La peculiar interpretaci¨®n de Aznar

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar profundiz¨® ayer en el Congreso de los Diputados su peculiar interpretaci¨®n de las resoluciones de Naciones Unidas, donde, seg¨²n su criterio, nunca se ha puesto en duda el apoyo internacional a la invasi¨®n de Irak ni se ha mostrado la menor incomodidad por la presencia de tropas de la coalici¨®n en Bagdad. La nueva resoluci¨®n, buscada ansiosamente por Estados Unidos, no viene a legalizar nada, dijo, sino que refleja simplemente una total continuidad con resoluciones anteriores. Su posici¨®n fue, una vez m¨¢s, inflexible: si alguien interpreta otra cosa es porque desea perjudicar al Gobierno.

En este caso, el ¨¢nimo mezquino lo hab¨ªan demostrado el l¨ªder socialista, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y el portavoz de CiU, Xavier Trias. Zapatero hizo una exposici¨®n muy contenida: Espa?a ya no est¨¢ asociada a una imagen europe¨ªsta, la nueva doctrina del ataque anticipatorio ha destruido el consenso en materia de defensa, y el presidente falta a la verdad cuando niega la evidencia de lo ocurrido estos d¨ªas en la ONU.

Trias fue el orador m¨¢s duro: las mayor¨ªas, los gobiernos y los l¨ªderes vienen y van, pero se supon¨ªa que la pol¨ªtica de defensa de un pa¨ªs no estaba sometida a cambios como los que est¨¢ produciendo Aznar. "No puede usted ir a Nueva York a hablar del consenso internacional cuando acaba de hacer a?icos el nuestro".

Trias comparti¨® la repugnancia de Zapatero por los "ataques anticipatorios": "Con este planteamiento usted no protege a los ciudadanos de este pa¨ªs, como dice, sino que los est¨¢ debilitando". ?Qu¨¦ es lo que se anticip¨® en Irak si no hab¨ªa armas de destrucci¨®n masiva? Recapacite, le pidieron Zapatero y Trias, y vuelva a planteamientos m¨¢s europeos. El da?o que est¨¢ haciendo su pol¨ªtica, vinieron a decir, ser¨¢ enorme, pero cuando nos demos todos cuenta ser¨¢ tarde y reparar la situaci¨®n resultar¨¢ ya muy costoso. Aznar, habitualmente m¨¢s agresivo, evit¨® el debate (se acercan las elecciones de Madrid y Catalu?a) y se limit¨® a una escaramuza, rehuyendo sobre todo la discusi¨®n sobre el ataque anticipatorio. Reagan, mal que le pese a algunos, hizo escuela en la Europa econ¨®mica de los 80. Bush no lo ha conseguido en la Europa de 2003, salvo, a la luz del discurso de Aznar, en Espa?a.