el porcentaje de mujeres es ligeramente m¨¢s bajo que en las listas, lo que indica que los puestos de elecci¨®n segura contin¨²an copados mayoritariamente por hombres.

En el citado ejercicio de simulaci¨®n -que todos los partidos repitieran ahora el mismo n¨²mero de esca?os por circunscripci¨®n que en 1999-, s¨®lo el PP y el PSC superar¨ªan el 40% de diputadas. Esquerra dejar¨ªa el farolillo rojo y pasar¨ªa del 8% al 25%, superando a CiU.

La federaci¨®n de Artur Mas mejorar¨ªa un poco en ese apartado -pasar¨ªa del 14% al 19% de mujeres en el Parlament el d¨ªa de la constituci¨®n de la C¨¢mara-, pero quedar¨ªa en ¨²ltimo lugar. El caso de Iniciativa es dif¨ªcil de comparar porque en 1999 s¨®lo se present¨® en solitario por Barcelona. No obstante, en los cinco primeros puestos de esta circunscripci¨®n -la ¨²nica en que tiene asegurada la representaci¨®n- s¨®lo se incluye una mujer, Bet Font, que ocupa el segundo lugar.