Mujer con pasado y presente

A sus cincuenta y dos a?os de edad, Chrissie Hynde (Akron, Ohio, 1951) puede presumir de hab¨¦rselas visto con una existencia plena de aventuras, emociones, luces y sombras en casi todos los ¨¢mbitos de su existencia. En lo personal, as¨ª como en lo art¨ªstico, la vida de esta luchadora ha contemplado avatares de todos los colores.

Pero procede del rock de los setenta con sabor a calle inglesa del m¨¢s inmediato post-punk. Su modo de entender, orquestar e interpretar rock participa de aquella belleza gris metalizada que hizo brillar los escaparates de la new wave de los ochenta.

De aquellas ¨¦pocas gloriosas, Hynde no ha variado un ¨¢pice en lo musical y, sin embargo, su presencia esc¨¦nica y su caracter¨ªstica voz hacen parecer los temas de aquellos a?os -Message of love, Brass in pocket, Precious, Middle of the road, Dont' get me wrong o Back in the chain gang- casi tan frescos como cuando fueron escritos.

Tras telonear a los Rolling Stones en su recientemente finalizada gira, parece ser que la propia Chrissie expres¨® su deseo de hacer una peque?a gira por Europa y recalar de forma m¨¢s concreta en nuestro pa¨ªs, lugar del que le gustan especialmente "las tardes espa?olas". De paso, podr¨ªa ofrecer un show m¨¢s completo que los apenas treinta minutos que realiz¨® junto a los Stones. Cuatro fechas hace en Espa?a en este mes de octubre: actu¨® en Barcelona el martes, en Madrid el jueves, ayer en Benidorm y hoy lo har¨¢ en Granada. Eso s¨ª, el repertorio es un poco m¨¢s largo que el contemplado en su anterior visita -en torno a los noventa minutos-, pero las l¨ªneas de inter¨¦s son las mismas y se siguen ci?endo a las antiguas composiciones arriba citadas.

Muy comentado fue el hecho de que el sonido fuese francamente exiguo en su volumen y que la escasez de vatios empleados no tuviera capacidad de resaltar la electricidad de las guitarras en esos juegos con sonido tan caracter¨ªstico que suponen la referencia ac¨²stica de The Pretenders.

Vaya, que la cosa se hubiera podido disfrutar igual en un recinto considerablemente m¨¢s peque?o. Eso s¨ª, el marco motiv¨® a Chrissie, tan juvenil como siempre, a hacer repetir a los presentes la leyenda que figuraba en una pancarta situada encima de los instrumentos y que rezaba: "No a las corridas de toros".

Por lo dem¨¢s, un p¨²blico que sobrepasaba en su mayor¨ªa los cuarenta a?os disfrut¨® con aquellos viejos ¨¦xitos de hace ya dos d¨¦cadas y con su creadora, una mujer que exhibe orgullosa su pasado y su radiante presente.