El IRA anuncia un desarme masivo
Los unionistas juzgan insuficiente el gesto y Blair aplaza la convocatoria de elecciones en el Ulster
El proceso de paz de Irlanda del Norte vivi¨® ayer una de esas jornadas intensas pero frustrantes que, en los ¨²ltimos a?os, han hecho avanzar la paz a trompicones. El Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA), brazo armado de los cat¨®licos proirlandeses del Sinn Fein, realiz¨® su tercer y m¨¢s significativo acto de desarme desde que se firm¨® el Acuerdo de Viernes Santo en 1998. Pero, como ya ocurri¨® en los dos anteriores, al acto le falt¨® "la visibilidad" que exigen los unionistas moderados que encabeza David Trimble, que a media tarde lo consideraron insuficiente. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, dej¨® as¨ª en suspenso la convocatoria de elecciones, el restablecimiento de la autonom¨ªa y el paquete pol¨ªtico destinado a revitalizar el proceso de paz.
La inesperada reacci¨®n de Trimble, que la v¨ªspera parec¨ªa haber pactado los t¨¦rminos del acuerdo con el l¨ªder del Sinn Fein, Gerry Adams, oblig¨® a los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda a guardar el champa?a para m¨¢s adelante. Tony Blair y Bertie Ahern comparecieron brevemente ante la prensa en el castillo de Hillsborough, a las afueras de Belfast, para reconocer que no hab¨ªa acuerdo pero que "est¨¢ muy cerca" y que pensaban seguir trabajando por la noche para conseguirlo.
El acuerdo significa en esta ocasi¨®n que Trimble anuncie que se dan las condiciones para que los unionistas moderados acepten de nuevo participar en un Gobierno auton¨®mico en el que participe tambi¨¦n el Sinn Fein. Hace ahora un a?o, Londres suspendi¨® la autonom¨ªa y luego las elecciones cuando Trimble proclam¨® que se retiraba del Gobierno hasta que el IRA declarara el final de la guerra y acabara toda la violencia de los paramilitares republicanos.
Esa espantada oblig¨® a Blair a suspender las elecciones la pasada primavera para evitar un triunfo del pastor radical Iain Pasley entre el electorado protestante. Ahora, tras meses de negociaciones entre bastidores, todo parec¨ªa preparado para celebrar un nuevo acuerdo, el restablecimiento de la autonom¨ªa en el Parlamento de Stormont y la convocatoria de elecciones. A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez el impulso a la negociaci¨®n no hab¨ªa venido de Londres y Dubl¨ªn, sino de las conversaciones directas entre Gerry Adams y David Trimble.
Compleja puesta en escena
El anuncio de un acuerdo entre ambos la noche del domingo desencaden¨® todos los acontecimientos vividos ayer, en una de esas complej¨ªsimas puestas en escena tan propias de todo el proceso de paz. A las siete y diez de la ma?ana, Downing Street anunci¨® que las elecciones ser¨ªan el 26 de noviembre. A las diez y media, Gerry Adams ley¨® una declaraci¨®n que pretend¨ªa ser hist¨®rica en la que afirmaba, con una claridad no vista hasta ahora, la apuesta del Sinn Fein por conseguir sus objetivos pol¨ªticos s¨®lo mediante v¨ªas pac¨ªficas, sin el uso de la fuerza, y llamaba a todos los republicanos, es decir, al IRA, a seguir sus pasos. "La posici¨®n del Sinn Fein es de total y absoluto compromiso con los medios exclusivamente democr¨¢ticos y pac¨ªficos de resolver las diferencias. Nos oponemos a cualquier uso de la amenaza de la fuerza para cualquier prop¨®sito", proclam¨® Adams.
Menos de dos horas despu¨¦s entr¨® en escena el IRA con un comunicado en el que afirmaba que el discurso del l¨ªder del Sinn Fein "reflej¨® con exactitud nuestra posici¨®n". Fue una alambicada manera de reconocer su renuncia a cualquier uso de la fuerza sin decirlo directamente. Y precisamente por eso, por su racaner¨ªa, fue una primera se?al de que el brazo armado de los republicanos no iba a dar nada gratis. El IRA anunci¨® tambi¨¦n que hab¨ªa dado ¨®rdenes para "dejar las armas fuera de uso tan pronto como sea posible" y la realizaci¨®n de un nuevo acto concreto de desarme verificado por la comisi¨®n internacional que preside el general canadiense De Chastelain.
El militar compareci¨® ante la prensa, pasadas las cuatro de la tarde, para confirmar que hab¨ªa sido testigo de ese acto de desarme. Pero no dio ning¨²n detalle sobre qu¨¦ armas y cu¨¢ntas hab¨ªan sido inutilizadas porque el IRA hab¨ªa mantenido su tradicional exigencia de que todos los detalles se mantengan en secreto. El general dijo que el desarme hab¨ªa sido "considerablemente m¨¢s amplio" que los realizados hasta ahora y que hab¨ªa incluido la inutilizaci¨®n de armas pesadas, sin precisar de qu¨¦ tipo en concreto.
La opacidad del desarme sorprendi¨® a unos medios de comunicaci¨®n que esperaban datos precisos y contrari¨® a Trimble por lo que le pareci¨® un incumplimiento de los acuerdos con Adams. El republicano le contest¨® despu¨¦s que se sent¨ªa "profundamente disgustado y sorprendido" por la reacci¨®n de Trimble. El l¨ªder del Partido Unionista del Ulster ley¨® a las cinco y veinte una breve declaraci¨®n en la que denunci¨® que no se hab¨ªa producido "la clara transparencia requerida" y que, por lo tanto, el acto del IRA no ten¨ªa el "impacto significativo en la opini¨®n p¨²blica" exigido por el unionismo. Una hora despu¨¦s, Blair y Ahern admit¨ªan que hac¨ªa falta seguir negociando.
El primer ministro brit¨¢nico dej¨® as¨ª en suspenso la convocatoria de elecciones, el restablecimiento de la autonom¨ªa y el paquete pol¨ªtico destinado a revitalizar el proceso de paz, en el que se incluye la transferencia de los poderes sobre polic¨ªa y justicia al Parlamento de Stormont en un plazo de dos a?os.
En el fondo, a los republicanos y a los unionistas les sigue separando lo mismo desde que empez¨® esta crisis institucional hace dos a?os: estos quieren que el IRA destruya sus armas en p¨²blico para que la poblaci¨®n unionista disfrute de ese gesto como una rendici¨®n, como una entrega de armas. Y los republicanos quieren dejar de usar las armas, incluso destruirlas, pero sin que parezca que las est¨¢n entregando. Los s¨ªmbolos siguen siendo importantes porque la paz a¨²n no ha tra¨ªdo la reconciliaci¨®n.
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