Inocente audacia infantil
Un ni?o aparece ahorcado en el jard¨ªn de la familia Cleve, Robin, de 9 a?os, un d¨ªa de la madre, y la familia Cleve, que acostumbra a recordar en voz alta todas las peripecias familiares, la legendaria historia de los Cleve, jam¨¢s hablar¨¢ de aquel asesinato o infortunio, il¨®gico, variante al aire libre del misterio de la Habitaci¨®n Cerrada, lo ¨²nico verdaderamente real que les ha sucedido nunca. No se conoce al culpable, si lo hubo, y el ni?o ahorcado es ahora una imagen en las vidrieras de la iglesia, entre Jes¨²s, la Sagrada Familia y el arc¨¢ngel Gabriel. Y, un d¨ªa, su hermana, que acaba de cumplir 12 a?os, decide averiguar la identidad del asesino doce a?os despu¨¦s del suceso, casi como en Cinco
UN JUEGO DE NI?OS
Donna Tartt
Traducci¨®n de Gemma Rovira
Aret¨¦. Barcelona, 2003
692 p¨¢ginas. 26 euros
cerditos, de Agatha Christie.
As¨ª empieza Un juego de ni?os (
The little friend, 2002), de Donna Tartt (Misisip¨ª, 1964), diez a?os despu¨¦s de El
secreto, aquella primera novela triunfante. Tambi¨¦n entonces un crimen fue el m¨®vil de la f¨¢bula, y el asesinato era un fruto de la juventud y la sabidur¨ªa orgullosas, como ahora la inocente audacia infantil es el motor mortal: la ni?a Harriet, de cara de tej¨®n, investiga la muerte de su hermano para convertirse en verdugo, ni?a feroz, Sherlock Holmes y Houdini, rey de la fuga, y pirata de Robert L. Stevenson. Tiene los mismos a?os que Huckleberry Finn, la edad que Donna Tartt ten¨ªa en los ¨²ltimos a?os setenta, cuando sucede su historia, y vive en Misisip¨ª, como Tartt, entre dos edades, entre dos mundos, la adolescencia y la edad adulta, el presente y el viejo Sur de las pel¨ªculas y los novelones: guerra de razas y ni?eras negras, la mansi¨®n deca¨ªda, la madre so?olienta en un inacabable crep¨²sculo de tranquilizantes, el padre felizmente huido, la abuela y sus tres viejas hermanas, testigos del fin de la Edad de Oro. Donna Tartt construye mundos muertos con trozos de pel¨ªculas, programas televisivos y literatura, es decir, recuerdos personales.
Harriet mira las fotos del hermano y quisiera entrar en la imagen, deseo imposible: el pasado es el m¨¢s inaccesible de los deseos. Modificar¨¢ el presente, proyectar¨¢ el futuro: investiga para matar al asesino. Encuentra pronto un sospechoso, antiguo compa?ero de clase de la v¨ªctima. Es uno de los hermanos Ratliff, familia monstruosa, dirigida por otra abuela. A la se?ora Ratliff, vivo y eterno muestrario de tumores, los m¨¦dicos le dieron seis meses de vida hace seis lustros y hace seis semanas, y sobrevivir¨¢ cuando, gracias a Harriet, le caiga una cobra encima y le muerda tres veces. A los Ratliff (otro de esos c¨ªrculos restringidos, magn¨ªficos, que gustan a Tartt) los vemos de cerca en unos billares, entremezclados con los monstruos de tebeos de terror que ojea en ese momento un socio de la ni?a (?tambi¨¦n tiene su Watson!) en el quiosco del local. Viven en el bosque, en una caravana, un predicador, un idiota y un taxidermista fabricante de metanfetamina, tuerto y loco desde que se peg¨® un tir¨® en la cabeza: el embalsamiento de cad¨¢veres animales es la coartada para el hedor de su prohibida industria qu¨ªmica.
Hay m¨¢s Ratliff en la penitenciar¨ªa, centro de reuni¨®n familiar, de donde acaba de salir el sospechoso, el antiguo compa?ero de Robin, Curtis Ratliff, anfetam¨ªnico perpetuo, amante de la m¨²sica de arm¨®nica y las navidades. Es el asesino, seg¨²n Harriet, la ni?a terrible decidida a aniquilar a la familia terrible. Pero la traducci¨®n espa?ola del t¨ªtulo, Un juego de
ni?os, destruye la insinuaci¨®n del original, The little
friend: no es la investigaci¨®n, que dura pocas p¨¢ginas, lo que m¨¢s pesa en la f¨¢bula, sino la venganza y su v¨ªctima. Donna Tartt supone que la venganza puede ser un perfecto rito inici¨¢tico para acceder al mundo adulto, y su Harriet es un caso de maldad virtuosa o virtud vengativa. Importa poco sobre qui¨¦n caiga la venganza, forma de la justicia, pues su funci¨®n es curativa, purgativa, para bien de quienes sufrieron los efectos del crimen: Harriet elige un culpable, ejecuta una venganza, y lo de menos ser¨¢ qui¨¦n la soporta, el amigo, quiz¨¢ el mejor amigo de Robin. La venganza es larga y tortuosa como un viaje a los hielos polares. No tiene fin. Exige memoria. Es buen asunto literario.
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