"Estamos en una situaci¨®n ¨ªnfima en el nivel econ¨®mico y cultural respecto a otras artes"
Joaqu¨ªn Hinojosa (Madrid, 1953) habla de sus proyectos como nuevo director art¨ªstico de Teatres de la Generalitat, cargo que dice haber aceptado por las garant¨ªas recibidas de libertad y de medios para intentar revertir la situaci¨®n del teatro valenciano e igualarlo a otras artes.
Pregunta. ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con Valencia?
Respuesta. Se remonta a 1985, a ra¨ªz de un montaje de Poeta en Nueva York. Tuvo mucho ¨¦xito y me salieron muchos bolos en la Comunidad Valenciana. As¨ª establec¨ª contacto con la profesi¨®n y empec¨¦ a trabajar como actor y en diversos montajes valencianos. Particip¨¦ durante ocho a?os en el nacimiento de Moma.
P. Actor, dramaturgo, traductor, director, gestor, ?en qu¨¦ papel se siente m¨¢s c¨®modo?
"Carles Alfaro ser¨ªa la persona ideal [para la direcci¨®n del Tatre Nacional de Valencia]
R. La verdad es que en todos. Me gusta hacer todo. Me falta la m¨²sica
P. Como Clint Eastwood, que la hecho en su ¨²ltimo filme, Mystic river.
R. Lo admiro mucho. Me gusta mucho c¨®mo ha ido oscilando su cartel desde actor fascista, como dec¨ªan muchos cr¨ªticos, hasta ser un actor de culto, para esos mismos cr¨ªticos.
P. Usted fue un poco un actor fetiche de la progres¨ªa, a ra¨ªz de la pel¨ªcula Tres tristes tigres
R. Aquello era la movida madrile?a, m¨¢s que la progres¨ªa. En un momento de enorme ebullici¨®n fui una figura m¨¢s o menos conocidilla y tuve mis quince minutos de fama, como dec¨ªa Warhol. Despu¨¦s de ese papel de la pel¨ªcula, hoy en d¨ªa un documento sociol¨®gico, me ofrecieron unas siete u ocho pel¨ªculas que eran lo mismo: el mismo esquema, los mismos chistes.... En todas ella, uno se fumaba un porro... Me daba verg¨¹enza, pero los actores que las hicieron son ahora las estrellas del cine espa?ol. Quiz¨¢ me equivoqu¨¦. Al final, los actores acaban triunfando por su permanente presencia, es el goteo frente al chorro de talento. Es un pa¨ªs donde no se valora mucho el talento.
P. Hay gente que se puede haber sorprendido porque el PP le haya nombrado para el cargo.
R. No s¨¦ si me ha nombrado el PP, pero estoy aqu¨ª porque me ha llamado Consuelo Ciscar, que no s¨¦ si es del PP. Cargos parecidos me los han ofrecidos en diferentes circunstancias. Pero el caso es que no acept¨¦ porque no se me garantizaba la libertad de actuaci¨®n que se me ha garantizado ahora.
P. Usted present¨® un programa cultural del PP, ?no?
R. No, no, ah¨ª sois tendenciosos. Le cuento la historia a ver si luego es fiel: Consuelo, sin tener nada que ver conmigo -porque hacerse la foto conmigo no es rentable, no soy ninguna estrella- se comport¨® con gran generosidad. En los ¨²ltimos coleteos de mis 14 a?os en Valencia me dijo que le gustar¨ªa que en la presentaci¨®n del programa recitara algo. Lo har¨ªa con cualquier partido. No quise cobrar nada y adem¨¢s, pod¨ªa hacerlo para otro partido. Le dije que yo escrib¨ªa un poema, que iba a ser muy duro, que lo recitar¨ªa y que se iba a llamar Reflexi¨®n a los pol¨ªticos. La cartelera Turia lo public¨®, lo que agradezco, porque sali¨® un mont¨®n de gente abyecta diciendo que hab¨ªa le¨ªdo el programa. Consuelo s¨®lo me dijo que el poema era precioso.
P. Pasaron los a?os....
R. Sigo manteniendo una relaci¨®n cari?osa con Consuelo, que me comenta que tengo el perfil para Teatres. Pero necesito libertad absoluta. Entonces me voy al Teatro La Abad¨ªa y realizo, amparado por Jos¨¦ Luis G¨®mez, una gesti¨®n cuanto menos brillante, adem¨¢s de privilegiar a grupos valencianos que nunca hab¨ªan exhibido en Madrid. Ha dado sus frutos, porque todos los premios Max valencianos son espect¨¢culos programados en La Abad¨ªa.
P. ?Sigue siendo imprescindible pasar por Madrid?
R. Lo que se hace en la Comunidad Valenciana no tiene repercusi¨®n a nivel nacional. Hay dos altavoces: Madrid y Barcelona. Pero permitame que siga. Con ese bagaje de La Abad¨ªa, me llam¨® Consuelo y negoci¨¦ unas condiciones de libertad, unos medios y una capacidad de gesti¨®n para elaborar la transici¨®n de la pol¨ªtica teatral valenciana hasta la salida en los meses de marzo, abril, de la ley del Teatro. Y entonces acept¨¦. Es como si un m¨¦dico se negase a dirigir el hospital de la Fe o a operar porque el partido gobernante no es, quiz¨¢, su voto. El retorno me parec¨ªa excelente, porque [en cuanto al teatro] estamos en una situaci¨®n ¨ªnfima, desproporcionada, en el nivel econ¨®mico y cultural, respecto a otras artes e incluso a la propia infraestructura teatral.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n del teatro valenciano?
R. Adolece de falta de contraste con la realidad cultural, europea, urbana, de nuevas tendencias, porque como no es una producci¨®n normalizada, no tiene la posibilidad de desarrollarse para que aflore lo mejor. Aflora el esfuerzo, la paciencia, pero no el talento, y cuando aflora sus focos de repercusi¨®n son Barcelona y Madrid, lo que pasa con Moma y Albena. Tengo la garant¨ªa tambi¨¦n del consejero de que se me llama como t¨¦cnico para preparar una transici¨®n de un mecanismo anquilosado, confuso, y con una multiplicidad de funciones que lo hace inoperante, a una mecanismo racional y europeo.
P. ?No es confuso tambi¨¦n que las producciones m¨¢s medi¨¢ticas y caras se hagan fuera de Teatres, en la Fundaci¨®n de la Ciudad de las Artes Esc¨¦nicas?
R. Quiz¨¢ de momento es confuso. Pero entiendo que la nueva ley del teatro incluye esa pol¨ªtica de grandes eventos en el contexto general de un Instituto Valenciana de Artes Esc¨¦nicas. Tambi¨¦n creo que la Fundaci¨®n ha impulsado algo importante como la relaci¨®n mediterr¨¢nea, con Roma y Atenas.
P. Otro eje de esa futura ley ser¨¢ la creaci¨®n del Teatro Nacional. ?Se le ha propuesto a Carles Alfaro la direcci¨®n del mismo?
R. No lo s¨¦, pero ser¨ªa la persona ideal, aparte de que sea mi mejor amigo. Es el mayor talento que existe en Valencia.
P. ?Seguir¨¢ alg¨²n modelo de centro de producci¨®n?
R. Esta oferta me ha llegado en un momento profesional buen¨ªsimo, despu¨¦s del ¨¦xito de El libertino. Tengo ofertas para dirigir en Francia. No sabes hasta qu¨¦ punto me siento libre. No tengo la menor ambici¨®n, me la suda el sill¨®n. Soy un t¨ªo solo, apenas tengo responsabilidades, vivo con cuatro duros, el trabajo es abrumador, cobro 17.300 pesetas m¨¢s de lo que cobraba en La Abad¨ªa, que es un salario razonable. He estado en ¨¦pocas de miserias y nunca me he atado a nada. Ahora tengo esas oportunidades fuera, lo que siempre he so?ado... Da mucha seguridad. Esta experiencia con La Abad¨ªa me ha hecho conocer muchos centros de produci¨®n extranjeros, franceses, alemanes, el Royal Court o la Royal Shakespeare. Me he empapado de esas estructuras para coger lo mejor y adaptarlo a la realidad valenciana.
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