San Mam¨¦s encuentra a su portero

En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el Athletic siempre ten¨ªa un portero. Pero, desde que Zubizarreta se march¨® al Barcelona, San Mam¨¦s no encontraba un portero. S¨ª, sal¨ªa uno, con el numero 1 o con el 13 a la espalda, pero daba igual. La Catedral lo declaraba inepto al cabo de uno o dos a?os y el muchacho sal¨ªa cabizbajo del Athletic en busca de asilo y cobijo. Ayer, por fin, dio la bendici¨®n a Aranzubia, un muchacho riojano de origen y vasco de crianza, al que dedic¨® una largu¨ªsima ovaci¨®n, casi puesto en pie. Apenas hab¨ªa transcurrido una veintena de minutos. Fue a ra¨ªz de un disparo del villarrealense Pedro Mart¨ª, lejano pero dur¨ªsimo, ajustado al poste, que Aranzubia repeli¨® con agilidad; entonces lleg¨® Jos¨¦ Mari, a unos cent¨ªmetros del gol, y golpe¨® el bal¨®n, pero Aranzubia, en unas d¨¦cimas de segundo, se hab¨ªa reincorporado y lo repeli¨® con el pecho. San Mam¨¦s tron¨® como en los tiempos de Iribar. Fue una ovaci¨®n torera en una tarde que naci¨® mortecina, sosa.

Bien es verdad que el Villarreal ley¨® el partido a la perfecci¨®n: hasta quince y veinte veces lleg¨® a tocar el bal¨®n antes de llegar al ¨¢rea M¨¢s que elaborar, quer¨ªan los de Benito Floro dormir al Athletic, entontecerle. Lo consiguieron. Tanto que incluso amenazaron la porter¨ªa del Athletic contribuyendo al engrandecimiento de Aranzubia. De hecho, la estrategia le funcion¨® a la perfecci¨®n a Floro. En dos saques de esquina consigui¨® llevar el bal¨®n hasta Ballesteros, en el segundo palo, aunque en ambas tropez¨® con las manos o el pecho de Aranzubia. Y el Athletic ni se enter¨® a pesar de los 188 cent¨ªmetros del muchachote.

En esos ratos, el f¨²tbol elaborado del Villarreal pudo sentenciar el partido y aumentar la n¨®mina de 15 encuentros sin perder en ninguna competici¨®n. Pero se pele¨® con el gol y tropez¨® con Aranzubia. Y el Athletic, que jugaba a medio gas, muy mal dirigido por Tiko y conducido por los impulsos f¨ªsicos de Gurpegui, encontr¨® el gol casi a la primera. Se lo curr¨® Gurpegui para robar un bal¨®n imposible, lo centr¨® C¨¦sar y Urzaiz remat¨® con un escorzo inveros¨ªmil saltando por encima de Javi Venta. Floro toc¨® a rebato y busc¨® un f¨²tbol m¨¢s vertical. Pero entonces surgi¨® Etxeberria -muy desafortunado tambi¨¦n- y se sac¨® un gol de los suyos de la chistera. Total que, entre la continuidad esplendorosa de Aranzubia y los destellos de los goleadores, el Athletic se labr¨® una victoria que parec¨ªa imposible.