La izquierda francesa existe
Los socialistas vuelven a escena con divisiones sobre Europa y la reaparici¨®n de Jospin
La vuelta del Partido Socialista franc¨¦s al escenario pol¨ªtico ha deparado un mensaje muy reticente hacia el proyecto de Constituci¨®n Europea, apadrinado por Val¨¦ry Giscard d'Estaing y defendido por el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. Las corrientes que re¨²nen a casi un 40% de la militancia socialista se han pronunciado por el no a esta Constituci¨®n, mientras el grupo mayoritario, sin dar un cheque en blanco a la construcci¨®n europea, ha aprobado un pliego de "exigencias" antes de decidir el sentido del voto en el refer¨¦ndum insinuado por el primer ministro franc¨¦s, Jean-Pierre Raffarin.
La prueba se vivi¨® durante el Consejo Nacional celebrado por el Partido Socialista durante el pasado fin de semana. Antiguos colaboradores del ex primer ministro Lionel Jospin, como Dominique Strauss Kahn o Martine Aubry, abogaron por hacer lo posible a favor del proyecto europe¨ªsta, frente a un joven valor, Manuel Valls, que se pronunci¨® a favor del no en caso de que el proyecto constitucional permanezca como ahora.
De la discusi¨®n sali¨® un pliego de "exigencias", respaldado por 116 votos, que van desde garantizar el desarrollo de los servicios p¨²blicos y de la "excepci¨®n cultural" hasta armonizar la fiscalidad, asegurar la laicidad y facilitar la "cooperaci¨®n reforzada" entre Estados.
El pliego de condiciones le ha sabido a poco a otras corrientes, que votaron en bloque (61 sufragios) un texto de rechazo al proyecto de Constituci¨®n Europea, considerando que ¨¦ste "consagra el triunfo de la econom¨ªa liberal de mercado" y "agrava la confusi¨®n de poderes, organizando la impotencia pol¨ªtica". Uno de sus portavoces, Jean-Luc M¨¦lenchon, se mostr¨® seguro de que los franceses derrotar¨¢n a esa Constituci¨®n. Otra de sus figuras, Arnaud Montebourg, expres¨® el "dilema" en que se encuentran los socialistas, entre su impulso europe¨ªsta y la realidad de un proyecto constitucional que limita la capacidad de acci¨®n de la izquierda.
Por m¨¢s que el rechazo frontal a la Constituci¨®n haya quedado en minor¨ªa dentro del Partido Socialista, resulta patente que existe un sector nada desde?able de la militancia que converge con muchos comunistas y portavoces de los partidos de la extrema izquierda, en la fase de preparaci¨®n de las elecciones regionales de marzo pr¨®ximo y del eventual refer¨¦ndum sobre Europa.
El envite ha obligado a salir de su silencio al ex primer ministro Lionel Jospin. Un largo y restallante art¨ªculo en el peri¨®dico franc¨¦s Lib¨¦ration le ha servido para llamar "embaucadores" al presidente Jacques Chirac y al primer ministro Jean-Pierre Raffarin, pero tambi¨¦n para reprender a todos aquellos que en el Partido Socialista parecen dispuestos a dar pasos hacia la ultraizquierda.
A juicio de Jospin, la extrema izquierda intenta escamotear la cuesti¨®n del poder pol¨ªtico: los revolucionarios ya no pueden hacer la revoluci¨®n violenta, so?ada en otras ¨¦pocas y que siempre acaba en reg¨ªmenes opresivos, y ahora pretenden convencer al pueblo de que ya no debe plantearse m¨¢s la cuesti¨®n de ejercer democr¨¢ticamente el poder.
"Con un mismo impulso se condena a las organizaciones internacionales, se recusa la construcci¨®n europea y se afirma que no tiene sentido conquistar el poder en un marco nacional", escribe Jospin, quien advierte a los suyos de que "el poder no permanecer¨¢ vac¨ªo jam¨¢s", y les pone un ejemplo: "Los movimientos sociales, las huelgas, las manifestaciones no pueden impedir por s¨ª solos que la derecha imponga su pol¨ªtica".
Lionel Jospin advierte a la izquierda sobre las desviaciones extremistas y tambi¨¦n contra el riesgo de la desmovilizaci¨®n en las urnas, a la que ¨¦l mismo debe su eliminaci¨®n en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2002 en beneficio de la extrema derecha y, a la postre, de una derecha que obtuvo la mayor¨ªa absoluta present¨¢ndose como salvadora.
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