Marruecos, el gran plat¨® de Hollywood
El pa¨ªs magreb¨ª apuesta por atraer las macroproducciones internacionales de cine
La variedad del paisaje, la luz m¨¢gica y los bajos costes de la mano de obra est¨¢n convirtiendo a Marruecos en el gran plat¨® de Hollywood. Oliver Stone ha ubicado all¨ª su producci¨®n sobre Alejandro Magno. Ridley Scott, que abon¨® el terreno con sus filmes Gladiator y Black Hawk derribado, regresar¨¢ el a?o pr¨®ximo con un proyecto sobre los cruzados titulado Magic Kingdom.
Los estudios Atlas cuentan con cuatro plat¨®s, talleres de vestuario, atrezo y otros servicios donde se ha rodado una veintena de pel¨ªculas
Los cineastas extranjeros dejaron en Marruecos m¨¢s de 200 millones de d¨®lares en el periodo comprendido entre los a?os 1998 y 2001
Sahara, a un coste de 100 millones de d¨®lares y con la espa?ola Pen¨¦lope Cruz en el reparto, y tres producciones francesas a menor escala tambi¨¦n se rodar¨¢n en tierras marroqui¨¦s durante 2004, seg¨²n confirma el consejero del rey marroqu¨ª Mohammed VI, Andr¨¦ Azoulay, tras la reciente edici¨®n del Festival Internacional de Cine de Marraquech.
"El Estado y el Gobierno otorgan m¨¢xima prioridad a las producciones extranjeras. Es una estrategia positiva, puesto que estas inversiones contribuyen a dinamizar y dar a conocer el pa¨ªs", afirma Abdella Bayahia, vicedirector del Centro Cinematogr¨¢fico Marroqu¨ª. Azoulay calcula que un tercio del presupueso global de cada producci¨®n se invierte directamente en Marruecos. Y, seg¨²n estimaciones oficiales, entre 1998 y 2001, los cineastas extranjeros dejaron m¨¢s de 200 millones de d¨®lares en el reino. En ese ¨²ltimo a?o, se contrataron 13.000 marroqui¨¦s de figurantes, 719 en puestos t¨¦cnicos y 233 trabajaron como int¨¦rpretes.
En la competitiva industria del cine, gana quien ofrece mayor calidad a menor precio. "Se reduce a una cuesti¨®n de dinero. Mientras Marruecos siga ofreciendo instalaciones y artesanos a buen precio, continuar¨¢ atrayendo producciones", admite Ridley. En proyectos hist¨®ricos, de haza?as b¨¦licas o religiosas, las localizaciones marroqui¨¦s se est¨¢n imponiendo sobre escenarios tradicionales de Australia, Malta, T¨²nez, Espa?a o Italia. No en vano, Stone tiene a su disposici¨®n la infanter¨ªa y caballer¨ªa del Ej¨¦rcito marroqu¨ª, tanto en calidad de extras como de seguridad, reforzada desde los atentados en Casablanca del pasado mayo.
El Estado tambi¨¦n ha contribuido agilizando los tr¨¢mites burocr¨¢ticos e imponiendo condiciones m¨ªnimas a los extranjeros. Se exige un productor local en cada proyecto, pero no existen cuotas sobre contrataci¨®n de t¨¦cnicos ni se destina un porcentaje del presupuesto a la industria nacional. "No necesitamos cuotas de contrataci¨®n y ser¨ªa prematuro imponer tasas de producci¨®n. Por una parte, no tenemos gente suficientemente preparada y, por otra, nuestro principal atractivo es la mano de obra barata", advierte Bayahia. Carpinteros, armeros, costureros y artesanos de otros gremios, adem¨¢s de electricistas y peluqueros, trabajan en estos filmes. Los rodajes son los centros de formaci¨®n de los t¨¦cnicos marroqu¨ªes.
Con la llegada de nuevas producciones crecen las instalaciones especializadas que, a su vez, se convierten en destino tur¨ªstico. Los estudios Atlas, los primeros en construirse en 1983, cuentan con cuatro plat¨®s, talleres de vestuario, atrezzo y otros servicios donde se ha rodado una veintena de pel¨ªculas, desde Kundun, de Martin Scorsese, al Asterix, Obelix y Cleopatra de Alain Chabat. En la misma ubicaci¨®n de Ouarzazate, el productor Dino de Laurentiis ha comenzado este mes a construir su propio estudio y existen planes para levantar una escuela de cine. Es posible que De Laurentiis aloje aqu¨ª parte del rodaje de su versi¨®n de Alejandro Magno, en directa competencia con el proyecto de Oliver Stone.
Hollywood marroqu¨ª
Ouarzazate est¨¢ erigiendose en el Hollywood marroqu¨ª, pero no es el ¨²nico centro de producci¨®n. En 2001, Casablanca inaugur¨® sus estudios Cinedina para trabajos de cine, televisi¨®n y publicidad. Marraquech, por otra parte, tambi¨¦n podr¨ªa contar con instalaciones propias de prosperar el ambicioso proyecto del ex ministro marroqu¨ª de Turismo Serge Bergudo y el productor franc¨¦s Alex Berger. "Existe mucho potencial, pero no podemos movernos en solitario. Necesitamos socios", admite el consejero del rey.
Marruecos mantiene una larga relaci¨®n con el cine. La inici¨® Louis Lumi¨¦re con su rodaje, en 1897, de Le chevrier marocain y Orson Welles la reanud¨® con su Othelo, en 1949. Hitchcock, David Lean, John Huston, Bertolucci y Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro se encuentran entre la larga lista de realizadores que ha trabajado en el pa¨ªs en sucesivas d¨¦cadas.
Pero las producciones internacionales apenas repercuten en la creaci¨®n de una industria aut¨®ctona. Los cineastas dependen de las coproduciones, francesas predominantemente, dada la escasez de subvenciones estatales. De una pel¨ªcula local se distribuyen dos copias, frente a una media de 15 para los productos de Hollywood. Y el n¨²mero de salas de cine ha descendido de 240 en los a?os setenta a unas 150 actualmente.
Soluci¨®n interna
"El cine marroqu¨ª tiene problemas agudos y la soluci¨®n no vendr¨¢ del extranjero. Debemos ofrecer medios a nuestros realizadores y fomentar la emergencia de un cine nacional", advert¨ªa el cr¨ªtico de cine y profesor de la Universidad de Rabat, Mohamed Dahane, en el transcurso de un debate con profesionales del sector durante el Festival de Marraquech.
Desde la creaci¨®n del certamen, hace tres a?os, el cine marroqu¨ª comienza adquirir cierto protagonismo. "El Estado est¨¢ tomando conciencia de que el cine puede aportar un valor a?adido a la econom¨ªa. Todo el gremio, desde realizadores, productores, exhibidores y distribuidores, deben integrarse en las prioridades del Estado", se?ala Bayahia respecto a un pa¨ªs cuya principal fuente de divisas proviene de los emigrantes, la agricultura y los fosfatos. Por lo pronto, el sector audiovisual ver¨¢ crecer la ayuda estatal anual en 10 millones de dirhams desde los actuales 20 millones hasta un total equivalente a 30 millones de euros. "Nuestro objetivo se enfoca a producir entre 10 y 12 pel¨ªculas al a?o", explica el vicedirector del Centro Cinemat¨®grafico.
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