Juan Usl¨¦ abre las habitaciones de sus im¨¢genes fragmentarias
El pintor expone en el Retiro cuadros negros, solteros y rizom¨¢ticos
Los ocho grandes cuadros negros que abren la exposici¨®n de Juan Usl¨¦ (Santander, 1954) en el palacio de Vel¨¢zquez, del Retiro madrile?o, es una iron¨ªa sobre la supuesta muerte de la pintura y un juego sobre la idea de formatismo y formalismo, seg¨²n declara el artista. "Es el lugar donde se cuecen los sue?os y donde desaparecen". El montaje re¨²ne 80 pinturas y 30 fotograf¨ªas de los ¨²ltimos diez a?os, de museos y colecciones.
La exposici¨®n Open Rooms, de Juan Usl¨¦, forma parte del programa del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, en coproducci¨®n con el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Sociedad Estatal para la Acci¨®n Cultural en el Exterior (Seacex), con el patrocinio de la Fundaci¨®n Marcelino Bot¨ªn. Tras su estancia en el Retiro, hasta el 12 de enero, visitar¨¢ la Fundaci¨®n Bot¨ªn de Santander, el SMAK de Gante (B¨¦lgica) y el museo de arte contempor¨¢neo de Dubl¨ªn (Irlanda), cuyo director, Enrique Juncosa, es el comisario de la muestra.
La idea inicial de Rooms, "crear una serie de habitaciones donde puedan convivir pinturas relacionadas por la sintaxis, por su car¨¢cter gramatical", se convirti¨® en Open Rooms, como "contenedores comunicantes". Juan Usl¨¦ explica su exposici¨®n desde un discurso global de variaciones sobre la pintura, a partir de los grandes formatos de las pinturas negras So?¨¦ que
revelabas, de distintos a?os, que ocupan la parte central y m¨¢s luminosa del montaje. En otras versiones, como la muestra del Museo de Serralves, en Oporto (Portugal), el artista lleg¨® a pintar las habitaciones de negro. "Pinto cuadros negros para vaciar la cabeza de im¨¢genes y dejarme llevar. Al mover la brocha r¨ªtmicamente y al pintar la siguiente l¨ªnea, ve¨ªa el latido de la sangre.Los cuadros son como un circuito circulatorio m¨¢s, como somos nosotros, en una trama donde quisieran salir las im¨¢genes".
Tirar del hilo
Juan Usl¨¦, premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas 2002, ha reunido obras de los ¨²ltimos diez a?os, realizadas en sus estudios de Nueva York, donde reside desde hace 15 a?os, y de Saro (Cantabria). Para el comisario, Enrique Juncosa, forma parte de una generaci¨®n de pintores internacionales (Scully, Winters, Taafle, Frieze) que exploran las posibilidades metaf¨®ricas de la abstracci¨®n expresionista, org¨¢nica o geom¨¦trica, con cuadros que contienen "gesto y geometr¨ªa, sobriedad y barroquismo, dinamismo e inmovilidad".
"A finales de los a?os ochenta me marco un planteamiento, con el mismo formato, y situar la superficie como un campo de acci¨®n que permita abrir el vocabulario, el lenguaje de la pintura, sin que la imagen del artista remita a la idea de estilo", declara el pintor. "Voy tirando de un hilo, por esa inercia de descubrir im¨¢genes diferentes. La historia de cada cuadro es distinta y las im¨¢genes tambi¨¦n".
Llama a sus cuadros e¨®licos, solteros o rizom¨¢ticos, que se presentan como antiseries y con t¨ªtulos. "Aunque la pintura est¨¦ muerta desde hace dos siglos, yo me siento pintor, creando energ¨ªa y tensi¨®n e intentado provocar maneras de mirar y pensar por parte del espectador. No me considero un abstracto puro, y por eso los t¨ªtulos son fundamentales. El cuadro es como una membrana, debe mantener la luz y respetar todo tipo de memorias, adem¨¢s de comportamiento f¨ªsico y las zozobras del artista, tus ideas y frustraciones, que pueden estar ligadas a problemas de la realidad social".
Usl¨¦ vuelve a la habitaci¨®n negra, "a las zonas de misterio, donde im¨¢genes fragmentarias se reflejan en la pintura y uno se encuentra con lo que le conmueve".
Babelia
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