Magn¨¦tica iron¨ªa

En el inicio de esta magn¨¦tica, sorprendente, aunque a la postre frustrante, inmersi¨®n en el universo criminal de Fran?ois Ozon, asistimos a lo que creemos el pl¨¢cido retiro franc¨¦s de una escritora inglesa en crisis de inspiraci¨®n. Alojada en la casa de veraneo de su editor, la mujer se reencuentra con la paz y la tranquilidad de la vida en provincias, pronto rota por la llegada de la perturbadora hija del due?o de la casa. Lo que ocurre a partir de entonces pertenece tanto al reino de lo visible como al de la especulaci¨®n. Porque lo que parece una intriga criminal en realidad da una brutal vuelta de tuerca para convertirse en una especulaci¨®n sobre la creaci¨®n literaria, los l¨ªmites entre ficci¨®n y realidad; incluso un ir¨®nico discurso sobre la solidaridad en el crimen.

Con un par de actrices espl¨¦ndidas, Rampling y Sagnier, y una trama absorbente, Ozon construye, m¨¢s que una historia, una hip¨®tesis en la que la exageraci¨®n se combina con la astucia, llevando al espectador a un callej¨®n sin salida que autoriza todas las lecturas. En el fondo, uno no se resiste a la idea de que, con gran habilidad, Ozon termina dando gato por liebre.