Resurrecci¨®n de la edad borrada
En los grandes prosistas de la generaci¨®n del 98 (Valle-Incl¨¢n, Unamuno, Baroja) encontramos muchas p¨¢ginas escritas con la intenci¨®n de lograr resultados semejantes a los que se alcanza con la poes¨ªa. Quisiera destacar aqu¨ª la figura literaria de Azor¨ªn, que puede ser considerado como uno de los m¨¢s grandes poetas espa?oles de su siglo sin que para ello haya necesitado escribir un solo verso. Su influencia en muchos de los poetas espa?oles posteriores es considerable, si bien ha sido tal influencia escasamente estudiada por creer que ¨¦sta tiene que ser exclusivamente formal. Otros prosistas de continuo le¨ªdos por los poetas son Gabriel Mir¨® y Ram¨®n G¨®mez de la Serna [...].
Ocnos est¨¢ escrito desde la nostalgia de su tierra (no importa que despu¨¦s derivara aqu¨¦lla en cierto desarraigo y desafecci¨®n). Lo mismo le ocurrir¨ªa al regresar en 1950 a Norteam¨¦rica, despu¨¦s de visitar por vez primera M¨¦xico. All¨ª hab¨ªa reencontrado su lengua, un pueblo vivo como el suyo, la sensualidad callejera, lugares que pod¨ªa reconocer como propios, el ocio, la fe del pueblo, personas que pod¨ªa querer, una determinada luz. "Cuando casi no cre¨ªa en mi tierra, la vista de ¨¦sta me devuelve la fe en la m¨ªa, cuyos defectos no existir¨ªan sin sus virtudes". Y en carta escrita en ese mismo a?o a Cano le dice: "... me enamor¨¦ de M¨¦xico como si fuera mi propia tierra. En realidad me gust¨® tanto y le tom¨¦ tanto cari?o precisamente porque es para m¨ª otra Espa?a". El resultado fue otro libro semejante a Ocnos, compuesto de 29 poemas en prosa, publicado en 1952, que titul¨® Variaciones sobre tema mexicano. En la siguiente edici¨®n del libro se a?adieron otros dos poemas m¨¢s, D¨²o y Centro del hombre, escritos tambi¨¦n en 1950. La nota habla por s¨ª sola de la deficiente distribuci¨®n que sufri¨® Variaciones...
Es la presente edici¨®n de Ocnos un homenaje a Luis Cernuda en el centenario de su nacimiento y al cumplirse 60 a?os de la primera edici¨®n del libro. ?sta, que aqu¨ª tambi¨¦n se reproduce en facs¨ªmil, representa a su vez el m¨¢s bello homenaje escrito que nunca recibiera la ciudad de Sevilla, lugar en el que Luis Cernuda naciera y viviera hasta los 26 a?os. All¨ª, el ni?o que fue y origin¨® al poeta contempl¨® y goz¨® el mundo desde una soledad que pobl¨® de s¨ª mismo. Es un libro de recobrado amor; un libro de resurrecci¨®n, por la palabra, de la edad borrada, el tiempo m¨ªtico en el que el tiempo del existir se transforma en espacio y la eternidad acostumbra a encarnar en el tiempo. M¨¢s tarde vivi¨® all¨ª tambi¨¦n la intensidad demorada y compleja de la adolescencia. Despu¨¦s las contradicciones del hombre, ca¨ªdo en el mundo exterior y ajeno, ya fuera del territorio m¨ªtico y alejado para siempre de su anterior naturaleza, am¨® y al mismo tiempo rechaz¨® lo amado. Pero estamos ya tocando la se?era altivez del gran poeta exiliado de todo, de todos y tambi¨¦n de s¨ª mismo.
Extracto del pr¨®logo que escribi¨® el autor del texto para la edici¨®n de Ocnos publicada por Huerga y Fierro Editores en 2002.
Babelia
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