"El gran problema de los ni?os de ciudad es que nunca est¨¢n sin adultos "
"Los adultos deben encargarse de que el barrio sea para todos y de ayudar a los ni?os"
Pregunta. En Espa?a, poblaciones medias como Granollers o Reus, en Catalu?a, o la madrile?a Alcobendas se han interesado por su iniciativa. ?Por qu¨¦ no se han sumado las grandes?
Respuesta. No lo s¨¦. Cuando me llaman los alcaldes les pido que se lo piensen bien, porque ponerse al lado de los ni?os supone sacar algo a los adultos, que son los electores. De todas formas, es un desaf¨ªo importante, porque las ciudades son cada vez m¨¢s conscientes de su insostenibilidad.
P. ?C¨®mo cambiarlas?
R. Hemos destruido las ciudades y es dif¨ªcil que se puedan recuperar sin algo creativo. No debemos tolerar que un ni?o no pueda cruzar porque los coches no paren en el paso de cebra. Eso supone considerar los derechos de los coches m¨¢s importantes que los de los ni?os.
P. Los padres temen el tr¨¢fico, pero tambi¨¦n la inseguridad.
R. S¨ª. En la sociedad global, lo que ocurre en el Reino Unido lo sufre la gente en Italia y piensa que eso le puede ocurrir a su hija. Por ejemplo, en mi pa¨ªs todos los padres tienen miedo de los pederastas. Pero no hay pederastas por la calle. Existen personas que causan violencia a los ni?os, pero son gente de confianza. Y nosotros seguimos educando a los ni?os en la desconfianza a los desconocidos. Esto es grav¨ªsimo.
P. Y los ni?os no van solos.
R. Existe un control constante y perpetuo de los peque?os. Esa idea muy novedosa de que el adulto siempre debe estar presente en la vida de un ni?o es el hecho m¨¢s grave y el que afecta m¨¢s negativamente a la vida de un ni?o.
P. ?Por qu¨¦?
R. Antes los ni?os pod¨ªamos salir de casa solos y pas¨¢bamos mucho tiempo libre sin control directo de los adultos. En ese lapso ten¨ªamos el desarrollo m¨¢s fuerte. Era el tiempo del descubrimiento, de la maravilla, de la sorpresa, del placer. Estas experiencias se niegan hoy a los ni?os.
P. ?C¨®mo recuperarlas?
R. Hoy existen condiciones sociales y ambientales peores en las ciudades. La actitud de los adultos es resignarse, pero lo que deben hacer es encargarse de que el barrio sea para todos, de estar en la calle y ayudar a los ni?os. Si en la calle s¨®lo hay coches, es peligrosa.
P. ?Eso funciona?
R. En el Gran Buenos Aires se han puesto en marcha corredores escolares inspirados en mi propuesta. En ellos, la delincuencia ha bajado notablemente sin llamar a la polic¨ªa. Los comerciantes y los ciudadanos ayudan a los ni?os. Este resultado nunca se habr¨ªa obtenido con un aumento de la defensa. Cuanto m¨¢s se cierra, m¨¢s peligro. Cuanto m¨¢s se abre, m¨¢s seguridad.
P. Los ni?os no van solos y suelen sentirse solos.
R. Son las dos caras del mismo problema. Por un lado, la imposibilidad de un peque?o de vivir cerca de otros ni?os porque muchos son hijos ¨²nicos, una situaci¨®n que les resta autonom¨ªa. Por otro, el no poder salir de casa, encontrar otros ni?os y elegir un compa?ero de juegos. Los peque?os est¨¢n obligados a jugar con los compa?eros, con los hijos de los amigos paternos o con los compa?eros de las actividades extraescolares. Nunca han elegido un compa?ero para jugar, pero un d¨ªa deber¨¢n elegir un compa?ero para la vida. Y no saben hacerlo.
P. Y luego est¨¢n las horas ante el televisor.
R. S¨ª. La televisi¨®n se ha adoptado como una ni?era econ¨®mica y eficaz por parte de los padres. Un instrumento que puede ser tan rico llega a ser peligroso, no s¨®lo por los contenidos de violencia, sino porque inmoviliza a los ni?os y los corrompe al hacerlos consumidores.
P. ?Se puede hacer una televisi¨®n mejor?
R. El remedio no es hacerla mejor y dejar a los ni?os m¨¢s tiempo delante, sino que los ni?os puedan salir de casa. Entonces s¨®lo la ver¨ªan si fuera buena de verdad. Pero a las televisiones no les interesa defender a los ni?os.
P. ?Qu¨¦ papel tiene la escuela?
R. Es hora de pensar en una escuela de los ni?os, ajustada a sus necesidades y donde se podr¨ªa hacer mucho m¨¢s en mucho menos tiempo. Es insostenible que, tras seis horas de clase, los ni?os tengan deberes que les quitan todo el tiempo libre. Tienen que hacer cosas en casa, pero cosas que sepan hacer solos. As¨ª tendr¨ªan algo que contar en la escuela. Ahora no tienen, porque todos ven la misma televisi¨®n, pasan las tardes en los mismos cursillos y eso no vale la pena contarlo en la clase: todos lo saben.
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