Pistolas fuera

Tras un a?o de par¨¢lisis, el proceso de paz en Irlanda del Norte dio ayer un salto adelante que, aunque no exento de problemas, puede convertirse en el de mayor alcance desde que se firmaron los hist¨®ricos acuerdos de Viernes Santo en 1998. El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, fue m¨¢s lejos que nunca al pedir un apoyo total al proceso tras proclamarse "opuesto al uso o amenaza de uso de la fuerza con fines pol¨ªticos" y declarar que quer¨ªa ver "las pistolas fuera de la sociedad irlandesa". Al tiempo, el ex general canadiense John de Chastelain, jefe de la comisi¨®n internacional de verificaci¨®n, confirm¨® que el IRA hab¨ªa procedido a su tercer y mayor desarme hasta la fecha, aunque sin transparencia ni cuantificaci¨®n.

?stas eran condiciones previas para que el Gobierno brit¨¢nico, de acuerdo con el irland¨¦s, convocara para el 26 de noviembre las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte que hab¨ªan sido aplazadas en mayo al considerar Blair que el IRA no se decantaba suficientemente en contra de la violencia y el uso de las armas. Pero quedan problemas por superar. Los unionistas protestantes no han logrado todo lo que exig¨ªan, y el pulso electoral ser¨¢ tambi¨¦n duro entre los protestantes, con el ministro principal David Trimble, uno de los art¨ªfices del acuerdo de 1998, frente a un Ian Paisley radicalmente opuesto al proceso de paz. De hecho, el partido de Trimble consider¨® ayer insuficientes el desarme del IRA y las palabras de Adams para restablecer el Gobierno aut¨®nomo suspendido hace un a?o.

Por su parte, el IRA y el Sinn Fein han demostrado que no son inmunes a la presi¨®n, pues saben que tampoco ganar¨ªan con un regreso a la violencia. Por el contrario, el Sinn Fein espera, en la tendencia que marcaron las elecciones brit¨¢nicas de 2001, avanzar en las elecciones de noviembre y disputarle la preeminencia pol¨ªtica entre los republicanos y cat¨®licos al Partido Socialdem¨®crata y Laborista del Ulster, que estrena l¨ªder, Mark Durkan, tras la retirada del premio Nobel de la Paz John Hume.

Pero lo urgente es que haya elecciones, de modo que la palabra la tengan no los partidos, sino los electores norirlandeses, para decidir as¨ª hasta qu¨¦ punto los ciudadanos de una y otra parte est¨¢n comprometidos con la paz y el fin definitivo de la violencia. Son ellos quienes pueden conseguir realmente ese objetivo por el que ayer abog¨® Adams cuando se refiri¨® al "cierre completo y final del conflicto". A¨²n falta; el proceso se puede volver a empantanar. Pero es posible y est¨¢ mucho m¨¢s cerca.