Baja el n¨²mero de alumnos que estudian un oficio, pese al aumento de la demanda

El ¨¢rea metropolitana pierde impulso. A los datos sobre la escasa inversi¨®n p¨²blica en la zona y el creciente paro que subraya la ¨²ltima encuesta de poblaci¨®n activa (EPA), se a?ade ahora la constataci¨®n del creciente desajuste entre la oferta de formaci¨®n profesional y ocupacional y la demanda del mercado laboral. Seg¨²n el Pacto Industrial de la Regi¨®n Metropolitana de Barcelona, desciende el n¨²mero de j¨®venes que optan por estos estudios, mientras que aumenta la demanda de trabajadores con este tipo de formaci¨®n. Los expertos reclaman m¨¢s coordinaci¨®n entre los departamentos de Ense?anza y Trabajo.

El Pacto Industrial de la Regi¨®n Metropolitana de Barcelona, creado en 1997 y formado por asociaciones de empresas, universidades, sindicatos y ayuntamientos, present¨® ayer un informe del mapa de la formaci¨®n profesional de la zona relacionado con el sistema productivo de la regi¨®n. Y las conclusiones son que esta relaci¨®n es pr¨¢cticamente inexistente. El an¨¢lisis advierte de que mientras que el mercado pide trabajadores formados para la fabricaci¨®n mec¨¢nica, qu¨ªmica o textil, hay pocos estudiantes que optan por estas ramas. Por el contrario, en otras ¨¢reas, como la sanidad y la inform¨¢tica, el alumnado es excesivamente alto en comparaci¨®n con la demanda laboral.

Ciriaco Hidalgo, secretario de pol¨ªtica institucional de UGT, explica: "Se programa la oferta de formaci¨®n en funci¨®n de la demanda de los operadores y no de las necesidades reales del mercado". El informe revela que el oficio de mec¨¢nico y ajustador de maquinaria es el tercero m¨¢s extendido en el mundo laboral en Barcelona, s¨®lo por debajo de los administrativos y los dependientes de comercio. Sin embargo, la oferta de formaci¨®n en este ¨¢mbito es muy escasa.

P¨¦rdida de competitividad

El an¨¢lisis se?ala tambi¨¦n que disminuye el n¨²mero de alumnos que cursan alguno de los subsistemas de formaci¨®n profesional, ocupacional y continuada. Seg¨²n datos de la Fundaci¨®n CIREM, si en el curso 1999-2000 hab¨ªa 357.244 estudiantes, en 2001-2002 el n¨²mero descendi¨® hasta 335.331, el 6,13% menos.

Lo revelador del informe es que la bajada m¨¢s acusada -del 23,87%- se da entre los alumnos de formaci¨®n ocupacional, que pasan de 107.385 en 1999 a 81.748 en 2002. Los expertos se plantean c¨®mo es posible un descenso tan acusado cuando los fondos gubernamentales y de la Uni¨®n Europea para este tipo de estudios se han mantenido estables.

Francesc Castellana, responsable de Empleo de la Diputaci¨®n de Barcelona,

afirma que la causa del descenso del n¨²mero de alumnos es "la mala gesti¨®n de los recursos econ¨®micos" y advierte: "Hay un riesgo de p¨¦rdida de competitividad de nuestros sistemas econ¨®micos territoriales si no se invierte en formaci¨®n". En el mismo sentido se manifest¨® el secretario de pol¨ªtica sectorial del sindicato Comisiones Obreras, Sim¨®n Rosado, quien acus¨® a la Generalitat de "haber generado oferta de formaci¨®n profesional con fondos europeos sin planificaci¨®n" y pidi¨® "un an¨¢lisis de la situaci¨®n que reoriente las inversiones". La presidenta del Comit¨¦ Ejecutivo del Pacto Industrial y concejal de Empleo del Ayuntamiento de Barcelona, Maravillas Rojo, reclam¨® al Gobierno de la Generalitat que "frene el retroceso de la formaci¨®n profesional y ocupacional" y que "garantice la accesibilidad a los datos" sobre las formaci¨®n profesional, ocupacional y continuada "en tiempo real". Los expertos subrayaron la imposiblidad actual de los empresarios de saber en qu¨¦ centros estudian los alumnos que les pueden interesar para sus plantillas y, paralelamente, la falta de informaci¨®n de estos centros sobre las demandas del mercado.

Una de las consecuencias del desfase y la descoordinaci¨®n entre el sistema educativo y el productivo es que el 20% de los catalanes que trabajan tienen un nivel de estudios superior al que requiere su empleo, como se?al¨® el informe Capital humano y productividad en Catalu?a, de Caixa de Catalunya (v¨¦ase EL PA?S del 20 de octubre).